crítica de cine

'Happiness': El infierno de la violencia machista

24/06/2022 - 

VALÈNCIA. Una mujer se mira en el espejo en el baño a la luz de las velas. Está llena de moratones por todo el cuerpo. No tiene intimidad ni siquiera para ver las marcas que su marido ha dejado sobre su cuerpo, porque él irrumpe para utilizar el inodoro. Al día siguiente, tiene que poner su mejor cara. Es la boda de su hija. En realidad, la película comienza con una imagen, la de la esa joven escuchando el día antes a su prometido llamándole puta a través de agresivos mensajes de voz.

Happiness (Baqyt) es ante todo un alegato sobre la violencia de género en un país donde fallecen más de 400 mujeres por ese motivo cada año. Pero, lo que intenta poner en foco la película, es que hay muchas más, porque la mayoría no denuncian e intentan proteger a toda costa a sus agresores. La sociedad heteropatriarcal en la que viven les enseña a eso, a callar, a soportar ser humilladas y vejadas, a avergonzarse por ello y pensar que es por su culpa.

La protagonista fue un icono de belleza en su juventud, y trabaja para una marca de cosméticos. Cuando se sube al estrado para presentar los productos a sus clientas, parece una telepredicadora. Su charla versa en torno a la felicidad, a cómo las mujeres pueden ser fuertes y ayudarse entre ellas para alcanzar un estado de plenitud a través de la belleza. Pero cuando regresa a su hogar, se convierte en una víctima de los abusos de su marido de manera continuada. Es consciente de que ya no puede más, pero su entorno, sus hijas, no la apoyan. Está absolutamente sola en su infierno.

El director Askar Uzabayev hasta ahora había transitado en el territorio de la comedia, pero su nueva película no tiene ninguna gracia. Es un contundente aparato crítico en torno a la ingente cantidad de mujeres desprotegidas frente a la violencia de los hombres en su país, Kazajistán. Lo hace partiendo de un caso real, aunque como apuntan los créditos finales, se trata de un problema sistémico dentro de la sociedad.


La película nos introduce en el día a día de la protagonista, en su agonía cotidiana. Al ser una reina de la belleza de cara a la galería, las contradicciones resultan todavía más perniciosas, ya que tiene que ocultar sus cicatrices para poner su mejor sonrisa en las reuniones de cosméticos. Pero hay una extrema crueldad en la forma en la que esta mujer se enfrenta a la absoluta falta de comprensión de su entorno, hasta tal punto que la anula y la condena. Está desamparada frente a una sociedad que defiende al agresor y que juzga a la víctima. Todo ello lo expone Uzabayev de manera muy clara, en ocasiones demasiado aleccionadora, pero en ciertas ocasiones, y en ciertas culturas, quizás no queda más remedio que subrayar, ser didáctico, aunque el valor cinematográfico se cuestiones por encima de una necesidad ante todo social.

Hapiness es una película profundamente dolorosa. En ocasiones se reviste de sátira, pero su fondo es tan terrible y amargo que finalmente no queda lugar a dudas. El director se ciñe al punto de vista de la protagonista, se adentra en su calvario y en su condena. Hay momentos para el folclore, para los rituales autóctonos, pero todos se encuentran revestidos por el aura de fatalidad que lo envuelve todo. La felicidad, en el caso de las mujeres de esta película, es una impostura, una mentira de cara a la galería, como los propios cosméticos que vende la protagonista, placebos para atenuar el dolor.

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