Intereses belgas y holandeses en la naranja "amarga" sudafricana

29/01/2022 - 

BRUSELAS. Sabido es de los estrechos lazos entre los Países Bajos y su antigua colonia, Sudáfrica. Y sabido es que el puerto de Rotterdam, el mayor centro de distribución de frutas y verduras en Europa, no realiza los controles necesarios para que los productos frescos lleguen en condiciones al consumidor. La unión de las tres asociaciones de importadores belgas, alemanes y holandeses contra el tratamiento en frío de la naranja sudafricana, exigencia del Gobierno español y de la Generalitat Valenciana ante la Unión Europea, esconde grandes intereses de producción allende los mares que no cumplen con los estándares europeos.

Detrás de las importaciones de cítricos a Europa procedentes de Sudáfrica, segundo exportador mundial después de España, hay nombres belgas y holandeses, y cadenas de supermercados alemanas que se aprovechan de la falta de control fitosanitario en los puertos de Rotterdam y Hamburgo, como muestra el aumento de interceptaciones de la Comisión Europea. Cada vez entra a Europa más naranja contaminada con la polilla, que puede hacer peligrar la producción valenciana, o tratada con pesticidas peligrosos para la salud de los consumidores europeos.

El eurodiputado Florent Marcellesi preguntaba a la Comisión Europea en pregunta parlamentaria, ya en 2017, sobre la modificación de una Directiva respecto a los controles fitosanitarios. Alertaba de una publicación de la Asociación de Productores de Cítricos de África Meridional que reveló “una gran disparidad entre los puertos españoles y holandeses en las inspecciones fitosanitarias”. En los Países Bajos, una empresa privada lleva a cabo los controles en lugar de los funcionarios públicos “y el número de casos detectados es 24 veces menor que el detectado en España”, explicaba a la Comisión.  

Trabajadores. Foto: ALG Estates

El puerto de Rotterdam

Desde 2015, Sudáfrica ha estado evitando los puertos españoles, enviando sus cítricos a la UE a través de Rotterdam e Inglaterra. Además, el organismo privado que lleva a cabo inspecciones fitosanitarias en los Países Bajos, la Oficina de Control de Kwaliteits (KCB), depende de los importadores reales de frutas y verduras holandesas.

La cadena de valor, además, no respeta los estándares europeos en cuanto a los derechos laborales en origen, ni la nueva estrategia europea de sostenibilidad medioambiental, que prima la producción propia en suelo europeo bajo en nombre “De la granja a la mesa” (From Farm to Fork, en inglés).

Nombres belgas como Marc Zwaaneveld y Hein Deprez, del Grupo Greenyard, representa  a uno de los mayores proveedores de frutas a nivel mundial. En su página de presentación explica que “Greenyard Fresh tiene varias marcas reconocidas de cítricos, comercializadas en todo el mundo, que incluyen naranjas, pomelo, limones, limas, mandarinas, mandarinas y cítricos especiales”. Y añade que, “para satisfacer la demanda durante todo el año, nuestra mayor fuente de variedades vienen del hemisferio sur”. Deprez tenía plantaciones propias hasta 2011 en América del Sur, Sudáfrica y Turquía.

Uno de los importantes productores y exportadores de cítricos sudafricanos es ALG Estates. En su web explican que su plantación se encuentra “en los fértiles tramos superiores del valle del río Olifants”, en una zona con clima típico mediterráneo. ALG abarca una extensa finca que comprende una serie de granjas de cítricos con una orgullosa tradición que abarca más de dos siglos, perteneciente a la familia Van der Merwe, con los hermanos All, Lieben y Gerrit a la cabeza.

Exportaciones a Rusia sin sanción

En general, las operaciones agrícolas están altamente mecanizadas. Pero la recolección de frutas se realiza exclusivamente a mano y se transporta al almacén de ALG, donde se clasifica de acuerdo con la calidad y el tamaño y se trata para prolongar la vida útil. El puerto de exportación de Ciudad del Cabo está a solo dos horas en coche, lo que permite su exportación a cámaras frigoríficas en dos días. Suministran a toda Europa Occidental y Oriental. Y a Rusia, que sigue con el embargo a la naranja valenciana en respuesta a las sanciones de la Unión Europea.

