CASTELLÓ /EFE). La contaminación por ozono ha caído un 43 % en la Comunitat Valenciana durante este año por segundo ejercicio consecutivo debido a la reducción de la movilidad por la crisis del coronavirus, una mejoría que ha sido relevante en la zona Bética-Serpis (áreas costera e interior).
En conjunto, se han reducido las superaciones de la recomendación de la OMS en un 43 % respecto al promedio del periodo 2012-2019, y son las más bajas de la última década, salvo en las aglomeraciones de Alicante, Castelló y València, según un informe elaborado por Ecologistas en Acción que analiza los datos recogidos entre el 1 de enero y el 31 de octubre en 57 estaciones de medición de ozono.
En la zona Bética-Serpis se ha reducido el número de días con mala calidad del aire más de un 75 % y, al contrario, de manera puntual el ozono ha aumentado en algunas estaciones industriales y urbanas de la zona cerámica de Castellón (Alcora), Orihuela y las aglomeraciones de Alicante (El Pla, Florida-Babel y Rabassa) y València (avenida de Francia, Bulevar Sud, Pista de Silla y Viveros).
En cualquier caso, dos tercios de las estaciones valencianas que miden este contaminante han seguido registrando en 2021 numerosas superaciones del valor recomendado por la OMS, por encima de los 25 días que son la referencia anual (en el promedio de tres años) establecida por la normativa para evaluarlo.
Los peores registros se han dado en las estaciones de Zarra (Valencia), Orihuela (Alicante) y Algar de Palancia , con 106, 104 y 84 días respectivamente de mala calidad del aire, por debajo de los producidos en años anteriores.
En general en la Comunitat Valenciana hay unos elevados niveles de contaminación por ozono troposférico que afectan a todo el territorio, y cuyo origen procede en gran medida de los óxidos de nitrógeno emitidos por el tráfico rodado que circula por las cuatro aglomeraciones (València, Alacant, Castelló y Elx) y por las carreteras interurbanas; también contribuyen de forma más puntual las diversas áreas industriales (la zona cerámica de Castellón, las cementeras de Alicante y Sagunto, la refinería de Castellón y la fábrica de automóviles de Almussafes).
Pese a la significativa mejora de la calidad del aire por efecto de las medidas de lucha contra la COVID-19, toda la población valenciana salvo la de la zona Bética-Serpis (área costera) y la aglomeración de Elx ha seguido respirando en 2021 un aire perjudicial para la salud, según las recomendaciones de la OMS, afectando la mala calidad del aire al 80 % de la población y el 87 % del territorio.
Si se considera el valor objetivo establecido por la normativa, más laxo que la recomendación de la OMS, la población que ha respirado aire contaminado por encima del estándar legal sería de sólo 9.000 personas, en el área interior de Mijares-Penyagolosa , la cifra más baja desde la entrada en vigor del objetivo legal, en 2010.
Ecologistas en Acción advierte de que los planes autonómicos de calidad del aire para reducir la contaminación por ozono son obligatorios, pero la Generalitat "sigue sin elaborarlos" en las zonas donde resultan preceptivos, indica en un comunicado.
La organización ha denunciado judicialmente "la inactividad" del Gobierno valenciano en esta cuestión, con un recurso que está visto para sentencia.
