MADRID. Representantes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se han reunido con miembros de compañías y patronales del sector energético ante la proximidad de las fechas de aprobación de las circulares que regularán las actividades eléctrica y gasista y que tendrán en sectores industriales de gran consumo, como es el caso de las azulejeras y esmalteras como las principales como principales beneficiadas en el caso de que las premisas iniciales que manera la CNMC salgan adelante y se superen los recursos. De momento, la comisión tampoco ve posible que se extiendan los plazos.
La reunión se ha celebrado en la sede del Club Español de la Energía, Enerclub, y a la misma asistieron el presidente de la CNMC, José María Marín Quemada, según han indicado a Efe fuentes conocedoras de la reunión, que han señalado que en el encuentro no ha habido ninguna negociación sobre esas propuestas de retribución de la CNMC, que supondrían recortes para las empresas gasistas en los próximos periodos regulatorios para los sectores eléctrico y del gas.
Las empresas más afectadas son las de redes y transporte gasístico (Naturgy, Enagás, Redexis y Madrileña de Gas), así como el operador y el transportista del sistema eléctrico, Red Eléctrica de España (REE), y en menor medida, distribuidoras eléctricas, como Iberdrola y Endesa.
El nuevo periodo regulatorio comienza el próximo 1 de enero de 2020 para el sector eléctrico, mientras que para el gasista arrancará el 1 de enero de 2021 extendiéndose su vigencia durante seis años, hasta 2025 incluido para la electricidad y hasta 2026 para el gas.
Según han indicado a Efe fuentes cercanas a Sedigas, la patronal gasista, que ha estado representada en la reunión, ha preguntado a Marín Quemada por una posible extensión de los plazos para aprobar las circulares con la nueva metodología de cálculo de la retribución y que el presidente de la CNMC ha respondido que siguen pensando que los plazos establecidos son los correctos y que se ha trabajado para que todo esté bien.
La disposición final tercera del real decreto-ley 1/2019, de 11 de enero, de medidas urgentes para adecuar las competencias de la CNMC, ésta debe aprobar antes del 1 de enero de 2020 las nuevas circulares normativas en materia de energía, pese a que las relativas al gas no entren en vigor hasta un año después.
Las primeras propuestas del regulador fueron remitidas para formular alegaciones el pasado 6 de junio y las últimas el 25 de julio de 2019, finalizando el último trámite de audiencia e información pública el pasado 14 de septiembre.
Según lo establecido, la CNMC debe analizar las alegaciones remitidas en el trámite de información pública para su incorporación al texto de las circulares, y en caso de que haya discrepancias, se reunirá la Comisión de Cooperación –integrada por la CNMC y el Ministerio– para alcanzar una solución consensuada.
Por último, el texto resultante será sometido a consulta ante el Consejo de Estado antes de ser finalmente aprobado por la CNMC y publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Hasta ahora solo cinco de las catorce circulares emitidas por la CNMC están en el Consejo de Estado, que en todo caso se pronunciará sobre la legalidad del procedimiento seguido para su aprobación, pero no sobre el contenido de las circulares, es decir sobre la retribución o la metodología seguida.
REE también ha solicitado este pasado lunes en un escrito a la CNMC, al que ha tenido acceso Efe, la ampliación del plazo para la aprobación de las nuevas circulares, pues considera que las fechas de aprobación contempladas en las memorias ya se han incumplido en algún caso o están próximas a incumplirse en otros.
Desde la CNMC, su presidente, José María Marín Quemada, ha venido negando la existencia de un enfrentamiento entre el organismo que preside y el Ministerio, con el que, según dijo el pasado 17 de septiembre, trabajan "codo con codo".
El máximo responsable de la CNMC también ha manifestado en numerosas ocasiones que la nueva regulación busca el equilibrio entre los intereses de los consumidores -entre los que se encuentran los fabricantes de baldosas cerámicas y el sector de los esmaltes y el textil como grandes demandantes de esta energía- y las compañías energéticas e inversores para que haya una regulación razonable que permita que las inversiones que necesita el sistema se hagan.