CASTELLÓ. La Comunitat Valenciana ya tiene un plan propio para luchar contra la despoblación que atenaza a buena parte de su territorio. La Estrategia Avant 20/30, como se denomina la iniciativa, pretende ser "un arma teórica, que no puede ser solo un manual más que acabe en las estanterías", sino que debe servir de "reflexión, debate y acción desde la participación" para generar nuevas oportunidades en el interior, en palabras del president de la Generalitat, Ximo Puig.
Con Avant 20/30, de lo que se trata es de "enfocar los proyectos desde una visión transversal, de ponerse las gafas de la ruralidad", señaló la directora general de la Agenda Valenciana Antidespoblament, Jeanette Segarra, en el acto celebrado este jueves en la Casa dels Caragols y que sirvió para presentar la estrategia. En la cita, que contó con la presencia de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, no abundaron los datos, pero sí las buenas palabras.
Sin duda por este carácter teórico de la iniciativa no se entró a detallar cómo se financiarán las iniciativas. Y es que Avant 20/30 comprende "cinco líneas estratégicas, 53 programas y más de 250 acciones" de ámbito económico, medioambiental, social, cultural y de gobernanza política, como señaló el director del proyecto, el catedrático de Geografía de la Universitat de València Jorge Hermosilla, quien junto a otros ocho investigadores de las cinco universidades públicas valencianas han liderado el documento.
En cuanto a la financiación de las acciones que finalmente se lleven a cabo, aunque no se abordó, hay algunas pistas. El presidente de la Diputación de Castellón, José Martí, afirmó que en los pueblos pequeños (97 de los 135 de Castellón tienen menos de mil habitantes) "estamos expectantes ante la llegada de los fondos europeos". También el president Puig mostró las "grandes esperanzas" depositadas en el maná que ha de llegar de Bruselas. Por ello, Martí pidió a la ministra Ribera "que las entidades locales puedan ser receptoras de fondos y las diputaciones las podamos gestionar".
En este punto, la responsable estatal señaló que en "próximas semanas" se celebrará la reunión que permitirá definir las convocatorias que, dentro de la Estrategia de Reto Demográfico, permitan escoger los proyectos presentados a la manifestación de interés lanzada en base al Plan de Recuperación y Resiliencia. De las 4.200 propuestas recibidas por el Ministerio, "el 60%" proceden de ayuntamientos. Desde la Comunitat se ha remitido 220 expresiones de interés, concretó.
Tras el acto -no lo citó en su parlamento en la presentación de Avant 20/30-, Ribera lanzó en su comparecencia ante los medios un anuncio por el que pasó de puntillas: la creación, en colaboración con la Diputación, de un centro de innovación territorial. La nota de prensa del Ministerio dio algunos detalles más, que la corporación provincial trató de completar, pero sin aportar excesiva luz a una iniciativa de la que no se ha concretado ni el emplazamiento. El gabinete de Ribera señaló que este "proyecto piloto" pretende ser "un espacio físico y virtual que permita identificar procesos que generen innovación sobre el territorio".
Desde la plaza de las Aulas apuntaron además que el centro "tiene el objetivo de integrar a administraciones, empresas y emprendedores" al estilo de HèPic, "el primer hub de innovación rural para la diversificación económica en zonas de montaña que se desarrolla en el Vall d'Aran, en Lleida". En el proyecto castellonense, la Diputación trabaja "desde hace meses" con la Secretaría General para el Reto Demográfico junto a otras instituciones, como la Diputación de Palencia, según aportaron desde el equipo de Martí.
Pero en cuanto a ubicación, personal, inversión o actuaciones concretas, no se definió nada. Quizás en la vuelta de Ribera a Castellón -"me encantará visitar vuestros pueblos", dijo en su parlamento oficial-, acabe por desvelarse el misterioso anuncio.
Todo, con el fin de abordar un problema que el territorio castellonense, autonómico y estatal viene sufriendo desde hace prácticamente un siglo y que se ha acentuado en los últimos años. "España está entre los países con más desigualdad en términos de distribución de población; y la Comunitat Valenciana y Castellón representan muy bien esa imagen", la diferencia entre la costa y el interior, "dos realidades distintas y enormemente desequilibradas", señaló Ribera.
Palabras que también hizo suyas Puig, quien señaló que con la lucha contra la despoblación "no solo nos jugamos que algunas comarcas tengan más vida, sino la propia cohesión de España y de la Comunitat Valenciana". Atajar esto necesita de "un cambio cultural profundo", apuntó.
Todo un andamiaje teórico que necesita del refuerzo estructural de la financiación necesaria para ser materializado.