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La imparable industria del videojuego

El avance de la tecnología ha marcado la evolución del mundo del videojuego, con una dimensión cada vez más social. Hablamos de una industria que en España facturó 2.339 millones de euros en 2023. València presume de tener el ecosistema que mayor volumen de inversión capta

20/10/2024 - 

VALÈNCIA. La transición de los videojuegos ha estado marcada por la tecnología. Atrás quedaron las partidas en solitario o con el amigo de turno en el salón de casa, con la aparición de las primeras consolas que permitían conectar múltiples mandos. La llegada de internet de banda ancha hizo posible el juego en línea, con multijugadores de todo el mundo, a la vez que las plataformas digitales como PlayStation Plus popularizaron la compra de videojuegos online. Hoy, el videojuego encabeza la industria del entretenimiento y se ha convertido en una oportunidad social, donde los jugadores pueden reunirse virtualmente para jugar juntos o competir entre ellos. De dicha socialización surge, como nicho derivado, el mercado de los eSport.

Radiografía en cifras

Lo que mejor ilustra el pujante crecimiento del sector del videojuego son las cifras. Conforme al Anuario de 2023 publicado por la Asociación Española de Videojuegos (AEVI), el año pasado el sector registró una facturación de 2.339 millones de euros, un 16,3% más que el año anterior. Este aumento sitúa a España como el tercer mercado de la Unión Europea, solo precedido por Alemania y Francia. El aumento de la facturación se atribuye tanto al incremento de las ventas físicas como en línea, con subidas del 24,85% y del 10,25%, respectivamente.

El crecimiento en ventas se acompaña de un ascenso en el número de usuarios, superándose ya los veinte millones de videojugadores en nuestro país, de los cuales un 49% son mujeres. Por grupos de edad, el grueso se encuentra entre los 25 y 34 años, dedicándole una media de 7,7 horas a la semana al juego. Los smartphones y las consolas son los dispositivos más utilizados. La industria genera 9.460 empleos directos y 23.000 indirectos.

Un sector estratégico

Con datos como los referidos, las instituciones se han percatado de la relevancia sectorial, entrando en una especie de pugna por convertirse en el principal hub del videojuego a escala nacional. Así, si el Ayuntamiento de Madrid, a través de la Concejalía de Innovación y Emprendimiento, ha puesto en marcha el proyecto de Madrid in Game, con un campus de videojuego gigante y un clúster de empresas y startups especializadas, el Ayuntamiento de València anunciaba, la pasada primavera, el lanzamiento de la iniciativa de València Game City, para fomentar la industria local del videojuego y los eSports. Paula Llobet, concejala de Turismo, Innovación y Captación de Inversiones, definía la iniciativa como un «proyecto estratégico para la ciudad». 

Aunque en el momento de escribir este artículo la página web de València Game City no estaba todavía operativa, la ciudad cuenta con buenas cartas para ganar la partida o, al menos, empatar con Madrid. Según Startup Valencia, remitiendo al Observatorio de Startups de la Fundación Bankinter, la industria del ocio y el videojuego amasó en València 24,2 millones de euros de inversión en 2023. Esta cifra convierte a la ciudad en «el ecosistema emprendedor que mayor volumen de inversión en startups del sector Gaming/Entertainment captó en 2023», teniendo en cuenta que la inversión en el conjunto nacional fue de 26,8 millones de euros.

El empuje de los emprendedores

Entre esas startups de origen valenciano que han conseguido atraer el interés de los inversores se encuentra Yuvod, una plataforma de streamimg nacida en Sueca de la mano de Ricardo Tárraga y Jorge González. Más adelante se uniría al equipo Monica Logani. Se presentan como «un Netflix en marca blanca, en el que se centralizan todos los procesos operativos y técnicos a través de una solución integral, para que cualquier proveedor de entretenimiento en vídeo o audio pueda ofrecer un servicio multidispositivo de alta calidad con el que generar nuevos ingresos y fidelizar a sus clientes a través de una plataforma de streaming».

Lo suyo es una plataforma como servicio (PaaS) en la nube, para que medios de comunicación y entretenimiento de todo tipo puedan alojar directos como contenidos bajo demanda. El foco lo tienen en el sector hotelero, para personalizar contenidos y experiencias a través de la televisión inteligente (SmartTVs) y su propia plataforma OTT de vídeo o audio. Yuvod consiguió cerrar una ronda de financiación de tres millones de euros, encabezada por el fondo estadounidense Palomar Capital, con el fin de acelerar su crecimiento en Estados Unidos durante 2023, a la que sumó otro millón de euros procedente del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) y Enisa.

