VALÈNCIA. El PSPV-PSOE se enfrenta a una legislatura en la oposición en la Comunitat Valenciana. Aunque los comicios tuvieron lugar en mayo, la convocatoria inmediata de las elecciones generales y la compleja investidura de Pedro Sánchez, han conllevado que los socialistas valencianos todavía se encuentren en una fase de rearme.
Días atrás, se produjo el nombramiento de José Muñoz (València, 1985) como portavoz del grupo socialista en Les Corts. Un puesto de relevancia dado que será la cara visible del PSPV a la hora de medirse al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. El nuevo síndic se sienta con Valencia Plaza para analizar la actualidad política y lo que espera de esta tarea de fiscalizar el gobierno formado por PP y Vox.
-Ha sido designado recientemente portavoz del PSPV en Les Corts. ¿Cómo fue su designación? ¿Tuvo algún papel Ferraz en la misma?
-No, fue una decisión que se tomó en el seno del partido del PSPV a propuesta de Ximo Puig. Habría que preguntarle a Ferraz si están conformes, pero bueno, en cualquier caso, no han dicho lo contrario (ríe).
-Se comenta que puede ser un nombramiento temporal porque dependerá de quién lidere el PSPV tras el próximo congreso del partido que se celebrará en el primer trimestre de este año. ¿Qué dice a eso?
-Bueno, en política todo es temporal. Todos los puestos son transitorios. Lo importante es aprovechar las oportunidades y ejercer de la mejor manera cuando las tengas. Y eso es lo que pretendo hacer.
-¿Qué es lo que más le ilusiona de ser síndic?
-Es un tremendo honor para alguien que ha militado en el PSPV desde que tiene la mayoría de edad, pero también es una gran responsabilidad. Ahora para mí lo importante es estar a altura, porque siendo portavoz representas a muchísimos votantes progresistas.
-La polarización se ha acentuado en los últimos tiempos. El pacto de investidura con la acuerdo de la amnistía, las protestas en Ferraz, el muñeco de Sánchez apaleado… ¿Cómo se puede mejorar esta crispación desde un puesto como el suyo?
-Creo que debemos intentar centrarnos en la confrontación estrictamente política. Pero debo decir que, bajo mi punto de vista, no todo el mundo tiene el mismo grado de responsabilidad en la crispación. Hay una radicalización de la derecha en la vida política española y valenciana con el silencio cómplice del señor Feijóo y del señor Mazón. En cualquier caso, los socialistas vamos a practicar una confrontación política sin entrar en asuntos personales ni en temas de otra índole.
-Sobre esto, ¿qué clima ve usted en Les Corts?
-Creo que se intentan minimizar cosas que yo nunca había visto. El otro día, ante una crítica con carácter humorístico que hizo mi compañero José Chulvi, hubo una reacción del vicepresidente del Consell, Vicente Barrera, que yo no sé si calificar de agresión, pero que me pareció una conducta violenta. Nunca había visto eso en Les Corts pese que ha habido muchas situaciones de tensión estos años con ataques, insultos y acusaciones de delito al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y a la vicepresidenta Mónica Oltra. Pero nunca vi que respondieran con una actitud violenta como sí hizo Barrera, que además ha encontrado el respaldo de Mazón en esto. Así que me parece un clima preocupante el que hay en Les Corts.
-Es cierto que se vio al vicepresidente Barrera algo alterado y le dio un par de palmadas en el pecho a Chulvi. Y también lo es que el PSPV lo calificó de agresión, una palabra quizá algo gruesa cuando se ven las imágenes. ¿No temen un efecto bumerán en el que la opinión pública considere que exageran en algunas de sus reacciones?
-No creo que debamos banalizar estas cuestiones, porque que esto ocurra en un parlamento es muy grave. El mero hecho de esa actitud violenta del vicepresidente es un hecho grave. Estas cosas luego tienen otro tipo de consecuencias en la calle. Ayer un miembro de la Ejecutiva federal del PSOE se encontró con las ruedas de su coche pinchadas, hemos tenido hostigamiento en nuestras sedes del partido e incluso hemos tenido que cerrarlas, lo estamos viendo aún en Ferraz... Así que el señor Mazón tendría que poner firme a su vicepresidente y reprocharle públicamente su comportamiento.
