CASTELLÓ. La compañía abulense Padecasa será la encargada de materializar, a partir de la próxima primavera, las obras de mejora de tres tramos de la carretera castellonense dependiente de la Generalitat CV-10. Concretamente, se trata de tres tramos que suman 11,7 kilómetros entre la Salzadella y la Jana, a los que además se añade la adecuación de la CV-132, que discurre entre las localidades de Xert y Sant Mateu.
Padecasa Obras y Servicios (antigua Pavimentos Asfálticos de Castilla SA) se ha hecho con el contrato, que ya ha sido formalizado, por un montante de 1,6 millones de euros, lo que le ha valido la mejor puntuación al ser la oferta más económica y rebajar en prácticamente 600.000 euros los casi 2,2 millones de presupuesto base de licitación.
Con ello, la empresa, que no es una de las grandes de la obra pública en el Estado, se ha impuesto a las otras 24 que presentaron oferta al contrato de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad que dirige Arcadi España.
Entre las firmas a las que se ha impuesto figuran referentes como Pavasal, CHM o Eiffage, además de las castellonenses Becsa, Corporación Europea de Servicios y Capitales o Durantia, todas pertenecientes al grupo Simetria, que fueron excluidas en el concurso tras presentar ofertas que fueron consideradas anormalmente bajas. Becsa se ha encargado en muchas ocasiones de las tareas de mantenimiento de esta carretera que discurre por el territorio castellonense.
Con todo ello, Padecasa dispone de un plazo de diez meses para llevar a cabo unas obras que está previsto que comiencen en primavera, detallan fuentes de la Conselleria. Estas obras se desarrollarán en tres tramos de la CV-10, además de en los cinco kilómetros de la citada CV-132. Concretamente, en la CV-10 (ya en su recorrido con calzada única, no en autovía) los trabajos se desarrollarán entre los puntos kilométricos 73+000 al 75+700 (en las cercanías de la Salzadella); 77+000 al 80+000 (cerca de Sant Mateu); y del 83+500 al 89+500 (desde esta última localidad a la Jana).