CD CASTELLÓN

La huella imborrable de Cano

12/01/2021 - 

CASTELLÓ. La etapa de Óscar Cano al frente del banquillo del Castellón ha llegado a su final. Atrás quedan dos años en los que el granadino revitalizó un equipo que navegaba a la deriva en la tercera categoría del fútbol español y que esta temporada regresó al fútbol profesional de su mano.

Cano fichó por el Castellón el 10 de diciembre de 2018 después de la derrota sufrida por los albinegros en casa ante el Sabadell que les situó en la cola de la tabla en el grupo III de Segunda División B y se llevó por delante a David Gutiérrez. Su misión era salvar un equipo que parecía tener todos los pronunciamientos para regresar a la Tercera División, de donde tanto le costó salir.

La aportación del granadino y la incorporación de ocho futbolistas en el mercado de invierno dieron otro aire al equipo, que empezó a mejorar su cadencia de puntuación, hasta entonces extremadamente deficitaria. Sin embargo, una mala racha de resultados situó a los orelluts a seis puntos de la permanencia con solo diez jornadas por disputarse.

El equipo reaccionó de forma extraordinaria, respaldado también por el aliento de la grada, fundamental en esas jornadas finales, de modo que los albinegros salvaron los muebles en la última jornada gracias a una victoria ante el Barcelona B que se concretó con un gol de César Díaz en la última jugada del partido.

El ansiado ascenso, en la campaña más extraña

Con el objetivo cumplido, Cano inició la nueva temporada con el reto de situar al equipo en una zona más tranquila en la tabla a través de un fútbol combinativo. Para ello mantuvo la base del curso anterior y la reforzó con futbolistas que respondían al patrón de juego que pretendía instaurar.

El equipo superó las expectativas y se situó en la zona alta de la tabla, de donde no salió en ningún momento. Con 28 jornadas disputadas, el Castellón lideraba la tabla en su grupo y afrontaba la recta final del curso con opciones claras de acabar en lo más alto, aunque con la presión de varios equipos que estaban a muy poca distancia.

La crisis sanitaria del coronavirus provocó la cancelación de esas diez jornadas, por lo que el Castellón se proclamó campeón de grupo. En el play off de ascenso, disputado en formato exprés y en terreno neutral, los albinegros remataron su gran temporada regresando al fútbol profesional. Antes de esas eliminatorias, el club había renovado a Cano por dos temporadas, dado el grado de confianza que transmitía el granadino a los rectores del club.

Jugadores poco experimentados

El club planificó la vuelta del Castellón a Segunda División manteniendo la base de la campaña anterior y fichando a 13 futbolistas, muchos de ellos con poca o ninguna experiencia en la categoría de plata. La filosofía de Cano de proponer fútbol a través de mucha posesión se mantuvo invariable.

El Castellón empezó bien el curso, manteniendo la ola con la que cerró su ascenso a Segunda. Sin embargo, una racha de seis derrotas llevó a los albinegros a la zona de descenso. Los orelluts, que acusaban la falta de oficio en la categoría con errores importantes en las dos áreas, reaccionaron en los siguientes partidos, pero reincidieron en los mismos fallos en las últimas jornadas de la primera vuelta, lo que les ha situado en penúltima posición.

En estos cuatro meses de Liga, Cano no ha dispuesto de un plan B para corregir unos errores que se han repetido una jornada sí y otra también. En sus últimas comparecencias ante la prensa, el granadino ha reconocido desaciertos en la planificación de la temporada y ha apelado al mercado de fichajes para subsanarlos. Los rectores de la entidad ya han dado un primer golpe de timón con la destitución de un entrenador que, pese a todo, pasará a la historia del Castellón por haber devuelto el club al fútbol profesional.

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