VALÈNCIA. Si seguimos algo, muchas veces, es para alcanzarlo en aspiración o inspiración. Las redes sociales y sus conocidas influencers —personas que cuentan con un elevado número de seguidores en estas plataformas— han abierto una nueva ventana en el sector de la moda, sobre todo, para quienes buscan en ellas una referencia a la hora de vestir. Con esta premisa bajo el brazo, los jóvenes Gonzalo Marijuan y Pablo Rodríguez decidieron ir un paso más allá y crear It Closet. Una tienda de ropa de segunda mano online, donde las prendas provienen del armario de alguna de estas personalidades.
Sin embargo, este enfoque surgió a raíz de la pandemia y una vez las puertas de la startup ya fueron abiertas. Tal y como explica Marijuan a Castellón Plaza, el primer formato nació en febrero de 2020 con el objetivo de facilitar el proceso de vender ropa a través de páginas como Vinted o Wallapop. "A cualquier persona le recogíamos las prendas, nos encargábamos de toda la gestión y, después, cobrábamos una comisión por transacción", detalla. Pero la llegada de la covid y el cierre de los establecimientos de envío les hizo tomar otro rumbo: crear su propia plataforma web como principal canal de ventas.
Es aquí donde ambos empresarios de Madrid pensaron en cómo atraer compradores. La bombilla "se les encendió" —como él mismo cofundador expresa— y decidieron colaborar con influencers que conocían para ofrecerles el servicio, a cambio de conseguir más tráfico de clientes. Ese fue el paso que les hizo convertirse en lo que son a día de hoy: un marketplace de ropa de segunda mano "exclusivo" al limitar de donde viene la oferta. De esta manera, en mayo cambiaron su modelo y, en octubre de 2021, decidieron colgar su antiguo nombre de Cash the Closet para incorporar el de It Closet. Concepto que coge la palabra inglesa "it" del término "It girls", cuyo equivalente en español sería el de "chicas de moda".
"Estuvimos bastante tiempo enfocados en influencers con el primer nombre de la empresa. Tardamos en cambiarlo porque nos daba miedo que la gente nos olvidara, pero lo veíamos necesario. Al final, vimos que acortarlo y hacerlo más sencillo podría ser también beneficioso y nos decidimos a ello", subraya el joven emprendedor.
Instalados desde sus inicios en Lanzadera, la compañía cuenta ya con alrededor de 300 perfiles de influencers femeninos y 50 masculinos. Paula Gonu, Nuria Blanco o Álvaro Moreno son algunas de las personalidades que han optado por It Closet para vender al público su ropa. Prendas que la startup mantiene en depósito al encargarse únicamente del proceso de transacción, del cual se llevan un porcentaje en función de la influencia.
Ya sea la empresa quien se ponga en contacto con ellas o viceversa, Marijuan enfatiza que siempre buscan mantener una línea de estilo similar entre todos los productos. A pesar de que esta no se encuentra muy marcada a causa de la variedad de colaboradores que tienen, el empresario resalta que la mayoría suelen ser perfiles de lifestyle a los que también les gusta la moda. Así pues, en la página el cliente puede acceder a diferentes prendas como abrigos, zapatos, trajes de baño o complementos, a excepción de lencería o ropa interior.
Con esta cantera de influencers que va en aumento, la plataforma opera mediante dos modelos diferentes en función del tamaño de la cuenta. Para perfiles con más de 50.000 seguidores, el emprendedor comenta que las prendas correspondientes se encuentran en el almacén de la empresa para realizar las fotografías y el envío posterior al cliente. En caso contrario, se opta por mantener la ropa en el hogar del propietario o propietaria, quien se hace las fotos con ella y, luego, el pedido se tramita directamente de casa a casa.
En ambos casos, el cofundador de It Closet especifica que todos los envíos se hacen con el packaging propio de la firma y suelen tardar en uno o dos días en llegar a su destino. Un aspecto del que cuidaron "todos los detalles para poner el foco en la calidad". Con este trabajo, junto a la comprobación del estado de todas las prendas, buscan que el cliente reciba su compra "como si fuese completamente nueva".
En general, todos estos proveedores son recurrentes en la empresa y suelen llevar tandas de ropa para vender cada dos o tres meses al renovar su armario personal. Mediante esta acción, el CEO de la empresa acentúa que se le otorga una segunda vida a prendas que, en la mayoría de casos, "solo ha sido puesta una o dos veces y está en perfecto estado".
Una iniciativa que permite reducir la producción textil y, por ende, ahorrar tanto en litros de agua como en emisiones de CO2. Además, el equipo de It Closet persigue dar un nuevo enfoque a la moda de segunda mano desde la perspectiva de que, en ella, se puede encontrar "ropa de muy buena calidad, de marca y a un precio asequible".
De hecho, el precio de la prendas suele estar en torno a un 40 o 50 % de descuento respecto a lo que costaría si fueran nuevas. No obstante, este porcentaje oscila en función de una serie de factores como, por ejemplo, la firma del producto. Asimismo, conviene resaltar que el público general de este marketplace suelen ser mujeres de entre 25 y 35 años, aunque no necesariamente seguidoras de las influencers con las que se colabora.
Con una facturación el primer año de 160.000 euros y el enfoque de que ahora mismo el interés primordial no es conseguir un margen amplio de beneficio, la consolidación en España y el crecimiento son los dos objetivos principales hacía los que rema todo el equipo. Una plantilla que, de hecho, está conformada por doce personas provenientes de diferentes ámbitos universitarios como Administración y Dirección de Empresas, Gestión comercial y Marketing, Moda, o Fotografía, según la función.
A fin de alcanzar dichas aspiraciones, la empresa cerró el año pasado su primera ronda de financiación de aproximadamente 400.000 euros entre un préstamo Enisa y el capital privado. De igual forma, prevén plantear la segunda a mediados de este 2022, bajo el objetivo de abrir nuevos mercados. Propósito para el que dieron ya un paso en marzo al integrar el primer perfil de una influencer de Portugal.
Sin embargo, no descartan salir fuera de la península a ampliar el negocio. De hecho, uno de los destinos en mente a largo plazo es Latinoamérica, debido al tráfico de compradoras que provienen de allí al ser seguidoras de influencers españolas. En concreto, el 10 % de sus ventas provienen tanto de ahí como del resto de Europa.
Así pues, con esta idea no solo se limitarían a la venta en esos países, sino que además contarían con proveedoras de la zona. Un salto que el CEO valora a nivel logístico como "muy difícil", pero que no quieren que se quede en el tintero.
Este objetivo se suma a los ya establecidos por la empresa valenciana para crecer, aumentar en facturación mes a mes, consolidar el mercado español junto a la hipótesis del portugués y, sobre todo, derribar el prejuicio sobre dar una segunda vida a las prendas usadas sin que se pierda el estilo y a bajo coste. Todo ello, a fin de "afianzarse como el marketplace número uno de segunda mano de influencers en el país".