CASTELLÓ. La Federación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Castellón (Fepac-Asaja) niega que el coronavirus tenga un impacto en la campaña citrícola, que encara su recta final. Además del hecho de que ya queda poca fruta en la provincia, el presidente de la entidad, José Vicente Guinot, señala que el impacto no existe porque, a pesar del crecimiento de los últimos años, "nuestro mercado principal es Europa" y China, donde se han restringido los contactos comerciales, sigue suponiendo "un porcentaje pequeñito" para la actividad económica agraria castellonense.
En un encuentro con los medios en el que repasó este miércoles la actualidad del sector primario, Guinot hizo también un primer balance de la campaña citrícola, que aportará a los agricultores castellonenses "unos beneficios justitos para poder continuar" con su actividad. Y es que, aunque desde el punto de vista de los precios "no tenemos queja" porque en determinadas variedades han duplicado el habitual, el descenso en la producción hará que los ingresos para muchos productores no sean los deseables. El representante de los agricultores apunta que la producción "en algunas zonas" ha llegado a caer "entre un 40 y un 45%", situando el balance final por debajo de lo previsto.
De cara a la próxima temporada, aunque todavía es pronto para hacer una previsión (los árboles están en plena floración), Guinot sí que se atreve a pronosticar que, a priori, "no será posible conservar los precios" de la campaña actual, dado que lo previsible es volver a "una producción normal".
Todo, en un sector agrario que no cesa de movilizarse a nivel estatal por su supervivencia. Guinot considera que esto es "un error" porque se lanza la idea a los jóvenes de que no hay futuro en la agricultura y ganadería, cuando, en su opinión, sí lo tiene, "pero tenemos que conseguir que el reparto de los ingresos sea equitativo".
El presidente de Fepac-Asaja (que agrupa a "5.000 socios", dijo), aplaude las medidas que está acometiendo la Administración en los últimos días, "que valoramos positivamente si finalmente se cumplen". De ahí que la exigencia principal sea la de establecer "un calendario de actuaciones", tal y como han trasladado a la consellera Mireia Mollà.
Pero también los propios integrantes del sector primario tienen que ser activos para garantizarse el futuro. En este sentido, la incorporación de los jóvenes es fundamental, señala Guinot, así como también, la reestructuración del sector, "que tenemos que afrontar".
Una vía es la agricultura y ganadería ecológica, en auge en Castellón, dijo, con un incremento de la superficie del 115% en el último año hasta alcanzar las 33.400 hectáreas. En juego está un sector que agrupa a "10.000 trabajadores y 25.000 explotaciones agrarias" en la provincia y que es clave "contra la despoblación y la lucha contra el cambio climático".