ALG produce todo el espectro de cítricos durante diez meses al año, y la recolección comienza en marzo. Las variedades de Citrus producen son valencias, medianoches, pomelo, limones, cítricos blandos como clementinas, mineolas, satsumas y fairchilds, así como las navegas superlativas y de renombre mundial de ALG. Las Valencias son la segunda variedad más grande de ALG. Nuestras variedades son Midknight, Delta y Valencia Late. Se exportan de las semanas 31 a 45, es decir hasta el 15 de noviembre, con lo que se solapan con la producción valenciana y europea. Lo mismo ocurre con el pomelo y, en especial, con los limones, que producen y exportan durante todo el año.

Es sólo un ejemplo. Pero la Asociación de Productores de Cítricos  de Sudáfrica maximiza la rentabilidad a largo plazo de sus miembros proporcionando a la industria acceso a los mercados globales. El CGA representa los intereses de los productores de cítricos de exportación, aproximadamente 1.400 productores en toda África Meridional (incluidos Zimbabwe y Swazilandia). Foto: EFE

Sede en los Países Bajos

Otra empresa es Capefive, originaria de la región frutícola del Cabo (Sudáfrica), hoy en día comprende un grupo de empresas internacionales en los Países Bajos, Hong Kong y China. El equipo holandés mantiene una fuerte relación tanto con los importadores como con los exportadores de frutas, y la oficina, con sede en los Países Bajos, utiliza la red mundial integrada de la compañía para mantener su fuerte punto de apoyo en Europa. Los cítricos provienen de Sudáfrica, Egipto, Marruecos y se venden a toda Europa.

Los Países Bajos son el principal comprador de verduras y frutas frescas sudafricanas. Alrededor de una quinta parte del total va a los Países Bajos y casi la mitad de la importación holandesa de naranjas proviene de Sudáfrica. Por ello, no es extraño encontrar otros nombres vinculados, como Van Doorn, otra empresa que produce fruta, incluidos cítricos. “Los cítricos de Sudáfrica se exportan a todo el mundo con una demanda cada vez mayor”, dicen en su página web.

Por último, un estudio de la Fundación Rosa-Luxemburgo junto con el Khanyisa Educational Development Trust en Sudáfrica, de Benjamin Luig, titulado “Naranjas amargas”, habla de la explotación de la mano de obra recolectora en Sudáfrica en los campos de naranja, que no cumplen los estándares europeos que se exigen a los productores valencianos con la nueva Política Agraria Común (PAC).

Alemania, explica el artículo, es un importante mercado objetivo para los productores de cítricos en Sudáfrica. La Unión Europea es, con mucho, el mayor importador de cítricos del país en el Cabo, y Alemania a su vez es un importante importador dentro de la UE. Una proporción significativa de las naranjas, limones y mandarinas que los minoristas alemanes ofrecen a sus clientes provienen de Sudáfrica, especialmente en los meses de verano y otoño.

La cadena de suministro

Después de España, Sudáfrica es el exportador más importante al mercado alemán con 80.400 toneladas al año. El poder de mercado dentro de la cadena de suministro está extremadamente desigualmente distribuido. Las empresas importadoras a menudo reciben la fruta a comisión en lugar de comprarla. “Los exportadores sudafricanos suministran a los minoristas alemanes Edeka, Netto, Rewe, Lidl y el grupo mayorista Selgros”, explica este informe.

En los campos que analiza este estudio había cinco áreas en las que, según los trabajadores, se violaban las leyes laborales aplicables. “Las condiciones en las granjas Nuwelande, Mimosa y Hillside son particularmente problemáticas. Los empleados no tienen un contrato de trabajo, durante la temporada de cosecha el salario mínimo legal es reemplazado por un salario a destajo. En tres de las cinco granjas, los trabajadores informan haber sido intimidados o luchar activamente contra la organización sindical”. Ls condiciones de vida no difieren de las de trabajo.

Añade que, “en las cinco granjas encuestadas, los trabajadores que viven en las granjas no tienen acceso a agua potable limpia. Se utilizan pesticidas altamente peligrosos en las cinco granjas. En tres de las cinco granjas, los alojamientos están en malas condiciones y no hay suficientes baños disponibles”. Estas condiciones laborales están totalmente prohibidas para los agricultores europeos, que deben cumplir los estándares también de responsabilidad social.

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