Su experiencia de más de dos décadas trabajando en banca privada hace que José Luis Nogués tenga claras las premisas de un buen banquero privado: escuchar bien al cliente, entender sus necesidades y crear un clima de gran confianza
VALÈNCIA. Desde que empezó a cursar Empresariales, José Luis Nogués Suey (Carlet, 1973) sabía que iba a desarrollar su trayectoria profesional en el sector financiero. Y en ello tuvo mucho que ver una persona: Amalio Vanaclocha. Hablamos de un reputado financiero -—«y una maravillosa persona»—, que se forjó en la que fue la primera agencia de valores puramente valenciana (Cano, Piquer y Samper), y que, desgraciadamente, falleció prematuramente. «Fue Amalio quien me inculcó este negocio; él, sus consejos, su apoyo y su tutelaje, hizo que tuviera muy claro a lo que me quería dedicar. Y hoy no cambiaría nada», explica a Plaza este apasionado de la música —de hecho, toca el fagot y el piano—, del campo y de la montaña.
No tardó mucho en encaminar su vida laboral por la banca privada, donde su experiencia supera ya las dos décadas. ¿Por qué? «La banca privada te permite estar mucho más en contacto con el cliente. Hasta el punto que llegas a conocerle tanto que la confianza es total. El hecho de estar en continua comunicación con el cliente —saber y comprender cuáles son sus necesidades en cada etapa personal o patrimonial— hace que el asesoramiento y acompañamiento del cliente sea un éxito conjunto». Nogués ha ocupado puestos de responsabilidad en entidades de banca privada, tanto españolas como extranjeras. ¿Hay mucha diferencia entre ambas? «Todas persiguen el mismo fin: que el cliente esté satisfecho y cumpla sus objetivos de inversión. La banca privada nacional tiene algo más de burocracia, mientras que la internacional da más valor a sus banqueros y a los clientes; pero en ambos casos su focus es 100% el cliente».
Tras pasar por Iberagentes, Credit Suisse, Cajamar y Fisher Investments, llegó enero de 2019 y decidió hacerse agente del entonces conocido como Banco Alcalá —y, posteriormente, rebautizado como Creand Wealth Management— en València, bajo la dirección de José Samper. «Me atrajeron dos cosas: el gran equipo y el buen ambiente. En una de las primeras reuniones, Samper me comentó: “Aquí se trabaja muy a gusto, somos muy buena gente y no tenemos objetivos de venta, ni de productos, ni de nada. El único objetivo es que la oficina crezca a base de la confianza de nuestros clientes y del resultado de sus carteras”. Y así es; lo he podido corroborar en los cinco años que llevo».
¿A qué achaca la progresión de Creand WM en el Cap i Casal? «Es consecuencia del gran trabajo de Samper y su equipo, acompañado por un gran esfuerzo, las rentabilidades de las carteras de nuestros clientes y la solvencia y fuerza de Creand WM. Más bien es responsabilidad del buen hacer de toda la oficina de esta marca, no muy conocida para el público general, pero sí entre los profesionales, instituciones y grupos familiares de la plaza financiera valenciana».
Por cierto, ¿cómo es una reunión con un cliente en la primera visita? «No llevo un catálogo de productos, sino una libreta, y me limito a escuchar cuáles son sus necesidades. A partir de ahí, le buscamos lo mejor del mercado que pueda encajarle, y si no es un producto ya montado se le monta expresamente. Esta es una de las muchas cosas que nos hacen diferentes, así como uno de los pilares de nuestro éxito».
A juicio de Nogués, escuchar bien al cliente, entender cuáles son sus necesidades y tener plena confianza en él son las premisas básicas que debe tener un buen banquero privado. Por el contrario, hay que mantenerse alejado en todo momento de las modas, productos que no encajen con el cliente y de la codicia.
Después de veinticinco años, ¿ha cambiado mucho la banca privada en la plaza valenciana? «No me atrevería a decir si ha cambiado o no, pero lo que sí puedo afirmar es que las entidades puramente de banca privada —como nosotros— estamos dando un servicio excelente, donde el cliente se muestra muy satisfecho».
¿Es usted de los que concilia bien el sueño en momentos de fuertes caídas en los mercados financieros? «Me resulta difícil hacerlo en los primeros días, porque no sabes qué va a suceder; pero más allá de eso sí que duermo bien, porque tenemos muy bien categorizados a los clientes y con un nivel muy alto de educación financiera. Además, el tener también una parte importante de las carteras en private equity o en productos de economía real da también mucha tranquilidad a nuestros clientes, pues la volatilidad es mucho menor».
Plaza también quiso conocer su opinión sobre la pregunta del millón en los mercados en estos primeros compases del año: ¿Cuándo abaratará el BCE el precio oficial del dinero? «Los mercados están descontando muy precipitadamente bajadas de tipos y no creo que sea así. Las subidas de tipos se trasladan a la economía con un decalaje entre catorce y veinte meses, y eso se está produciendo ahora».
Para terminar, y mirando directamente a las bolsas, ¿será 2024 un ejercicio tan bueno como lo fue 2023? «La última parte del año pasado fue extraordinaria, quizás porque se descontaban bajadas de tipos y una vuelta a la normalidad con los precios. El ejercicio bursátil de este año va a ofrecer oportunidades, pero habrá que ser muy preciso en los análisis y dejarse ayudar por profesionales».
* Este artículo se publicó originalmente en el número 112 (febrero 2024) de la revista Plaza