CASTELLÓ. Slow Music & Food es una propuesta cultural que propone una tarde - noche de agosto diferente a ritmo de jazz y flalmenco con músicos profesionales en distintas ubicaciones. Además de restaurantes, por primera vez el festival reconvierte también una almazara de aceite en escenario de música. Bardomus es el tercer espacio y primera finca que, para esta edición 2022, divulgará cultura musical junto a gastronomía de territorio.
Imagina una visita entre el parque de la Sierra d’Irta, el Mediterráneo y el Prat de Cabanes, llegamos a la finca Bardomus adquirida por la familia Barchi Casali en 1989. Está situada sobre suaves colinas orientadas al Sur, mirando directamente al mar Mediterráneo y flanqueada por los Parques Naturales de la Sierra de Irta y el Prat de Cabanes, entre las localidades de Alcalà de Xivert y Torreblanca (Castellón-España). Con un microclima excepcional, la transformaron en 2007 en su totalidad pasando del cultivo de cítricos al de olivar. En la actualidad cultivan tres variedades: Borriolenca y Canetera como autóctonas y la Arbequina. Todas ellas con unas cualidades organolépticasúnicas, gracias a temperaturas y suaves brisas que nos protegen de heladas y humedades.
Este jueves 11 de agosto, los visitantes serán testigos de una visita guiada por la finca, una cata de sus aceites y una posterior degustación de productos entre los que destacan algunos del Maestrazgo y buen vino de Castellón. El trío de Latin Jazz coronará la noche cultural. Encabezado por Sergio Riera (piano), que desde 2014 lleva participando en el SMF y siempre consigue poner en pie al público. Con su repertorio trasladan directamente a las salas de jazz newyorkinas de los años cuarenta.
El Slow Music & Food es un programa vivo y abierto a las bodegas y otros espacios de proyectos rurales y agroalimentarios que, lejos de ser restaurantes, quieran sumarse durante el verano y también lejos del mismo. La propuesta nació en Alcossebre en la Taberna Pikapote, por la inquietud de Ana María Martín y sus entonces socios fundadores del bar. Ella es gestora cultural y su principal objetivo es el de “crear momentos slow en los que ser más que sentir”. Su inquietud musical y su pasión gastronómica se unen en un festival que durante siete años ha sido local - Alcossebre- y que llegó a ofrecer más de 50 micro conciertos en tres meses. Tras un parón de por medio por la pandemia, recupera la actividad con ganas de ver a los músicos abrazarse por toda la provincia. Por primera vez, ese abrazo sucedió en Alcossebre, que aunque se conocen nunca suelen coincidir en el mismo pueblo, cuenta Ana. Qué mejor que un reencuentro dónde nació la idea como inauguración de esta edición.
La Taberna Pikapote y Serra d'Irta serán los dos únicos restaurantes de esta edición. El proyecto quiere expandir la cultura Slow a almazaras como la de Bardomus y porque no a bodegas y otros pueblos de interior con el fin de difundir la cultura musical y unirla a la gastronómica de territorio. Tres líneas de actuación: restaurantescon menú y concierto, en fincas con visita o presentación del trabajo de la finca, degustación de productos y música o en plazas de pueblos pequeños con visitas guiadas relacionadas con la gastronomía por la mañanacon concierto por la tarde/noche y también posibilidad de mesa degustación de productos. Todo para dinamizar y también para conseguir que los músicos profesionales actúen con más frecuencia en tierras castellonenses. Por ello, Ana María abre la convocatoria para todos aquellos espacios agroturísticos que quieran sumarse al festival de esta edición, que busca alargarse tanto como fincas aparezcan, tan solo deben contactar con Ana Martín o el festival Slow Music & Food mediante redes sociales o la web.
La pasada noche de San Juan, gente terrenal, de oídos curiosos y paladares inquietos se citaron en la Taberna Pikapote para escuchar el ecléctic dueto de los músicos profesionales Mathieu Saglio & Jose el Piru con su particular flamenco versionado en cuerda. Una hora casi y media de cena templaron un ambiente que arropó a los músicos nada más empezar. Lo importante no es la comida en sí, que casera y rica, asienta y sosiega para lo que acontece después, sino el entorno, la gente que te rodea y sobretodo los sentidos.
Parejas, amigos y familias que quieren fluir en una noche fresca de verano al ritmo de cultura. Juan de Pilar es un guitarrista y compositor de música flamenca que llenará la finca Bardomus de talento el día 25, reservas abiertas en web. Flamenco puro de cuna, influenciado con otros géneros como el bolero, jazz y la música clásica que le han llevado a poseer una esencia propia con un toque fino, elegante y espiritual. Se consolida como guitarrista internacional flamenco como solista y toque para baile.