Fotos: Antonio Pradas
CASTELLÓ. Varios de los hosteleros castellonenses más importantes piden aprovechar el aplazamiento de las Fiestas de la Magdalena para que no coincidan con las Fallas. De esta manera, los empresarios apuestan por convertir "un golpe económico brutal", como lo califica Álvaro Amores, de Grupo Giuliani's, en una oportunidad.
"Mientras no las hagan coincidir con Fallas...", señala el joven emprendedor del Grau. Con él coincide el responsable del Grupo La Guindilla, José Romero, quien apunta como fechas deseables "mayo o septiembre", pero nunca las que ha propuesto el Ayuntamiento de València, del 15 al 19 de julio. "En julio Castelló está vacío y hace demasiado calor", señala Romero, a quien no desagrada la posibilidad de que las fiestas fundacionales de la ciudad coincidan con el 9 d'Octubre.
Todo con el fin de rehacerse de un golpe duro en lo económico... y en lo laboral. Amores señala que en los 9 días de fiestas, y en los diferentes aspectos de su negocio (restauración, carpa alemana, caterings, barras) puede haber dejado de ingresar "entre 100.000 y 130.000 euros". Y Romero apunta que hay establecimientos para los que la caja de Magdalena "supone lo mismo que cinco o seis meses de trabajo: para quien no tiene un local en Benicàssim es un soporte muy grande".
En cuanto al empleo, Amores asegura que, con sus diferentes actividades, "150 personas que iban a trabajar no lo van a poder hacer", casi todas de la propia ciudad. Por su parte, Romero indica que ha tenido que dejar de contratar "a más de 60 personas, y lo han entendido". De esta manera, el impacto en el aspecto laboral en el conjunto de las fiestas es tremendamente significativo.
Por ello, desde la Cámara de Comercio han pedido a las diferentes administraciones trazar "un escenario que permita amortiguar los daños", que se centrarán "especialmente en las pymes", a raíz del aplazamiento.
Por el momento, la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, se ha comprometido con los entes festeros a prestarles su apoyo con el fin de acelerar la concesión de las ayudas con las que contrarrestar la falta de ingresos por los 9 días de actividades, toda vez que sí han debido abonar diferentes partidas, muchas derivadas de la instalación de carpas o locales y del abastecimiento de productos.
No en vano, tan solo en lo que se refiere a las autorizaciones para actividades en la calle, el Ayuntamiento de Castelló ha revocado 41 de bares y pubs, 52 de collas y 21 autorizaciones menores para celebrar eventos extraordinarios en la semana grande castellonera, según señaló la propia Marco en su comparecencia matinal.