La retirada de la cruz del Ribalta incluye recuperar especies de árboles ya desaparecidos en el parque

CASTELLÓ. La licitación del proyecto urbanístico para retirar la cruz del Ribalta contempla, además de la operación de quitar este símbolo del franquismo, recuperar el "estafo original" del parque "tal y como estaba en 1926". 

Así lo explica el informe que acompaña a la licitación que se aprobará este jueves en junta de gobierno local. De hecho, el informe municipal hable de "un jardín romántico" y de recuperar especies de árboles que en su momento había en el Ribalta pero que ya no existen. En concreto, cedros, cryptomeria japonesa y pinos canadienses de los que "hay constancia que en su día estaban en el Ribalta" y ahora ha desaparecido.

Con esta maniobra, el objetivo del equipo de gobierno del Fadrell es que con un coste de 58.914,05 euros más IVA, la empresa adjudicataria elimine la cruz de los caídos, que la asumirá el obispado de Segorbe-Castellón, así como la gran estructura de piedra que la sujeta.

En este espacio el objetivo es configurar el parque tal y como estaba antes de que se instalara la cruz en pleno franquismo. Además, el proyecto contempla la construcción de bancos de piedra y chapado de cerámica, similares a los que hay en el jardín del Obelisco. También habrá setos que marquen la nueva zona ajardinada, arbustos y naranjos, así como un sistema de riego.

El objetivo del equipo de gobierno es cumplir la con la Ley de Memoria Democrática si bien la retirada de este monumento ha contado con varios frentes judiciales abiertos en este tiempo ya que la asociación Abogados Cristianos ha defendido que la Cruz es un símbolo religioso fuera de cualquier significación política.

De hecho, la justicia paralizó el proceso para su retirada mientras se atendía un recurso que, según explicó la edil de Memoria Democrática, Vero Ruiz, en enero, fue archivada. De ahí que ahora el gobierno active toda la maquinaria para que, una vez adjudicadas las obras, se pueda retirar en un plazo de seis semanas.