BENICÀSSIM (ROSABEL TAVERA/EFE). Bodas exprés oficiadas por el rapero Rayden, electrónica flamenca, cumbia, pop español llenaestadios, tintes indie norirlandeses y la revolución sexual han marcado el arranque del SanSan en Benicàssim bajo la atenta mirada de una imponente noria con neones multicolor.
El SanSan ha abierto sus puertas para cumplir 10 años consolidado como uno de los grandes festivales españoles -con ampliación de aforo hasta las 65.000 personas en sus tres días de celebración- y dejando patente las ganas de la gente de festejar el primer macroevento musical de la temporada en la Comunitat Valenciana.
Con la expectativa de colgar el cartel de no hay entradas para viernes y sábado -con el aliciente indiscutible de grupos como Amaral, La Oreja de Van Gogh o Arde Bogotá- la afluencia de la primera jornada ha sido cercana a los 22.500 espectadores que marca de máximo el aforo del recinto.
Un espacio por el que han pasado cientos de miles de amantes de la música desde 1996, cuando el FIB celebró su segunda edición (tras una primera en el velódromo de Benicàssim) y que se ha disparado desde 2010 con la llegada desde Italia del Rototom Sunsplash.
En 2017 -llegado de Gandia- el SanSan desembarcó en Benicàssim, donde los miembros de la organización se sienten cómodos y entendidos por el Ayuntamiento y los vecinos. Un enclave que sigue creciendo año a año y consolidándose como una cita musical cada vez con más seguidores.
La primera jornada, con colas puntuales en torno a las 21.00 horas en la zona de acreditaciones, se ha desarrollado sin incidentes (pese al fuerte viento que ha soplado en la zona en las horas diurnas) y con un ambiente festivo, distendido y sin agobios.
El ganador del concurso Groc Talent, Pasqual Riera, la artista emergente gaditana Judeline y el desenfado guatequero de los madrileños Morreo han dado arranque a la jornada musical.
Ya entrada la noche, Jairo Zabala, el polifacético y talentoso artista detrás de Depedro ha regalado una hora de buena música ofreciendo temas tan conocidos como "Como el viento" o "Llorona" pero también canciones nuevas de su último trabajo, "Un lugar perfecto", que se publicará la semana que viene. Según Zabala -quien se mostraba encantado de tocar en el SanSan- "uno planta semillas todos los días para que pasan cosas como las que van a pasar ahora".
Tras él, Fuel Fandango ha saltado al escenario de un festival en el que, han recordado, tocaron en su primera edición, para derrochar energía con su fusión de géneros fundamentada en el flamenco y la electrónica. Su vocalista, Nita, incansable como de costumbre, se ha aferrado a sus flores para poner a bailar a todo el SanSan.
No menos festivo ha sido el directo de Colectivo Panamera. Cumbia, calypso, rumba y pop rock: así suena esta banda europea y transatlántica que ha tomado el escenario para hacer mover al público sacándole su lado más latino.
Y tras ellos ha llegado una descarga de éxito tras éxito de Viva Suecia, una de las bandas del indie nacional más en forma y en auge, cosechando cada día más adeptos y ofreciendo un directo sin mácula.
La noche ha continuado con la revolución sexual de La Casa Azul, que probablemente haya perdido la cuenta de las veces que visita este recinto de festivales para seguir proclamando su mensaje de libertad, tolerancia e inclusión y con uno de los pocos platos internacionales del festival, el de Two Door Cinema Club, llegados de Irlanda de Norte para servir su indie pop británico a golpe de hit.
Mientras toda esta música sonaba sin descanso, el rapero Rayden, ha estado oficiando bodas en la SanSan Chapel a más puro estilo Las Vegas. El viernes y el sábado continuará la música en el SanSan para seguir celebrando su décimo aniversario a los pies del Mediterráneo.