VALÈNCIA (EP). El secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, José Mª Ángel, ha asegurado este jueves, en relación con el incidente del tren de Bejís en el que pasajeros resultaron heridos con quemaduras ante la proximidad de las llamas, que "más allá de tecnicismos y de la información que en algún momento no llegó y que uno tenga, si veo llamas, si hay un centro de emergencia de Adif, creo que hay alguna capacidad de tomar una solución y una respuesta".
Ángel, sin entrar a valorar ninguna decisión, ha hecho hincapié en que la "virulencia" del fuego era tal en esa jornada en el área de influencia del incendio, que obligó a adoptar medidas de evacuación de municipios en pocos minutos.
Así lo ha expuesto, en declaraciones a À Punt recogidas por Europa Press, respecto a este suceso en el que cinco pasajeros de un tren que iba de València a Zaragoza sufrieron quemaduras, otro acabó con una fractura y unos 11 precisaron de asistencia al interrumpir el convoy su marcha por la proximidad de las llamas.
Renfe defiende que nadie les avisó de los posibles incidentes y que la maquinista paró el tren al ver el humo, mientras una pasajera afirmó que bajaron del convoy porque pensaban que iban a morir, al ver el fuego próximo, y que el tren estaba bloqueado y la conductora no sabía qué hacer a la espera de recibir órdenes.
Preguntado al respecto, el responsable autonómico ha garantizado que, como dijo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska este miércoles, "habrá una investigación policial y un riguroso examen" sobre esta actuación, algo que corre a cargo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Borriana (Castellón).
También ha querido hacer un "paréntesis" al margen de las cuestiones técnicas para destacar que las decisiones de desalojar Bejís y de intentar que el incendio no se propagara a Viver se tomaron "en tres minutos" por la evolución de las llamas a causa del viento.
Sobre la evolución del incendio de Bejís, Ángel ha destacado que los trabajos este jueves se centran en los puntos más complicados, que ya están detectados, y que lo que más preocupa es la evolución del viento después de una noche en la que las lluvias han evitado que avance el perímetro de las llamas.
Ha descartado que sea necesaria la evacuación de la localidad castellonense de El Toro, según la situación del incendio este jueves por la mañana, y ha resaltado la colaboración con el personal de emergencias de Aragón por la cercanía de carreteras como la A-23.
En cuanto a la Vall d'Ebo, el secretario de Emergencias ha señalado que las precipitaciones fueron un "aliado" en las tareas de extinción "y no tanto los rayos", así como que el fuerte viento es "el enemigo más fuerte" al que tienen que hacer frente los bomberos desde que se declaró el fuego.
Ha resaltado la cantidad de precipitación en la zona, con más de 30 litros por metro cuadrado acumulados en Pego, algo que pudo comprobar en primera persona: "Cuando la lluvia golpeaba sobre la piedra, ese humo era como vapor de agua, mira si estaba caliente".