VILA-REAL. No hubo milagro. El Villarreal se quedó a las puertas de la remontada frente al Olympique de Marsella y cayó eliminado en los octavos de final de la UEFA Europa League. Pese a ello, el gran partido realizado por el cuadro de la Plana, sumado a la comunión lograda con la grada, han servido para dar un paso más en la restitución del ánimo en el vestuario groguet.
Y es que tras en el encuentro Vila-real sonríe de nuevo. El optimismo se ha instalado en una hinchada amarilla que ya afronta ilusionada la recta final de la liga. La irregular campaña liguera llevó a directiva, plantilla y afición a poner todos los huevos en la cesta de la Europa League, competición que tantas alegrías ha dado al Submarino y que levantó al cielo de Gdansk en su última participación. Sin embargo, el cambio de dinámica experimentado desde la llegada de Marcelino ha llevado hasta a los más escépticos a creer en una posible escalada hacia las plazas europeas en la competición doméstica.
Actualmente, ocho son los puntos que separan al Villarreal de la Real Sociedad, equipo que ostenta la sexta posición, mientras diez son las jornadas que restan por disputarse. Tras lo vivido el pasado jueves en La Cerámica, nadie considera ya que sea imposible y solo el desempeño más inmediato de los amarillos, sumado al hacer de sus rivales, dirimirá si realmente hay vida después del Marsella.
La victoria lograda por el Submarino el pasado domingo en el Benito Villamarín (2-3) fue el primer paso hacia el nuevo objetivo. Los de la Plana tumbaron en su estadio a un rival directo por Europa, igualaron el golaveraje e incrementaron su moral de cara a la recta final de la competición. Tres en uno.
Tras el Betis, el derbi del próximo domingo frente a un Valencia en alza y metido de lleno en la carrera por las plazas europeas definirá a qué cotas puede aspirar el Villarreal. Una derrota en La Cerámica distanciaría en ocho puntos a los de la Plana respecto de los del Cap i Casal. Sería un mazazo difícil de superar. El derbi podría ser el principio de la remontada hacia Europa, pero también el principio del fin de las renovadas aspiraciones.
Tras el duelo regional, Atlético de Madrid, Rayo Vallecano, Sevilla y Real Madrid en casa; y Athletic Club, Almería, Celta de Vigo, Girona y Osasuna serán los rivales a los que deberá hacer frente el conjunto dirigido por Marcelino. Equipos todos ellos complicados, pues los partidos se endurecen con el paso de las jornadas y la clasificación ahoga a más de uno.
El Villarreal, ahora en la cresta de la ola, peleará hasta el final por lograr una nueva clasificación para competiciones europeas. La número 17 de su historia. Y eso que tan solo acumula 24 temporadas en Primera División. Todo con un ojo puesto en la final de la Copa del Rey, pues del campeón dependerá si la séptima plaza liguera da acceso o no a la Conference Legue. El Mallorca tratará de evitarlo mientras, desde Miralcamp, desean que el Athletic saque de nuevo la gabarra a pasear para tener así una opción más de certificar su presencia entre los mejores conjuntos del panorama continental.