VALÈNCIA. Con esta ya son 39 las veces que Sagunt a Escena ha llamado a su público a filas, que encara su nueva edición esta misma semana. El festival se desarrollará del 4 al 28 de agosto en el Teatro Romano y diferentes espacios de la ciudad, aunque la inauguración oficial llegará este sábado con la versión escénica de la Júlia de Isabel-Clara Simó, una pieza a cargo de la compañía alcoyana La Dependent y Gemma Miralles que hace unos meses se pudo ver en el Teatre Principal de València. Esta edición suma, además, nombres como José Mercé, Christina Rosenvinge o Sergio Peris-Mencheta, una programación que asienta el cambio de dirección del proyecto del Institut Valencià de Cultura (IVC). Esta edición es especial por muchos motivos, aunque el principal a nadie se le escapa. Con la eliminación de la práctica totalidad de restricciones, esta edición se vivirá sin los sobresaltos de 2021, un contexto bien distinto para las industrias culturales. Es también la segunda liderada por Inma Expósito, después de que la empresa Pro21 Cultural fuera elegida para gestionar el festival, aunque el primer curso completo que están al frente. Con el nuevo proyecto tomando forma, aprovechamos para hablar con Inma Expósito sobre el presente y futuro de Sagunt a Escena.
-Primer año completo al frente del festival, ¿cuál es la principal ambición?
-Pensamos no solo en esta edición, sino en el futuro del festival. Queremos que las instituciones se impliquen, no solo de manera económica, que se haga con el tejido de equipo de trabajo de todas las instituciones y de nosotros, como Pro21 Cultural, un engranaje más fluido y sólido. Ese tejido existía, pero trabajar un año completo ha hecho que los engranajes se engrasaran y funcionaran de una manera mucho más efectiva, tanto a nivel de programación como impulsando nuevas mejoras, como la nueva web, una nueva tiquetera, etc. La hoja de ruta del festival está mucho más nítida.
-El año pasado hablábamos inevitablemente de restricciones, ahora es el escenaro bien distinto, ¿es la pandemia ya es pasado en las escénicas?
-En principio, sí. Nosotros estamos afrontando el festival con total normalidad, en todos los sentidos. Siempre ha y que tener la precaución, y es algo que nos durará mucho tiempo, pero no tenemos ese miedo a que haya limitaciones de aforo o toques de queda como el año pasado, que se tuvo que cambiar en el último momento los horarios. Otra cosa que tenemos a favor es que ocupamos espacios al aire libre. Estamos tranquilos.
-El nuevo proyecto incide mucho en la idea de un festival multidisciplinar, diverso, ¿cómo se concreta la identidad del festival?
-Aunque haya un diversidad en cuanto a disciplinas y géneros, siempre buscamos que haya en todos los espectáculos un componente contemporáneo e, incluso, un componente social. Buscamos que los espectáculos remuevan conciencias. En algunos es muy evidente, como en Ladies Football Club, que reivindica ese papel de las mujeres en un territorio donde su figura había estado vetada. A la hora de programar un clásico también buscamos que esa relectura sea adecuada para el siglo XXI. Ahí es donde está el sello. Si hablamos de José Mercé, por ejemplo, no estamos hablando de un espectáculo de flamenco al uso, sino en el que indaga en nuevos lenguajes y conjuga el cante flamenco con otras disciplinas, como el audiovisual.
-La programación interpela mucho al presente…
-El feminismo está muy presente, y no solo. Contamos con espectáculos como Plàstic, que habla de la conciencia ecológica o Nada que habla de las migraciones. Hemos intentado que cada espectáculo tenga un cierto componente social, que remueva y conmueva. Queremos que cuando el espectador salga del teatro llevándose algo más.
-El festival se conecta este año con el Teatre Romea, el Festival de Teatro Clásico de Mérida y el Festival Grec de Barcelona con la producción Safo, que se podrá ver por primera vez en la Comunitat. Hábleme de las relaciones con otros espacios y qué futuro dibuja a este respecto.
