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estudio desarrollado por frutinter y la universitat politècnica de valència

La 'agricultura smart' revoluciona los cítricos: un proyecto reduce a la mitad el agua y el abono

5/03/2020 - 

CASTELLÓ. La agricultura smart llega para revolucionar la citricultura. Un proyecto desarrollado por Frutinter y la Universitat Politècnica de València reduce a la mitad el agua y en un 60% el abono necesarios para cultivar naranjas y clementinas. Así lo certifica un año y medio de estudios en una de las fincas que la empresa vila-realense posee en la provincia de Castellón, concretamente en Onda. 

El proyecto, desarrollado a partir de un software ya existente y basado en predicciones microclimáticas y mediciones sensóricas, lo lanzaron la compañía y la UPV en el marco de la Cátedra Frutinter que, en julio de 2018, firmaron ambas instituciones. Con ello pretendían reducir los descartes de fruta de forma que las clementinas tuvieran un calibre uniforme y, a la par, tener un mejor aprovechamiento hídrico. Y los resultados no han podido ser mejores. 

El director de la cátedra, Pedro Beltrán, destaca que sus mediciones pueden suponer "una revolución", sobre todo para las comunidades de regantes, pero también para los agricultores. Y a Frutinter, uno de los comercios de referencia en el sector citrícola estatal, le aporta el valor añadido de convertirlo en "pionero en la investigación para la mejora productiva de los huertos", señala el ingeniero jefe de la compañía para el campo, Ximo Ferrer.

No en vano, mediante una sonda de nutrición la agricultura smart mide "el porcentaje de nitrógeno y de potasio que tienen las raíces", evitando de esta manera el lixiviado (el sobrante) que, al final, va a parar a la tierra y los acuíferos, que resultan contaminados, señala Beltrán. De ahí la reducción en estos parámetros que, además de ser un paso importantísimo para la sostenibilidad, también supone una reducción importante de los costes de los agricultores. 

Mejora del fruto... y sello de calidad

Pero es que, además, al controlar "a tiempo real" las necesidades del árbol, su productividad mejora. "Se ha conseguido entre 8 y 10.000 kilos más" de naranja en la zona en ensayo, destaca el investigador científico. Asimismo, el calibre de la fruta ha sido más uniforme, uno de los objetivos buscados, con lo que su salida comercial es idónea. Un resultado que sin duda es toda una hazaña para un sector en que el destrio en campo y en almacén es en muchas ocasiones todo un quebradero de cabeza. 

A su vez, el respeto con el medio ambiente hace que ya se trabaje con una certificadora para conseguir un sello "a nivel mundial" que certifique la Huella de Nitrato, un concepto novedoso y que va más allá de la Huella de Carbono tan en boga en estos tiempos.

Es por ello que Ferrer resalta que la cátedra, y este proyecto en concreto, supone para Frutinter "el reto de ser la primera empresa citrícola en poder demostrar que es respetuosa con el uso de nitrógeno y agua; y que, además, consigue incidir nutricionalmente  en los momentos precisos del cultivo, aprovechando al máximo los abonos, mejorando la productividad del árbol y la calidad del fruto". 

Presentación en Vila-real

Pero, lejos de quedarse con este hito para sí misma, la empresa quiere compartir sus resultados con la comunidad citrícola. Para ello, este mismo jueves realiza una presentación en Vila-real a la que asistirán agricultores, empresas exportadoras y también grandes empresas de distribución, interesadas por la marca de calidad que puede aportar la fruta respetuosa con su entorno. "Es una labor que beneficiará al campo en general, y desde Frutinter queremos mostrar esta forma de trabajo, más sostenible, que estamos llevando a cabo", señala Ferrer.

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