CASTELLÓ. La Encuesta de Población Activa (EPA) se empeña en llevar la contraria a las cifras oficiales y recoge que, en el primer año de pandemia, la provincia de Castellón ha perdido 16.400 empleos.
Como ya es habitual, los datos del Instituto Nacional de Estadística reflejan diferencias marcadas respecto a las cifras de afiliación de la Seguridad Social -que en marzo apuntaban a 3.448 nuevos cotizantes respecto a un año antes- o las del Servicio Público de Empleo Estatal -con solo 2.327 demandantes de empleo más que en marzo de 2020-. Sin duda influida por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) todavía en vigor, la contabilidad del INE para el primer trimestre de 2021 recoge esa pérdida de 16.400 puestos de trabajo respecto a un año antes.
De hecho, la mayor parte de los empleos perdidos se contabiliza en el primer trimestre de este 2021, que cerró con 225.000 trabajadores, según han recogido los encuestadores del INE. Estos son 14.700 menos que los que cerraron 2020. De esta manera, la EPA apunta esta caída brutal en solo tres meses, justo cuando la hostelería aplicó más ERTE debido a su cierre forzoso. La diferencia respecto a las cifras de afiliación de la Seguridad Social es de 10.729 personas, un dato que va en consonancia con los ERTE en aplicación ahora que el sector ha comenzado a retomar la actividad.
Con ello, la cifra de personas trabajando en Castellón al cierre del primer trimestre del año es la más baja desde el segundo trimestre de 2017, cuando se registraban 217.900.
La razón principal para la caída del empleo se encuentra en el descenso de la población activa. Según la EPA, al cierre de marzo había 12.600 castellonenses menos trabajando o en búsqueda activa de empleo que un año antes y 11.600 menos que en diciembre, otro dato que también va en línea con los ERTE.
Por sectores, todos pierden personal ocupado respecto al primer trimestre de 2020. Lógicamente, quien más lo hace son los Servicios, que han perdido 10.000 trabajadores, según la EPA. Tras ellos se sitúa la Agricultura, con 2.500 empleados menos; la Industria, con 1.700; y por último la Construcción, que es la que mejor resiste con solo 300 ocupados menos.