CASTELLÓ. Se define Juan Fortea, conocido artísticamente como Junior Mackenzie, como un "buen observador social". Afirma el músico de Benicàssim que le gusta "desmenuzar hacia dónde se dirige el mundo" porque -según opina- "antes era más fácil vivir en él que ahora". Sus canciones hablan, por eso, de manipulación mediática, poder, egoísmo y "una sociedad cada vez menos despierta" que vive en automático y ha perdido el rumbo, cada vez más desconectada. "La sociedad se ha sumido en un letargo", afirma el músico castellonense, quien ha querido reflejar todos estos pensamientos en un nuevo LP llamado Monsters, ya a la venta en formato físico y digital.
"El nombre refleja, por una parte, los monstruos personales con los que tenemos que lidiar nosotros mismos: inseguridades, traumas... Pero, también habla, desde el aspecto histórico, de los monstruos con los que nos hemos ido topando a lo largo de la humanidad, nos seguimos topando y nos toparemos. No se ha caracterizado la humanidad, muchas veces, por su buen hacer", afirma Fortea, quien ha querido reflejar todo esto en una portada donde aparecen, entre otros, personajes históricos como la reina Isabel II, el papa Francisco o Cristóbal Colón. O, incluso, una persona haciéndose un selfie. "Me gusta picar un poco, creo que es lo que se debe hacer. El rock desde hace años es complaciente, ha dejado de ser reivindicativo. Si comparas las letras de John Lennon con las de hoy ves que incluso artistas bien posicionados no se mojan. Las letras deben hablar de lo que al artista le preocupa. Cantar al amor es muy bonito, pero hay millones de discos que ya lo hacen. Es necesaria una hornada de artistas, y si son más jóvenes mejor, que protesten con su música y tomen conciencia"
Para la portada, Fortea contó con la colaboración de María Bittersweet y el diseño y maquetación de El Señor Gómez. Un concepto, el de "monstruos", que acaba salpicando cada elemento del disco. Aunque, como apunta el castellonense, tampoco es un álbum tétrico. "Todo lo oscuro me llama la atención, me hace pensar mucho, pero siempre intento enfocarlo de manera positiva."
Casi tres años ha pasado el músico para preparar lo nuevo de Junior Mackenzie. Y, aunque es el tiempo promedio que suele dedicar a cada proyecto, reconoce Fortea que este álbum se demoró más porque a mitad grabación perdió "el foco", no tenía claro el concepto del disco. Fue, en este sentido, en un viaje el año pasado a Uruguay y Argentina que lo recuperó. "De hecho, el viaje me inspiró para escribir otras canciones", apostilla el músico, que cuenta: "También me sirvió para conocer en primera persona, y leer, a Galiano. Y entender cómo a lo largo de la historia, siempre han sido los países más ricos en cuanto a recursos los que han terminado siendo más pobres principalmente porque los gobiernos los han vendido a potencias extranjeras. La introducción del disco está basada en un discurso de Kennedy en el que este hablaba de poder, de la conspiración y la manipulación. El disco va de eso".
Monsters terminó de grabarse en Argentina, el pasado mes de febrero, y se ha publicado a través de Key In The Sea Records, un sello creado explícitamente para este disco, que podría acoger en un futuro el proyecto de otros artistas.
"Me decidí a crear el sello básicamente porque es lo que he estado haciendo toda mi vida, autoeditar. Es una manera de gestionar la distribución y tener todo más controlado, aunque suponga más trabajo. En el pasado trabajé con un pequeño sello y la experiencia fue nefasta, así que esto me permite trabajar bajo mis propias reglas y desde la independencia total. La idea es que todos mis discos se editen con este sello y quizá también haga alguna producción con otro artista", señala Juan Fortea.
El anterior álbum de Junior Mackenzie, Now That We Are Dead, fue reconocido con una nominación en los Premios de la Música Valenciana Carles Santos a 'Mejor Álbum Rock'. No obstante, este último disco también supuso un punto de inflexión para el músico de Benicàssim que no solo ha decidido crear su propio sello, sino que además ha optado por quitar sus canciones de plataformas como Spotify, reconduciendo la escucha online a su propia web.
En una entrevista de hace tres años, con este diario, Juan Fortea ya advertía que estaba en contra de las plataformas digitales, pero entonces todavía asumía que no quedaba otra que "pasar por ellas". Ya no. "Retiramos la música el año pasado. Animo a muchos músicos a que se sumen, porque lo que hacen estos sitios es esclavizar nuestro trabajo. Lo justo sería que una de estas plataformas te preguntasen cuánto te ha costado sacar económicamente un disco y te pagaran una proporción de lo invertido, porque lo van a explotar en su página, pero la realidad no es esa. Lo cierto es que los músicos invierten muchas horas, les das el trabajo hecho y son ellos los que se forran y a ti no te llega básicamente nada. Mientras la gente no entienda esto y los músicos sigan subiendo su música, nuestro trabajo más se devaluará. En mi caso, no voy a dejar que me paguen tan poco por escucha."
Fortea cuenta que por una de sus canciones con más escuchas en Spotify se le pagó únicamente 20 euros. Es por eso que ha optado por renunciar a ocupar estos espacios y centrarse en su propia web. "Al final tampoco es necesario estar ahí. La gente me puede escuchar igualmente en mi página y quien quiera comprarme mi música lo va a hacer. En las plataformas todo es humo, cada día se publican millones de canciones y discos".
Con todo, Junior Manckenzie que presentó sus temas el mes pasado en el Pro Weekend de Castelló, y compone sus discos íntegramente en inglés, ha terminado asumiendo que para conseguir público debe sacar su música fuera de España. Ya lo hizo en febrero, en Argentina y Uruguay, si bien su búsqueda se enfoca más en Europa. "Ahora mismo estoy buscando algún sello con el que editar el disco fuera, para poder tocar allí. Alemania es uno de los sitios que estoy mirando", señala Fortea.
– ¿Y por qué hacerlo?
"La cultura en España es un reflejo del país que nos está quedando, en el que depende de quién gobierne, hay un cambio de criterios. Hay quienes no programan a artistas que no cantan en valenciano, y al revés. A esto se suma el boom de festivales que programa a los mismos artistas y, a cambio, sus dueños reciben ayudas cuando son los que menos lo necesitan para continuar con su actividad. Por todo est, quiero intentar sacar mi música fuera y tocar en otros sitios. Aquí tengo mi público, pero en España es cada vez más complicado seguir. Incluso gente de Madrid me cuenta que sacan sus discos y no tienen conciertos programados, porque no hay salas ni fechas para ellos. El circuito es cada vez más pequeño y complejo. Yo llevo ya muchos años, se lo que hay. No me quejo, pero mi plan es ese si me preguntan: ir a Francia o Alemania.
Independientemente de esto, el castellonense seguirá acercando su música al público loca y antes de que acabe el año, apunta, que se organizará algo "bestia".