-Esto es un trabajo continuado de todo el equipo, el de estar continuamente en contacto con otros festivales similares al nuestro en programación o en espacios, pero también con espacios que sean referencia a nivel estatal, sean compañías o promotoras. Es importante estar alerta de esos proyectos que estén en gira y establecer relaciones a largo plazo. Estamos asistiendo a ferias continuamente, también es importante el tema de recepción de propuestas, aunque nunca se cierra a otras propuestas que nos llegan por otras vías. Es un trabajo de 365 días de varias personas.
-¿Qué espacio ocupa Sagunt a Escena en el contexto del resto de festivales y hacia dónde camina?
-Sagunt a Escena es un festival que tiene prestigio a nivel estatal. No quiero compararlo con otros, pero tenemos que tener en cuenta el papel que juega Sagunt a Escena con respecto a la programación y los proyectos que tiene el Institut Valencià de Cultura, que son muchos. Este es un proyecto más, al que le dan mucha importancia y cariño. Hay otros festivales que tienen un apoyo institucional o de marcas privadas, o un presupuesto y apoyo en comunicación, muy potente. Eso se ve mucho con la repercusión que tienen que, comparado con nosotros, es mucho menor. Ojalá, me gustaría muchísimo llegar ahí, pero creo que son ligas diferentes. Al final, lo que nos importa es que el prestigio de Sagunt a Escena no se pierda y que la valoración del público sea buena. Que se llenen las plazas y el Teatro Romano. Obviamente me gustaría tener más presupuesto y repercusión, pero creo que con lo que jugamos el festival está muy buen posicionado.
-Durante la presentación de la nueva edición también hablaba de una programación que va “en consonancia con la programación regular del IVC”, ¿en qué medida os marca el camino?
-Nosotros tenemos libertad a la hora de decidir que se programa dentro de las coordenadas de calendario y presupuesto. Obviamente, lo ponemos en consonancia con el IVC, porque hay otras programaciones, como el festival Fresca! de Alicante, o las propias producciones y exhibición del IVC. Si hay una producción que se ha hecho este año en el IVC que es Júlia y que ha funcionado bien, ha de estar. Por otra parte, el año pasado el festival Fresca y nosotros programamos el mismo espectáculo de La Veronal, algo que nos resultó muy positivo.
-Gran parte del menú de 2022 se concentrará el ‘Off Romà’, que no es un pilar menor…
-El sentido del Off Romà es el de generar público. Cuando planteamos la programación de Sagunt a Escena va todo junto, si se decide un espacio y no otro no es porque un espectáculo sea menor. Lo que se hace en la calle es porque es su espacio natural y de comodidad, como puede ser Aquiles o la danza vertical de Nada. También ofrecemos espectáculos que son pequeñas delicatesen, que pueden acercar nuevas disciplinas, como la poesía de Versonautas, que ubicamos en la Casa dels Berenguer porque necesita esa intimidad.
-¿Desde el punto de vista musical, qué espacio quiere jugar Sagunt a Escena?
-Sagunt a Escena lleva muchos años programando espectáculos musicales. Es un festival de teatro, aunque queremos dar cabida a otras disciplinas. Ahora tenemos dos espectáculo plenamente musicales, con José Mercé y Tito Pontet. Creemos que ese público que no ha tenido la oportunidad de ir al Teatre Romà a lo mejor un concierto le atrae más y, después, puede sentirse atraído por el resto de la programación. El año pasado hicimos dos conciertos en el Off Romà, como Marala y Smoking Souls, y había una cantidad e público joven y, creo, no muy asiduo a espacios teatrales que se sorprendía mucho con las actividades. Es una buena manera de acercar el teatro a nuevos públicos y, además, programáticamente tiene todo el sentido.
-El año que viene será la edición 40, ¿hacia dónde quiere caminar el festival?
-Ya estamos teniendo algunas ideas que nos gustaría hacer. No se va a ir muy lejos de la línea que llevamos hasta el momento, aunque obviamente ojalá pudiéramos crecer, generar alguna actividad continuada durante el año trabajando con distintos colectivos. Bajo el mantra de la fidelización del público nos gustaría trabajar con los CEFIRE, por ejemplo. Queremos crecer más allá de las fechas del festival de agosto, con distintas acciones expandidas.
La bailarina, recientemente premiada con un Max, lleva su Corps seul a Sagunt a Escena