CASTELLÓ. Las campañas de abonados son un buen termómetro para medir el estado de ánimo de una afición tras una temporada que no ha dejado la cosecha deseada. En el caso del Castellón, la temperatura sigue alta, como demuestra la reacción de una hinchada que está respondiendo masivamente al llamamiento del club.
Solo ha transcurrido una semana desde que arrancó la venta de abonos y ya se han superado los 5000 carnets renovados. Pero un dato más revelador si cabe es la solicitud de nuevas altas, que supera las 1000. Esta cifra da una buena pista sobre las opciones que tiene el Castellón de mejorar los registros de la pasada temporada. En aquel curso, el club totalizó 12.854 abonos vendidos. Este año se busca franquear ese listón y, de momento, el ritmo de adhesiones apunta a esa dirección.
La decepción por la derrota, aún reciente, en la eliminatoria decisiva de la promoción de ascenso no ha quebrado la moral de una afición que sigue creyendo en el proyecto de la propiedad encabezada por Bob Voulgaris. Con el equipo aún por construir para este nuevo curso, la masa social albinegra espera que la plantilla mejore el rendimiento mostrado en la recién finalizada temporada 2022/23.
El Castellón lidera el número de abonados de Primera Federación al ser el primer club de la categoría que supera las 5000 adhesiones.
Aunque hay clubes que no actualizan periódicamente sus cifras, la entidad albinegra vuelve a situarse en el pelotón puntero de abonos vendidos. El que más se acerca en datos oficiales ya anunciados es, hasta ahora, el Córdoba, con 3562 abonos vendidos.
La pasada temporada, el Castellón fue el tercero de la categoría con mayor masa social, detrás de Deportivo y Córdoba.