-El PP se defiende aludiendo a otros episodios en Les Corts, como cuando el portavoz socialista Ángel Luna lanzó una piedra en una sesión parlamentaria...
-Esa comparación es ridícula. No es que Ángel Luna le lanzara una piedra al entonces presidente Francisco Camps ni a nadie, simplemente citaba el pasaje de la Biblia que dice aquello de quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Un símbolo que utilizó para explicar que él no tenía nada que esconder en contraposición al PP de aquellos momentos, que como todos sabemos acumuló muchas causas judiciales y varias condenas a algunos de sus dirigentes. Al final, fíjate, hace unas semanas un concejal nuestro tuvo aquel mal gesto de tocarle la cara al alcalde de Madrid y casi de inmediato había dimitido. El PSOE toma en estas situaciones decisiones muy duras que son necesarias para la convivencia política y el PP, en cambio, no está diciendo nada sobre estas cosas o realiza comparaciones manipuladas. Por ejemplo, con la cuestión de la concejala socialista de Moncada hacen igual que con lo de Luna: manipular de forma burda. Nuestra edil dice, se puede ver el video, que su oponente acabará como Rita Barberá acabó en el PP. Hay que recordar que la exalcaldesa de València acabó siendo reprobada por su propio grupo parlamentario, el PP, y es eso a lo que se refería. Pero esta manipulación de Mazón y los suyos tiene consecuencias: nuestra concejal ha recibido un email con amenazas de muerte. Sinceramente, creo que Mazón tiene actitudes a veces que no representan a un presidente de la Generalitat, sino a un simple vocero del Partido Popular.
-¿Qué valoración hace de estos primeros meses del nuevo Consell?
-Estamos viendo un gobierno que intenta beneficiar a los que más tienen. Lo hemos visto con la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones, que beneficia sólo a 18.000 valencianos y valencianas, que fueron los que pagaron en la última declaración de la renta este impuesto. También se beneficia a los grandes patrimonios, a los que les va a perdonar, cual aguinaldo navideño, varios miles de euros. Estamos viendo un gobierno que está extremado a la derecha, dado que Vox forma parte de él, y esto se plasma en una censura cultural clara o en los pasos hacia detrás respecto a la violencia de género y a la igualdad de los hombres y las mujeres. Pero además también nos preocupa que es un Consell paralizado. En el mes de noviembre en la provincia de Alicante solo ha habido 3 millones de euros de licitación pública, lo cual pone de manifiesto la inoperancia de un Ejecutivo que, cuando hace algo, es para beneficiar a los que más tienen en perjuicio de la mayoría de los valencianos y valencianas.
-Pese a todo eso que asegura, han aprobado sus primeros presupuestos sin problemas. ¿Esperaba más tensiones entre PP y Vox?
-No las hay porque el PP está aceptando todo lo que le pide Vox. Está sometido a sus líneas estratégicas. Ya lo dijo Mazón antes de las elecciones, en aquella reunión donde se filtró aquella expresión: "En el peor de los casos tendremos que chupársela a uno de Vox". Eso era una declaración de intenciones, luego fue el primer presidente de una comunidad autónoma que firmó con Vox. Pienso que eso Feijóo lo tendrá apuntado porque en parte su mal resultado en las elecciones generales tuvo que ver con los acuerdos sellados con la extrema derecha, entre ellos el de la Comunitat Valenciana.
-¿Se ve llegando a acuerdos con el PP en este mandato como portavoz? La renovación de los órganos estatutarios está ahí…
-La mano tendida del Partido Socialista siempre va a estar ahí, pero quien tiene que dar ese paso es el PP desligándose de la extrema derecha. No tiene mucho sentido que los dos grandes partidos no planteemos acuerdos globales en cuestiones de Estado o asuntos institucionales, pero ellos tienen la rémora de la extrema derecha. En el momento en el que se desliguen de Vox y de la extrema derecha, seguro que tenemos posibilidad de llegar a algún tipo de acuerdo en temas puntuales que tengan que ver con la institucionalidad de la Generalitat Valenciana.
