Entrevista al director del festival, que arranca este viernes en la ciudad 

Heredia: "El MUT arriesga con los espectáculos; al público de Castelló le gustan propuestas nuevas"

26/09/2024 - 

CASTELLÓ. El día 27 arranca en Castelló la novena edición del MUT, el festival de artes escénicas sin texto que este año quiere dar un paso de gigante tras su consolidación como uno de los grandes eventos de su categoría en España. Sergio Heredia, cerebro de esta propuesta, llega a este 2024 más atrevido que nunca porque afirma contar con la complicidad del público, “que siempre ha respondido de forma maravillosa y que ha crecido al tiempo que lo hacíamos nosotros como festival”. 

El MUT acogerá este año a 17 compañías de diez países diferentes que pondrán en escena cerca de medio centenar de representaciones. Con el fin de esquivar el temido ‘morir de éxito’, su responsable plantea diferentes funciones de los espectáculos para así dar cabida al mayor número de público posible.

Para Heredia, premio de las Artes Escénicas Valencianas en 2023, el MUT es una cita clave dentro de la agenda de trabajo de la compañía que dirige desde Vila-real, La Fam, con la que gestiona las Escuelas Municipales de teatro de su ciudad y de Castellón, y otros festivales. En su haber está la dirección y producción de la Cabalgata de los Reyes Magos de la ciudad de Valencia o el espectáculo de videomapping de la Crida de les Falles en las Torres de Serranos.

--¿Cómo planteas la organización del festival para que cada año las actuaciones sean novedosas y atractivas?

-Cada año lo primero que hago es recordarme a mi mismo cuáles son las cosas que en el ámbito de la programación sé que funcionan en el MUT, y a partir de ahí elaboro un planteamiento como si fuera la primera vez que organizo el festival. El objetivo es ofrecer a Castellón un programa de calidad con compañías nacionales e internacionales, con la selección de los mejores espectáculos que están actualmente en gira y con la adecuada combinación de propuestas que mezclan muchas disciplinas: teatro físico, danza, circo, marionetas y espectáculos tanto de formato reducido como el que está pensado para miles de personas.

--¿Es precisamente ese equilibrio de las distintas disciplinas la clave del MUT?

-Claro. Es un equilibrio que hago mientras llevo a cabo una selección previa de forma cuidada. Este año, sin ir más lejos, a Castellón llegan algunas propuestas que son inéditas en España. Concretamente tres serán las que se vean por primera vez. Prestamos especial atención a los formatos y miramos que sean del gusto del festival. El MUT ha creado ya una marca propia, tiene su propio sabor, y los espectáculos que vienen se enmarcan dentro de esos parámetros de selección artística singular. Y es por eso por lo que el público podrá ver como, pese a que los shows son muy diferentes, están cohesionados en su conjunto. El nuestro es un festival fuerte y potente porque los espectáculos que ofrecemos tienen mismo denominador común.

--Hay centenares de propuestas teatrales. ¿Cómo es esa primera selección antes de intentar agendar a las compañías para que vengan a Castellón?

-La clave es viajar e investigar. Estamos presentes en muchos puntos en los que se organizan este tipo de espectáculos artísticos. A veces vamos a actuar y otras como programadores, y ponemos todos los sentidos y nuestro conocimiento en casa ocasión. Acudimos a estos festivales con un ojo crítico, pero también como si viéramos por primera vez un evento de estas características. Es a partir de ahí que elaboramos nuestra propia selección de propuestas. 

Hay algunas que, por diferentes razones, se quedan para próximas ediciones. Intentamos que sea un conjunto amplio de proyectos para luego tener varias opciones a la hora de contactar con los responsables y cuadrar agendas. Hay algunos que me pueden encantar pero igual no tienen disponibilidad a dos años vista. Cada compañía tiene sus propias reglas y te puedes encontrar con casos en los que ellos mismos limiten el número de funciones anuales o viajar a según qué países. Hay muchas singularidades y factores que lo hacen todo muy complejo. He podido llegar a tardar 5 años en lograr traer al MUT un espectáculo.

La clave es viajar e investigar. Estamos presentes en muchos puntos en los que se organizan este tipo de espectáculos artísticos



-¿Se ha convertido el MUT en escaparate para las compañías?

