Ilias Akhomach celebra su gol ante el Stade Rennes. VILLARREAL CFVILA-REAL. Su nombre es Ilias Akhomach Chakkour y llegó al Villarreal el pasado mes de julio sin hacer mucho ruido. El extremo de 19 años —nacido en Barcelona y de ascendencia marroquí— venía de despuntar en la exigente cantera del Barça y recaló en el Submarino para reforzar al filial amarillo en su objetivo de mantener la categoría en LaLiga Smartbank. “Allí donde esté voy a rendir a muerte”, prometió en su presentación. El tiempo se ha encargado de corroborar sus palabras.
Seis meses después, las circunstancias y sus propios méritos le han llevado a ser titular indiscutible en la banda derecha del esquema de Marcelino y el mejor futbolista groguet en la mayor parte de encuentros. Un foco de luz en medio de la oscuridad que vive el Villarreal esta temporada, eliminado de la Copa a las primeras de cambio y coqueteando con el descenso en Liga.
Se trata de una sensación que va más allá de los buenos números que acumula: dos goles y cinco asistencias en todas las competiciones, segundo máximo asistente del equipo por detrás de Álex Baena. Es que por momentos parece ser el único futbolista (Gerard Moreno y Baena aparte) capaz de desbordar, de crear, de hacer algo diferente en un equipo que rebosa apatía.
Así se ha demostrado en los dos últimos encuentros, en los que se inventó la jugada del gol en Mestalla a base de regates y dibujó una parábola perfecta con su talentosa pierna izquierda hacia la escuadra en Salamanca. Dos chispazos de genialidad que el mal momento del equipo ha conseguido inutilizar.
Pero sobre todo, la afición le agradece su garra, su entrega, su intensa forma de competir que supone un llamativo contraste frente a la aparente pasividad que invade a muchos de sus compañeros. Es algo que se nota incluso en los gestos y en los pequeños detalles.
En el derbi autonómico fue de los pocos que sacó pecho para encararse cuando los futbolistas del Valencia cometían alguna falta dura, se señaló el escudo en la celebración del tanto en Salamanca y en redes sociales se muestra activo con mensajes de unión y apoyo al equipo. Con 19 años y recién llegado, parece sentir los colores más que los veteranos.
Cabe recordar que Ilias, que luce el dorsal 27, todavía cuenta con ficha del filial. Sin embargo, Miguel Álvarez, el entrenador del Villarreal B, sólo ha podido disfrutar de él en dos partidos, ambos en el inicio de la temporada, ya que después los tres técnicos que han pasado por el banquillo del primer equipo han reclamado su presencia. En su favor ha jugado la grave lesión de Yeremy Pino, el extremo derecho que estaba llamado a ser indiscutible.
Ahora bien, Ilias ya había empezado a ganar protagonismo antes de la lesión del jugador canario. Quique Setién le dio minutos en varios encuentros saliendo desde el banquillo y de la mano de Pacheta le llegó su primera titularidad, en Los Cármenes el 30 de octubre. La posterior llegada de Marcelino le volvió a relegar al banquillo circunstancialmente, pero supo aprovechar su oportunidad en Rennes y desde entonces no ha salido del once.
En aquel loco partido que acabó con el Villarreal como primero de grupo en la Europa League, Ilias Akhomach apareció en un momento importantísimo para anotar su primer gol con la camiseta amarilla. Desde entonces ha sido titular en los cuatro choques que ha disputado el conjunto de la Plana Baixa, colaborando de manera directa en los dos últimos goles del equipo.
La suerte para Marcelino y la entidad amarilla es que, a pesar de que en noviembre el joven futbolista dejó clara su intención de jugar con Marruecos y no con España como había hecho hasta la sub-21, el seleccionador magrebí Walid Regragui no le ha convocado para la Copa África que empieza este 13 de enero y termina el próximo 11 de febrero.
De lo contrario, el Villarreal habría perdido cerca de un mes (ya que Marruecos es de las favoritas para llegar lejos en el torneo) a uno de los pocos jugadores que está aportando algo de luz a una temporada, hasta el momento, muy oscura.
