VILA-REAL. La Unidad de Mediación Policial (Umepol) de la Policía Local de Vila-real ha tramitado en el ejercicio 2018 un total de 285 solicitudes para recibir el servicio de mediación, de las que finalmente 246 han aceptado participar en el proceso de resolución pacífica de conflictos, con un 83% de casos resueltos favorablemente, según informado este miércoles fuentes municipales a través de un comunicado.
La concejala de Seguridad Ciudadana, Silvia Gómez, acompañada por el comisario de la Policía Local, Domingo Adán, y la inspectora Rosana Gallardo, ha hecho balance del servicio, que ha atendido 27 casos de ámbito intrajudicial, 106 relacionados con el término rural, 106 de ámbito comunitario y siete con menores. Para Adán, “a pesar de los buenos resultados, no nos quedamos ahí y siempre evaluamos el grado de satisfacción de los usuarios, consiguiendo un 59% de gente muy satisfecha, un 35% de vecinos satisfechos y sólo un 6% de insatisfechos”, explica el responsable policial.
Del ámbito judicial se han recibido solicitudes de intervención en temas como usurpaciones, insultos, apropiaciones indebidas, amenazas y ocupaciones de viviendas. En el ámbito rural, son temas relacionados con el agua, animales, limpieza de fincas, lindes, vegetación, quemas o colmenas, entre otros. Asimismo, en la ciudad las peñas, problemas de convivencia entre vecinos, insalubridad, ruidos, filtraciones de agua, animales y alquileres copan los casos. El 97% de los reclamados y reclamantes son europeos, siendo un 96% de ellos españoles, con alrededor de un 60% de hombres en ambos casos y un 40 de mujeres. El rango de edad se sitúa entre los 31 y los 65 años.
Asimismo, en el balance hecho público por el Ayuntamiento se incluye el servicio de atención a las víctimas de accidentes (Servigrac) ocurridos en la ciudad en los que ha intervenido, de una u otra forma, la Policía Local. Mediadores policiales son los encargados de realizar esta tarea, acompañando a las víctimas en el proceso de recuperación después del accidente, ofreciéndoles información y recursos que puedan necesitar. “El seguimiento de las víctimas, de cómo viven después del accidente y saber que se sienten arropadas es una preocupación de todo el cuerpo”, explica Adán, quien asegura que “el servicio tiene muy buena acogida por las víctimas, pero también es un motivo de satisfacción y realización para los policías”. Asimismo, destaca que de los 222 expedientes, 48 fueron de accidentes de tráfico y otros 143 están relacionados con otras incidencias, como caídas, incendios o traslados por enfermedad que contaron con la participación de la Policía.
Por otro lado, la Umepol destaca por su actividad formativa, que la convierte en todo un referente a nivel mundial. La inspectora Rosana Gallardo ha dado a conocer los diferentes cursos que reciben a numerosos policías de todo el país habitualmente, tanto de formación semipresencial, continua o intensiva, así como el curso de Experto Universitario en Mediación Policial y ha anunciado que se está diseñando un nuevo curso avanzado para el próximo mes de abril. Además, ha destacado la unión entre el Ivaspe, el Ayuntamiento y la UJI para homologar estas formaciones. “A todos estos aspectos se suma la organización de congresos y la participación en encuentros en todo el mundo, así como el reconocimiento de entidades muy importantes, entre las que se incluye la ONU”, apunta y recuerda que “hoy podemos estar seguros de que nuestra propuesta podría haber impactado en 5.000 policías desde su puesta en marcha, en el año 2010”. “La mediación policial pretende cambiar la sociedad, creando una policía más psicológica y social, preparada para la paz, es todo un desafío y una propuesta revolucionaria”, asegura.
Por su parte, Gómez ha felicitado a la Policía Local por los resultados obtenidos y por todo el trabajo realizado a lo largo de estos años y ha puesto de manifiesto que “en un año la mediación policial puede ahorrar hasta 55.000 euros a la Administración judicial sólo en Vila-real, por lo que es muy importante para todos, ya que implica ahorrar y resolver las cuestiones con la palabra, y no en juicios”. “Ser un referente no cae del cielo, esto es fruto de un trabajo incansable y estamos muy orgullosos”, concluye.