Relación IICASTELLÓ. El Cristo de Velázquez y la portada de Yo, minoría absoluta de Extremoduro; la Venus de Sandro Botticelli y un selfie. Si indagamos seguramente encontremos muchas más semejanzas entre una pintura clásica y una imagen actual. En Relación dual, el castellonese Jorge Julve muestra cómo efectivamente existe una relación muy estrecha entre ambos campos y en su caso, además, el hecho de juntar una pintura clásica con una imagen extraída de Internet, le ha llevado a generar su propia obra. "Las pinturas son un paso hacía la autonomía de la propia pintura", manifiesta el mismo en un texto extraído de la página web de Marisa Marimón, galería ourense donde tiene obra.
–"Cuando vi el Cristo de Velázquez me vino directamente a la cabeza la portada del disco de Extremoduro, la cual forma ya parte del imaginario colectivo. Son un Cristo del Barroco y un Cristo de nuestro tiempo. Existe una relación potente entre ellos.
Con la pintura de Venus me ocurrió lo mismo. Llevaba tiempo manejando imágenes de Botticelli y un día entrando en Instagram me apareció un selfie que me impactó por la semejanza que tenía con esta. De alguna manera, las pinturas clásicas influyen a la hora de generar imágenes, como pueden ser los selfies".
Estas conexiones que se dan entre la pintura clásica y la moderna -entendiendo dicha como la que pertenece al tiempo actual- marcan la exposición que el castellonense protagoniza en la Sala Sant Miquel de la Fundació Caixa Castelló. Una dualidad que no se queda aquí.
Además de la relación que se da entre diferentes tipos de imágenes, unas clásicas y otras actuales, el creador enfrenta las pinturas al propio espacio de la Sala Sant Miquel, generando así un nuevo vínculo. "Lo primero que tuve que hacer cuando me encargaron este proyecto fue conocer las características de la sala, porque después trasladaría esto a mi pintura", explica el artista.
Existe pues una relación significativa entre la única pintura original de la Sala Sant Miquel y lo representado. También, los seis altares laterales que forman el interior del espacio marcaron su trabajo. Julve creó seis pinturas de 195x130 centímetros que reflexionaban con el entorno, pero también con la imagen de Masaccio, El Cristo de Velázquez o el selfie. Relación dual explora una serie de conexiones enmarcadas por la omnipresente pantalla electrónica, el encuadre fotográfico y los límites de la pintura en tensión con la arquitectura. Un trabajo complejo que el propio Jorge nos ayuda a entender.
"No diría que mis obras son abstractas sino que requieren de reflexión, cosa que me parece muy importante. Creo que el arte debe generar siempre reflexión". A partir de aquí, el castellonense le explica al lector dos piezas claves de la muestra:
–'Una pintura, dos imágenes'
–"Utilicé el mismo proceso en una tela y otra, pero al estar colocadas a la inversa se generan dos imágenes diferentes. Aquí tenemos otro ejemplo de relación dual. Hice lo mismo en una y otra pero acaban siendo imágenes distintas".
–'Pintura sin imagen'
–"Cuando los visitantes ven esta pieza por primera vez está al revés, de ahí el título, parece que no haya ninguna pintura. Y es que en realidad, esta se genera cuando la miras por detrás. Tienes que subir a la plataforma donde se ubica y situarte en el lugar correcto para que el ojo entienda lo que está viendo y genere una imagen. No te puedes alejar. Aun así nunca serás capaz de generar una imagen del todo clara. Esto te obliga a apreciar más el proceso. De nuevo lo que busco es la reflexión".
'Pintura sin imagen'Tras esta muestra, que puede visitarse hasta el 19 de febrero, el pintor ya trabaja en un nuevo proyecto en el que, esta vez, quiere establecer conexiones entre la pintura y la danza. Junto a la bailarina Neus Ledesma tratará de averiguar los puntos de unión que puede darse entre la pintura y nuestro cuerpo.
