CASTELLÓ. La Diócesis de Segorbe-Castellón ha emitido un decreto por el que se ordena la reapertura de las iglesias y los templos de su área a partir del 11 de mayo con las condiciones y medidas establecidas para garantizar la seguridad sanitaria y, "dada la limitación de asistencia del número de fieles" en cada celebración, se ha pedido a los sacerdotes que aumenten el número de misas los domingos.
El obispo de la Diócesis, Casimiro López, ha recordado en un comunicado que ante la pandemia de la COVID-19 y el decreto del estado de alarma se acordó el cierre de todos los templos e iglesias de Segorbe-Castellón hasta que "remitiera el alto riesgo de contagio". También dispensó de la obligación de participar en la eucaristía los domingos y demás días de precepto a los fieles hasta "el momento en que las autoridades sanitarias competentes declararan el cese de la actual emergencia sanitaria".
Ahora el Gobierno ha establecido cuatro fases para ir suprimiendo gradualmente las medidas restrictivas, que también afectan a las celebraciones y otros actos de culto en los templos católicos, y en la fase 1, prevista para el 11 de mayo, "se permitirá la asistencia a los lugares de culto bajo determinadas condiciones".
El obispo ha señalado que "no obstante, el coronavirus sigue propagándose por España y entre nosotros" y por ello "todos tenemos la grave responsabilidad moral de prevenir el contagio de la enfermedad poniendo los medios oportunos para evitar contagiar y ser contagiados".
Así, la Diócesis ha emitido un decreto en el que acuerda la reapertura de iglesias y templos a partir del 11 de mayo cumpliendo con las condiciones de distanciamiento y con las medidas de seguridad y se prorroga la dispensa de la obligación de participar en la eucaristía y demás días de precepto para quien no pueda acudir al templo a consecuencia del actual estado de emergencia sanitaria, y les invita a seguir las celebraciones en los medios de comunicación. Casimiro López invita también a las personas mayores, enfermas o en situación de riesgo a que "valoren la conveniencia de no salir de sus domicilios".
El decreto explica finalmente que, dada la limitación de la asistencia del número de fieles a los templos según su aforo total, que previsiblemente establecerán las autoridades sanitarias para las distintas fases hasta la reapertura total de los templos, se pide a los sacerdotes que "aumenten el número de misas los domingos, días de precepto y sus vísperas, allí donde sea necesario y posible, para que los fieles puedan participar en la Santa Misa y cumplir con el precepto dominical evitando así aglomeraciones".