CASTELLÓ. Los cinco días de huelga anunciados por los sindicatos en el sector del metal de Castellón amenazan la actividad de sectores como la maquinaria cerámica, los talleres y concesionarios de automóvil, electricistas y fontaneros. Estas son algunas de las profesiones más representativas de unas labores que emplean a más de 10.000 personas en el territorio provincial.
CCOO, UGT y SIT (Sindicato Intercomarcal de Trabajadores de Castellón) han convocado, a falta de la presentación formal de la solicitud, paros para los próximos días 19, 21, 26 y 28 de noviembre y 3 de diciembre. El motivo es la falta de acuerdo tras once meses de negociación y 12 reuniones, señalan desde los sindicatos.
Para alcanzar este acuerdo tan solo resta por pactar las subidas salariales para este 2019, 2020, 2021 y 2022. Para ser exactos, el desacuerdo se centra en un punto en concreto: la posibilidad de que el IPC pueda ser aplicado a la baja en el caso de que los precios se reduzcan en el territorio estatal en los próximos años, reconocen las organizaciones sindicales y las cinco patronales negociadoras, lideradas por la Unión Provincial de Empresas del Metal de Castellón (UPEM), pero con voz también para Asebec (maquinaria cerámica), Astrauto (talleres y concesionarios), Aiecs (instaladores eléctricos) y Apimagc (fontaneros e instaladores de gas).
Así, con un acuerdo en las subidas del 2% para este año (retroactivo) y 2020, y diferencias de medio punto en 2021 y 2022, los representantes de los trabajadores señalan que esta revisión salarial del IPC "al alza y a la baja" supondría una devaluación de "los incrementos pactados" a nivel estatal, máxime cuando la productividad "ha aumentado un 8% en el sector durante la crisis y tan solo ha servido para enriquecer a las empresas, que ahora piensan en clave de desaceleración".
Por su parte, los empresarios consideran "incomprensible" que el IPC pueda sumarse a los aumentos salariales pactados si es al alza, pero no restarse si España cierra un año en negativo en cuanto a los precios. "En conclusión, entendemos que nuestra postura es congruente, responsable y adecuada a las actuales circunstancias, en un entorno económico incierto y, previsiblemente, negativo en un futuro próximo", señalan.
Con estos condicionantes, además del sector de la maquinaria cerámica, que aglutina a unos 1.600 trabajadores directos y a varios cientos subcontratados; o el del automóvil, con cientos de talleres y concesionarios de vehículos, hay varias grandes empresas que ven amenazada su actividad.
Entre ellas, las hay varias vinculadas, precisamente, al sector del motor, como Radiadores Ordóñez, en Castelló, o Ibérica de Suspensiones, en Nules. Pero la mayor compañía es LM Wind Power, cuya actividad también se circunscribe en este convenio, señalan fuentes sindicales. No en vano, en sus instalaciones han llegado a trabajar unas 700 personas en los momentos de mayor actividad.