-Desde el punto de vista legislativo, una de las cosas que más ha molestado al grupo socialista es la modificación en Acompañamiento de la Ley del Juego. ¿Por qué?
-Lo que han hecho, porque sabían que no era defendible públicamente, ha sido cambiarla por la puerta de atrás sirviéndose de la ley de Acompañamiento, esto quiere decir sin audiencia pública de los sectores afectados que están absolutamente en contra de esta modificación. Eliminan la distancia de 850 metros respecto a centros de salud, institutos y colegios mediante las renovaciones. Nosotros lo que planteamos era que, para evitar un perjuicio, digamos, de los derechos económicos, una vez se acabaran las licencias que tenían los establecimientos en esas localizaciones, no podían renovarse. Esto lo que hacía era que, de una manera paulatina, y de hecho este era el año en el que acababan la mayoría de las licencias, los centros abiertos bajo esas circunstancias deberían cerrar. El Partido Popular, en cambio, les da barra libre con esta modificación. Esto va a perjudicar mucho a los barrios trabajadores que es donde se ubican la mayoría de las casas de apuestas y salones de juego mientras se beneficia y se prioriza el interés de los operadores. Es más, salen ganando doblemente, porque se mantienen las que están pero no pueden entrar nuevos operadores, por lo que se refuerza la idea de oligopolio.
-El PP parece que sí va a lanzarse en el ámbito estatal a priorizar la reforma del sistema de financiación. ¿Cree que el Gobierno de España lo va a facilitar?
-Aquí hay tres cuestiones. Primera: Pedro Sánchez está dispuesto a reformar el modelo, además de una cuestión importantísima como es condonar parte de la deuda. Esa es la propuesta del PSOE que está encima de la mesa con una voluntad clara. Segunda: el PP tiene que ponerse de acuerdo también sobre qué modelo aceptan, porque esto tiene que aprobarse en el Congreso y ellos gobiernan en muchas autonomías ahora. Por ejemplo, en Galicia el modelo de reforma que quieren es totalmente distinto al de Andalucía, con lo cual ellos van a tener un problema interno. Y de paso, deben ponerse de acuerdo también en si quieren una condonación de la deuda, porque Madrid no lo ve bien, según ha dicho Díaz Ayuso. Tercero: Mazón también tiene aquí otro problema interno en el Consell, porque Vox ni siquiera ha luchado contra la infrafinanciación que sufrimos ni tampoco quiere la condonación de la deuda porque dicen que es beneficiar a quien no cumple.
-Pero sobre esto, la sensación es que el PP prefiere enviar el debate de la quita de la deuda a un segundo plano y centrarse en la reforma del sistema de financiación.
-Pues opinamos que la condonación de deuda es un asunto muy importante porque podría significar una quita de unos 11.000 millones de euros.
-Bueno, pero lo que causa un problema estructural en la Comunitat Valenciana es el actual sistema de financiación autonómica y es lo que quiere priorizar el PP, más allá de que eso le pueda resultar más cómodo en su relación con Vox. Es posible que los populares tengan problemas internos, pero el que tiene que proponer un nuevo modelo es el Gobierno de España liderado por el PSOE.
-Bien, pero primero hay contactos formales e informales, hablar en el Consejo de Política Fiscal y Financiera... tener conversaciones para plantear un modelo que pueda estar sujeto a modificaciones pero sobre el que no pueda haber una enmienda a la totalidad. El documento tiene que ser consistente y para eso el PP también tiene que ponerse de acuerdo porque gobierna en muchas autonomías con criterios y necesidades distintas. Y respecto a la condonación de la deuda, quizá ahora no les parece prioritario, pero llevan quejándose mucho tiempo de esto y fue lo primero que criticaron cuando llegaron al Consell, aunque hay que recordar que el 70% de la deuda valenciana está creada durante los gobiernos del PP. Cuando gobernábamos nosotros era el principal problema de los valencianos, una barbaridad, pero ahora se ve que ya no es tan importante.
