VALÈNCIA. Jon Rahm, número uno del mundo, vivió una jornada para olvidar con tres 'bogeys' y un 'doble bogey' que le hacen reducir muchísimo sus opciones de repetir la victoria en el Abierto de España que se disputa en el Club de Campo de Madrid.
El golfista vasco, que inició la jornada como segundo clasificado, no tuvo su día. Él mismo lo reconoció al final. Todo lo que podía ir mal fue mal, incluso golpes que no parecían muy complicados.
Encuadrado en su grupo de partido con el español Adrián Arnaus y el holandés Wil Besseling, Rahm siempre fue a remolque en su juego.
En el hoyo 3 realizó un 'bogey' y en el cinco un 'doble bogey'. De esos dos fallos no se recompuso, pese a anotarse dos 'birdies' en el 7 y 9. En el 12 y 13 volvió a cometer dos fallos con sendos 'bogey' que le sacaron mentalmente de la partida aunque acabó con un 'birdie', el cuarto de la tarde, en el mismo sitió donde lo realizó la jornada precedente.
Su desesperación quedó patente cuando, al término del hoyo 13, en el que hizo un 'bogey', sacó públicamente su frustración dando un golpe de rabia al suelo con su palo.
A falta de una jornada para acabar el Abierto de España, Jon Rahm es decimoquinto con un registro de 192 golpes (-11). La clasificación la lidera otro español, Rafa Cabrera Bello, con 196 golpes (-17).
El golfista vasco, doble ganador del Abierto de España en 2018 y 2019, aspira a repetir esos triunfos para igualar con tres títulos al legendario Severiano Ballesteros, que consiguió subir a lo más alto del podium en 1981, 1985 y 1995.