Voicemod es otra de las startups valencianas posicionada en esta industria con un sofisticado modulador de voz en tiempo real para juegos online. La startup logró una de las principales rondas de financiación en el ecosistema local el año pasado, con una operación serie A de 14,5 millones de euros. Se trata de uno de los moduladores de voz más potentes del mercado y está integrado en plataformas líderes en la creación de contenido o streaming de videojuegos, como es el caso de Twitch.


Los moduladores de voz son una herramienta de gran utilidad en la industria, dado que favorecen la inmersión en el videojuego y permiten modificar la voz de los personajes y simular distintos ambientes o situaciones para dotar al juego de una apariencia más real.

Sentir el videojuego en la piel

Proveer al videojuego de mayores dosis de autenticidad es también lo que persiguen desde la empresa Owo. Para ello han desarrollado unos chalecos que pueden vestir tanto los jugadores como los espectadores del videojuego y que les permiten sentir físicamente en la piel idénticas sensaciones a las que plantea el videojuego, tanto el hachazo o el golpe de espada de un contrincante como un abrazo o el beso de un personaje. En esto se basa la tecnología háptica, en transmitir sensaciones del mundo virtual al real —el usuario puede calibrar de menos a más la intensidad de las sensaciones que percibe—. En otras palabras, ser el personaje principal de un juego. 

La empresa, fundada por el malagueño José Fuertes, cuenta con un equipo que supera las veinte personas y vende, además de en España, en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania o Francia. Como factor diferencial de otras soluciones de tecnologías hápticas, señalan que «el resto están basadas en señales transmitidas por vibraciones, mientras que nuestras chaquetas funcionan con una tecnología patentada a través de electroestimulación, con parches que entran en contacto con el cuerpo y que permiten disfrutar de hasta treinta sensaciones distintas que generan la dimensión del tacto», en palabras de Rafa Calleja, CMO de Owo y antes Global CMO de Hawkers Group.

Videojuegos indie

La afición es tan grande —se calculan tres billones de videojugadores en el mundo— que, pese a existir importantes multinacionales que dominan el mercado, queda aún hueco para que pequeños estudios encuentren oportunidad de negocio. A estos se les conoce como videojuegos indies, de independientes que se atreven a desarrollar y publicar sus propios títulos.

En este nicho, una de las empresas nacionales que más destacan es la murciana Sons of a Bit, un galardonado estudio de videojuegos, fundado en 2013 por los hermanos Alberto y Eduardo Saldaña que hoy lideran un equipo de dieciséis personas. Focalizado inicialmente en desarrollos para terceros, en 2019 dieron el salto a la creación de productos propios con la misión de «desarrollar videojuegos que permitan a los jugadores expresarse creativamente».

Su primer juego, Islabomba, consiguió reconocimientos nacionales e internacionales y les abrió las puertas para trabajar para Rovio, los creadores de los archiconocidos Angry Birds. Recientemente han conseguido el premio Auggie 2024 al mejor videojuego de Realidad Aumentada (AR) y Virtual (VR). Se trata del certamen más prestigioso a escala mundial en lo que respecta a las tecnologías de realidades extendidas.

La profesionalización

Además de crear soluciones nuevas que enriquezcan la industria del videojuego, surgen también oportunidades en un empeño por profesionalizarla. València cuenta con la Escuela Superior de Arte y Tecnología (ESAT), considerada la mejor escuela de videojuegos de España y una de las más prestigiosas del mundo. Así lo ponía de manifiesto el ranking norteamericano Gameducation 2024, que la situaba como la sexta mejor escuela de desarrollo de videojuegos del mundo, la primera de España y la cuarta de Europa. La escuela acaba de ser adquirida por el grupo educativo ACE Education.

Siguiendo la estela de València, otros centros universitarios han añadido a sus programas formativos enseñanzas relacionadas con los videojuegos, como el Grado de Diseño y Desarrollo de la Universidad Rey Juan Carlos I de Madrid. Con el foco puesto en la profesionalización de los jugadores de eSport, esta universidad ha suscrito un acuerdo con la startup madrileña Algon Games para impartir cursos en materia de arbitraje, entrenamiento y jugadores oficiales de eSport.  

* Este artículo se publicó originalmente en el número 120 (octubre 2024) de la revista Plaza