-¿Cree realmente que se va a solucionar esta legislatura el problema de la financiación o que simplemente se va a quedar todo en una batalla por el relato?
-De lo que estoy convencido que el presidente Sánchez va a poner un modelo encima de la mesa y lo que me preocupa es que, cuando gobernaba Puig, teníamos presentada una propuesta sólida respaldada por expertos, y ahora tenemos un Consell que ni siquiera tiene una unidad de propuesta, lo cual nos deja en peores condiciones a la hora de negociar como comunidad autónoma.
-La ampliación del puerto ha recibido la luz verde; si hay nueva financiación, quita de la deuda… ¿no temen que Mazón rentabilice todas esas cuestiones facilitadas por un gobierno socialista en España que no pudo cerrar el Consell de Puig?
-Bueno, pero es que yo creo que el gobierno de España es el más valenciano, no sé si decirte, de toda la historia. Tenemos a una ministra, Diana Morant, en el gobierno de España en una cartera muy importante cuyas competencias han sido ampliadas. Y tenemos además a dos personas, entre otras, en puestos estratégicos como son Arcadi España, como secretario de Estado de Política Territorial, y Rebeca Torró, como secretaria de Industria. Todo esto contribuye a que le vaya mejor a la Comunitat Valenciana y a mí que eso lo pueda rentabilizar políticamente Mazón no es lo que me preocupa. Nosotros estamos en que haya quita de la deuda, reforma de la financiación y que la ampliación del puerto sea sostenible, respete el proyecto verde europeo y resulte positiva para la competitividad valenciana. Me acuerdo cuando Mazón decía hace no demasiado que no se iba a producir porque había una agenda oculta con ERC para priorizar el puerto de Barcelona frente al puerto de Valencia. Luego resulta que es una de las primeras cosas que ha hecho el Gobierno de España en esta nueva legislatura.
-Lo que parece que va a ser una tónica es ver a un Mazón muy reivindicativo frente al Gobierno de Pedro Sánchez, probablemente ignorando la tarea de oposición del PSPV.
-Yo veo que claramente hay dos modelos de gobierno. El del Gobierno de España y el de la Comunitat Valenciana. El gobierno de Pedro Sánchez y el gobierno de Mazón. Solo hay que ver el último decreto anticrisis que acaba de aprobar el Gobierno de España: gratuidad de transporte gratuito, subida de las pensiones,
eliminación del IVA para los alimentos básicos, incremento de los impuestos a las rentas con más posibilidades, pero además cuestiones como la subida del salario mínimo interprofesional, la reforma laboral... Es decir, un gobierno que está pensando en las clases medias y en las clases trabajadoras de nuestro país. Frente a esto, un modelo de Mazón que es el que he dicho antes y no te voy a reiterar. Pero además, un Consell que está eliminando derechos civiles. Así que por mucho que diga el presidente de la Generalitat, el modelo del actual Gobierno de España nos viene bien a los valencianos mientras que el Consell de Mazón, le viene bien a una parte pequeña de valencianos.
-Esa es su visión, pero hay quien cree que este cambio electoral abrirá de nuevo un largo periodo de dominio del PP en la Generalitat como sucedió en el pasado. ¿Qué dice a eso?
-Creo que el Consell PP-Vox liderado por Mazón será un paréntesis breve en la Comunitat Valenciana. No sólo por las políticas que hace, que las acabará pagando, sino porque en las elecciones autonómicas la diferencia entre los dos bloques fue de 38.000 votos. Y no es que estemos seguros de que vamos a recuperar ese decalaje, es que lo vamos a ampliar a favor nuestro. Así que rechazo ese pensamiento que se quiere establecer de que el PP y Vox están muy asentados en la Generalitat, porque nosotros estamos ahí, los datos nos avalan y vamos a hacer las cosas bien para que el cambio se produzca en 2027.