Hasta pronto, Mausoleo; cuánto tiempo, Los Bikini

VALÈNCIA. Polvorones, roscón y un poco de música garage. La noche del sábado 6 de octubre sus majestades de Oriente pasarán por el Loco Club para disfrutar del último concierto de la banda valenciana Mausoleo y para celebrar la vuelta de Los Bikini -Mario, Mikel y Paco- tras más de cinco años de parón. Mientras unos suben al escenario otros se bajan, pero en un breve lapso de tiempo las dos bandas valencianas coinciden sobre las tablas para celebrar una “despedida por todo lo alto” en una de las noches más mágicas del año, de las primeras de este 2024. A partir de las 21h el Loco Club se convierte en un lugar de encuentro para estas dos bandas que han sido pioneras de la música garage en València y que ahora coinciden en espacio y tiempo para celebrar los "nuevos comienzos".

El bajista y corista de Mausoleo, Xus Arcas, explica que su concierto es un “hasta luego” por parte del grupo (junto a Andrés y Mikel), una pequeña despedida que llega después de un largo año de conciertos y tras conquistar las salas de México durante tres semanas. Esta pausa merecida les sirve como “un fin de ciclo natural” para dedicarse a la grabación de su siguiente LP: “Queremos performar encima del escenario y bajar con ganas al local para componer y grabar, es algo que nos queremos tomar con calma y sin prisas de ensayos ni directos. Es un momento de descanso y de tocar maret, y es algo que necesitamos”, aclara. 

Este respiro lo celebran de la mano de Los Bikini, banda con la que comparten al baterista: Mikel Cabanes, quien afronta la noche de “doblete” con muchas ganas y respeto porque tiene que darlo todo -en lo físico y lo emocional- con la batería, aunque confiesa que “las ganas y la motivación siempre están ahí”, y que ya tendrá su merecido descanso tras los “Reyes”.
 

Ambos conciertos coinciden tanto en integrante como en estilo, con lo que Arcas considera que se va a generar un ambiente “bastante familiar”, como en las comidas y cenas de estos pasados meses. Un ambiente en el que habrá caras conocidas tanto arriba como abajo del escenario: “Vamos a vivir muchos reencuentros y seguramente se trate de un bolo más de añoranza, también es un concierto para analizar un poco todo lo que hemos crecido a lo largo de seis o siete años y vivir con calma este momento de parada”. 

“Creo que hemos evolucionado y que hemos sabido comedirnos, lo justo para ir haciendo las cosas que se precisan en cada momento. Eso nos ha ayudado mucho, y ha ayudado a que trabajemos con un bagaje emocional que nos convierte en las personas que somos ahora”, concreta Arcas. Su banda, Mausoleo, se subió por primera vez a los escenarios del Loco Club en junio del 2019, en la presentación de Extraño, y cuyos temas también sonarán en la noche del 7: “El recuerdo es algo que no puede faltar en nuestros conciertos, tocaremos temas de hace mucho tiempo y algunos que se dan ya por lapidados. Todos abren las puertas un poco a lo que está por venir más adelante”, añade. 

El bolo de Los Bikini supone un “hola de nuevo” a València, tras cinco años sin pisar un escenario y sin una despedida digna. En este Cabanes explica que tocarán temas nuevos que esperan poder grabar en un futuro próximo: “Nos tomamos este concierto como una buena despedida, aunque lo que queremos es sacar los temas que toquemos tal vez ir haciendo pequeños conciertos, pero sin comprometernos a la idea de una gira”, añade, y concreta que la puesta en escena de esta noche será algo más “nostálgico” y dirigido para quienes han formado parte de Los Bikini -antes Los Bikini Girls- hasta el momento. “Para nosotros esta noche es una reivindicación de la fiesta dentro de la música, un concierto para valorar la amistad y para celebrar el simple hecho de subirse a un escenario”, aclara, “tras cinco años sin tocar resulta sorprendente ver como la memoria muscular se activa sobre lo que ya hemos tocado, esa energía también se percibe sobre el escenario”. 

Esa energía de la que habla Cabanes se percibe en la propia mezcla entre Mausoleo y Los Bikini, que conjuntamente generan un concierto con  “un sonido más fuerte y una mezcla explosiva” que durará hasta que el cuerpo aguante y hasta que lleguen los relevos de la mano de Martlenders, Imefertiti y Maquita Polvorón, quienes darán a la noche un giro “pop” en el que combinarán fusiones de flamenco-disco con todo tipo de sonidos. Un resumen perfecto de una cena de reencuentro por Navidad, sentando a la mesa todos los estilos y perfiles y celebrando la vuelta a casa por estas fechas, aunque en algunos casos sea por poco tiempo. Una noche que puede que dure menos que el turrón o que el jamón, según gustos y colores.