CASTELLÓ. La junta de gobierno local del Ayuntamiento de Castelló ha aprobado el proyecto de las obras de urbanización del tramo final de la calle Carcagente, con un presupuesto de licitación de 367.400 euros y un plazo de ejecución de 5 meses. Una actuación que supondrá adecuar el entorno del colegio Blasco Ibáñez y del centro de salud Fernando el Católico y mejorar la movilidad y la seguridad vial de la zona, según han informado este jueves fuentes municipales a través de un comunicado.
El proyecto será una realidad después de que durante el 2019, desde el Ayuntamiento “se hayan hecho las expropiaciones necesarias para la obtención de los terrenos, valoradas en otros 370.000 euros”, según ha explicado el portavoz del equipo de gobierno, Rafa Simó.
Las obras permitirán prolongar Carcagente desde el cruce con la calle Pintor Soler Blasco hasta la ronda de circunvalación. Se trata de unos 200 metros en línea recta que, además de reordenar la movilidad junto a las dos dotaciones públicas y la mejora de la seguridad vial, contribuirán a adecentar el entorno del colegio Blasco Ibáñez, especialmente del área de Infantil.
El espacio donde se ejecutará la prolongación de la calle Carcagente actualmente es un descampado. La propuesta aprobada en junta de gobierno consiste en prolongar la sección con que ya cuenta el primer tramo de Carcagente, entre Fernando el Católico y la calle Pintor Soler Blasco, es decir, dos carriles de circulación, zona de aparcamiento y aceras. Cuando se complete la ejecución, el colegio Blasco Ibáñez ocupará toda una manzana delimitada por cuatro viales.
La mejora del entorno del centro educativo, tanto desde el punto de la movilidad como de la seguridad vial y la eliminación del descampado situado junto al colegio, responde a una reivindicación histórica de la comunidad educativa.
El comunicado municipal destaca que el nuevo Plan General, tanto en la parte estructural como en la pormenorizada, contempla una intervención integral de esta zona de la ciudad con la ampliación del suelo dotacional y la creación del futuro parque de Almalafa, con una superficie de unos 116.000 metros cuadrados, una superficie superior a los parques Ribalta, Pont de Ferro y Panderola juntos.