-Si. Es un festival de referencia. Y eso es algo muy chulo que hemos conseguido con esfuerzo año tras año. Nuestra programación se mima al máximo y eso las compañías lo ven enseguida y quieren formar parte del proyecto. Para ellos es importante estar. A las empresas teatrales les hacemos reportajes de fotografía, les damos material para difusión, nos encargamos de las publicaciones… Eso les va bien, y nosotros y Castellón ganamos visibilidad, porque luego utilizan esos instrumentos que les damos para promocionarse y aparece entonces la ciudad y nuestras calles. Además, crea un vínculo entre todos que permite que si en un futuro quieres contactar con ellos por otra producción ellos tengan ganas de volver. Se ha dado casos de que han sido las compañías las que nos han propuesto traer estrenos absolutos a Castellón, y eso es porque les interesa que su obra la vea el público de aquí.

--¿En los orígenes del festival pensaste en algún momento que podría llegar a tener el peso que tiene hoy en día?

-Originariamente no. Tenía claro lo que queríamos hacer pero no sabía hasta donde creceríamos. Es más, en esos primeros momentos solo nos preocupábamos de la gestación del festival y de que se consolidara ese comienzo. El MUT nació de una manera un poco precipitada. Fue casi casi un accidente. El Ayuntamiento tenía un remanente de dinero y se estaba terminando el año. Y así, se decidió apostar por una iniciativa de festival internacional que pensé en la que se pretendía acercar propuestas que el resto del año no tenían mucho sentido en la programación de la ciudad en ese momento, pero que sí que tenía cabida en el marco de un certamen. 

Es muy difícil exhibir uno de estos espectáculos de forma autónoma un viernes o un sábado, y además el gasto se dispararía, pero si juntas unos cuantos cobran potencia y dan sentido a la propia exhibición. Tras su nacimiento, el MUT fue evolucionando de manera maravillosa. Ha crecido mucho y el público también lo ha hecho junto al festival. Hemos llegado a estar a punto de morir de éxito, porque ha habido jornadas en las que hemos tenido demasiados espectadores y eso, que es maravilloso, se vuelve complicado de gestionar. Ante esa situación respondemos dándole al público más oferta y que así tengan más opciones de disfrutar del teatro. 

Estamos ya en otro punto. Somos conscientes del festival que tenemos y lo cuidamos al máximo pero necesitamos que siga creciendo con mejor programación. Y en ese punto llega la edición 2024: muchos espectáculos y muchas repeticiones. Es nuestra apuesta, y por eso se podrá ver hasta seis pases distintos de un mismo trabajo para intentar repartir el público y que los castellonenses tengan oportunidades de ver cuanto les apetezca.


--¿Estimas que puede ser este un año clave?

-Si. Creo que vamos a dar un paso al frente en esta edición. Pero aún nos queda camino para seguir creciendo. Me gustaría seguir avanzando, y tengo el convencimiento de que el público respondería igual de bien que lo viene haciendo en los últimos años. Si en próximos años crecemos aún más, seguro que seguimos llenando las calles de teatro y de gente. Pero ahora hay que centrarse en lo que tenemos listo para la semana que viene y consolidar nuestro trabajo. Exprimimos al máximo el presupuesto del que disponemos. En cualquier caso, estoy muy satisfecho de los nueve años de MUT que llevamos a nuestras espaldas.

--¿Pero ves factible seguir creciendo?

-Si. Trabajamos para que cada año tenga un poco más de presupuesto que el anterior. El MUT funciona y estimo que podría llegar a ser el festival de artes escénicas de referencia de Castellón. Es mi objetivo, sin duda. Y me gustaría que también lo fuera para el resto de las partes implicadas.

--¿Es el público de Castellón lo suficientemente atrevido para que, como organización, intentéis ese objetivo?

