la obra de Miquel Gozalbo centra la nueva exposición

La Sala San Miguel culmina su 'mayor' reto: trasladar e instalar esculturas de casi 5.000 kilos

13/10/2022 - 

CASTELLÓ. El artista Miquel Gozalbo expondrá su obra finalmente en la Sala San Miguel de la Fundació Caixa Castelló. Y decimos finalmente, porque no sabía el artista ni el propio coordinador artístico del espacio, Alfredo Llopico, si la muestra que tenían entre manos podría realizarse. Hace aproximadamente una semana que el creador desplazó desde su pueblo natal, Betxí, hasta la capital de la Plana, quince esculturas en hierro cuyo peso oscila entre los 600 y los 5000 kilos. Todo un reto para la organización que no se ha atrevido a anunciar la muestra Espai-Temps hasta el último momento. "Organizarla ha requerido de complejos trabajos de traslado e instalación de las obras. Temíamos que durante el viaje las esculturas se pudieran dañar y por eso esperamos a anunciarla", asegura Llopico. 

La obra de Miquel Gozalbo (Betxí, 1961) supone uno de los platos fuertes de la nueva temporada expositiva de la Sala San Miguel. Será el próximo 14 de octubre cuando se inaugure permaneciendo en el céntrico edificio hasta finales de año. 

Lleva el castellonense toda una vida trabajando con el metal. Es el material que le permite expresarse como artista y tan estrecha es su relación que ha conseguido crear resultados muchas veces impensables en un material tan robusto. El betxinense moldea el hierro casi como si fuera plastilina. "Gozalbo es un artista que domina la forma y la técnica. El hierro forjado, un materia más duro que el granito, presenta a Gozalbo una ‘resistencia infinitamente maleable’, sin aparentes restricciones, cual serpentinas de papel, generando pliegues meándricos que se retraen hasta su envés más profundo", señalan desde la Fundación. 

Cronología visual del traslado (Fotos: Ulalalau)

Un don para el metal

El trabajo de Miquel Gozalbo sigue la tradición de la escultura metálica de los años cincuenta, en cuya órbita se movían artistas españoles que son ahora referentes como Julio González, Jorge de Oteiza, Eusebio Sempere, Martín Chirino y Eduardo Chillida. Al igual que hicieron estos, aprovecha las cualidades físicas y posibilidades imprevistas del metal para crear nuevas formas y generar una expresión mucho más fuerte e intensa que la de la escultura tradicional. "Como soporte, el metal, le permite trabajar premeditada y lentamente en unas obras que crecen orgánicamente sobre sí mismas".

"Las esculturas abstractas de Miquel Gozalbo, consagradas enteramente al metal, son ricas en referencias y matices que se entrecruzan y entrelazan, que se complementan y matizan. Sus trabajos invitan al silencio y a la meditación tranquila. Al observarlos asalta al espectador el recuerdo de la peculiar atmósfera de sosiego del taller del artista en pleno centro de Betxí en la comarca de la Plana Baixa de Castellón. Un lugar habitado por multitud de trabajos de todos los tamaños. Su acumulación emula una fundición de formas biomórficas y totémicas que abandonan los referentes clásicos para expandirse a nuevos paradigmas, mostrando la voz y visión propias que el bechinense ha mantenido desde el principio de su carrera", añaden desde el centro cultural. 

En repetidas ocasiones el creador ha mostrado su virtuosidad con el metal. Desde hace años es artista permanente de la galería Cànem, la más longeva de la ciudad, donde ha protagonizado varias exposiciones. Ahora, en la Fundació Caixa Castelló, hace un pequeña retrospectiva sobre su vida artística. Un trabajo directo sobre chapa y barras de metal que ensambla y suelda con paciencia.

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