La reunión trató la problemática con la falta de limpieza de fincas que afectan a ‘braçals’ y el respeto de los márgenes con la construcción de vallas.
VILA-REAL. La Comunitat de Regants de Vila-real ha vuelto a convocar el Jurat de Regs 38 años después de la última vez que se produjo una reunión con temas a tratar, a pesar de que sí que se ha constituido en varias ocasiones, como al 1985 y el 2017. El jurado trató diferentes temas que son competencia de este organismo como la carencia de limpieza de algunas fincas que afecta a los braçals (filas) y la falta de cumplimiento de algunas obras de cerramiento que no respetan los márgenes establecidos por la normativa comunitaria.
Así, los miembros de este organismo se eligen cada cuatro años, como la misma junta directiva y Pasqual Broch, presidente de la Comunitat de Regants de Vila-real ha explicado que “el Jurat de Regs es una figura histórica que ha tenido mucha relevancia dentro de la estructura del sindicato, pero que con la entrada del riego por goteo perdió peso, puesto que no había polémicas entre los comuneros por un mal uso del agua que le correspondía a cada uno. Ahora, nos encontramos con situaciones diferentes como la carencia de limpieza de algunas parcelas que afectan a las filas y perjudican el buen funcionamiento del sistema de regadío o el que no se haya respetado los lindes establecidos a la hora de construir algunas vallas que dificultan el trabajo de la comunidad”.
Así, en la reunión celebrada se decidió que se hará un bando indicando a los comuneros que se va a vigilar estas situaciones irregulares, por parte de los propios celadores de la Comunidad, y se dará un plazo de reparación o resolución de estas problemáticas, en el caso de no cumplirse, se pasará a actuar de oficio, cargar los gastos en el propietario que no cumpla y sancionar posteriormente.
Desde la Comunitat de Regants indican que el Jurat de Regs, que es tan antiguo como la propia comunidad y que es asimilable al Tribunal de las Aigües de València o lo Consejo de Hombres Buenos de Murcia (Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO), al igual que lo hace la Junta de Gobierno y la Asamblea General, tiene que tener un funcionamiento permanente y visible: una posición que transcienda a los comuneros y al resto de la sociedad. Hay que recordar que este organismo es ejecutivo, con deliberaciones públicas y que la sentencia dictada es firme y se tendría que recurrir ante un tribunal contencioso-administrativo. Durante los últimos años que no se ha tenido que convocar, siempre ha estado preparado por si hubiera hecho falta mediar entre regantes o entre propietarios, puesto que es un organismo que se puede convocar solo con un día de antelación.