-Sin duda. El público de Castellón es muy bueno y muy guai. Hay personas que han descubierto las artes escénicas por el motivo que sea y luego se ha convertido en un público muy fiel a la asistencia al teatro, y creo que a través del festival aún más. A la gente de Castellón le gusta descubrir nuevas propuestas, no tiene reparo ni siquiera ante las iniciativas más arriesgadas. Este no es un festival infantil, es para todos los públicos. Cuando organizados los contenidos no pensamos en los niños como público diferente sino que pensamos en un público que abarca el abanico completo. Incluso nuestras propuestas más cañeras son para todas las edades. Y eso hace que la gente vaya a disfrutar del teatro indistintamente por la mañana, por la tarde o por la noche. Es cierto que los últimos espectáculos del día son formatos más grandes, más contundentes y están pensados para dar cabida a más espectadores, pero siguen siendo para todo tipo de público.

Trabajamos para que cada año tenga un poco más de presupuesto que el anterior


--Entiendo que te arriesgas por la complicidad que tenéis con la gente...

-Tenemos complicidad absoluta con el espectador de Castellón. La calle tiene una ventaja que marca la diferencia siempre, y es que es muy democrática y cuando una persona está viendo algo que no le gusta o con lo que no conecta se levanta y se va. Y no pasa absolutamente nada. Son encuentros con las artes escénicas absolutamente gratuitos, y eso está muy bien que sea así. No hay que pagar ni cuando se trata de espectáculos de aforo reducido. 

La gente entra por orden de llegada o con tickets que repartimos gratis para así contabilizar el acceso de los vecinos. Hay ocasiones en los que no podemos ofrecer todos los pases que nos gustaría con este tipo de eventos de aforo limitado porque la compañía no está dispuesta por no agotar a sus artistas, pero aún en esos casos, la gente responde muy bien y es muy respetuosa. Ojalá eso pueda continuar durante mucho tiempo y no se desvirtúe con los años. Nosotros tratamos al espectador igual de bien que lo hacen ellos con nosotros. Buscamos cuidarlo todo al máximo para que la gente pase el mejor rato de teatro posible.

--Por lo que comentas, hacen una buena dupla Castellón y el MUT.

-El MUT es una cita de teatro sin texto, y eso lo convierte en una cita teatral internacional y abre la puerta a que gente de otros países disfrute de la cultura de Castellón durante un fin de semana. Durante un tiempo, en algunas revistas de vuelo de las que se leen en los aviones invitaban a los pasajeros a visitar la provincia para disfrutar del MUT. Es un ejemplo de como este es un evento internacional con mayúsculas, y eso hay que seguir aprovechándolo.


--¿Estáis en disposición de competir con los festivales más importantes de Europa?

-La verdad es que hay festivales más importantes que el MUT, pero este es de los más potentes. El MIM de Sueca es uno de los que nos queda más cerca y es muy importante, como también lo es el Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle (TAC) de Valladolid. Ellos juegan en otra liga, tanto en presupuesto como en antigüedad. Para que te hagas una idea, la partida económica que tenemos nosotros es seis veces más pequeña que la del de Valladolid. Y eso se nota. Pero aun así, y es un orgullo para nosotros, todos los años los responsables del TAC se preocupan por lo que hacemos en Castellón e incluso han venido alguna vez al MUT como público. Nosotros también viajamos a Valladolid todos los años porque nos gusta ver su programación, que está en torno a los 150 trabajos en cuatro días. Disfrutamos mucho de lo que hacen y aprovechamos para otear lo que muestran las compañías.

--¿Con qué te quedas de la programación de esta edición?

-No me puedo quedar con un solo espectáculo. Cada uno tiene su singularidad pero daré cuenta de tres que seguro que son una sorpresa y que cautivan a los que vayan a verlo. Uno de los más poderosos del MUT 2024 es ‘Sky Explorer’, de los belgas Lyapunov. Vienen por primera vez a España a presentar un trabajo de funambulismo desde una altura de 20 metros y con un recorrido por el cielo de Castellón de 120 metros atravesando varias plazas (Mayor y Huerto Sogueros). Por otra parte, la compañía Circus Baobab será seguramente la más innovadora. Viene de la República de Guinea y está de gira por Europa. Castellón es su parada en España. Su espectáculo se centra en acrobacias imposibles, circo y danza, y lo ejecutan de forma exótica, puesto que el contraste cultural es notable. Y por último, recomendaría a la compañía de Reino Unido Motionhouse, que presenta ‘Wild’.

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