CASTELLÓ. Los resultados de las pasadas elecciones municipales del 26-M pesan aún como una losa en el PP de Castellón que, a nivel interno y más allá del análisis autocomplaciente mostrado esta semana por sus máximos responsables, están provocando una difícil digestión en un partido no acostumbrado a estar fuera de las instituciones.
Este viernes se conoció la decisión del número 3 de la candidatura popular en Castelló, Justo Vellón, de no recoger el acta de concejal al que aspiraba como independiente en la candidatura que encabezaba Begoña Carrasco. Paralelamente, la histórica dirigente popular Alicia Bañuls hizo lo propio en Almenara tras doce años como concejala.
Son las renuncias más sonoras en una semana horribilis para un PP que ha quedado fuera incluso de su último bastión, la Diputación, en la que ha estado gobernando de manera ininterrumpida a lo largo de los ultimos 24 años.
De los municipios de más de 20.000 habitantes, el peor resultado ha sido el de Vila-real con un 20% de voto. mientras que la Vall d'Uixó y Benicarló, el resultado ha sido ligeramente mejor, aunque se han quedado en un 22%.
Y pese a la derrota sufrida en la capital de la Plana, el PP ha quedado entorno al 24%. De la debacle popular sí se ha salvado Onda y Segorbe, especialmente, con un 42 y 44%, respectivamente.
En círculos internos del partido ya se señalan voces que piden una reflexión profunda que permita no tanto analizar los resultados electorales, sino para preparar a la formación para lo que entienden será "una travesía en el desierto que nos debe servir para prepararnos para próximas citas electorales. Tiempo tendremos pero hay que ponerse a trabajar ya", tal como coinciden a señalar dos veteranos del partido, pero aún hoy en ejercicio.
La propia secretaria de Organización del PPCS, Elena Vicente-Ruiz, señaló esta semana que su partido debe "iniciar una profunda reflexión y escuchar a las urnas", en tanto algunos nombres del partido a nivel de comarcas ya avisan a sus círculos más cercanos de su intención de apartarse de la vida municipal, lo que viene a señalar que la mala digestión del 26-M se prolongará, al menos, por unos días más antes de que se constituyan los nuevos ayuntamientos.