La solidez defensiva, fórmula ganadora para Castellón y Tenerife    

CASTELLÓ. El Castellón se enfrenta a un Tenerife mucho mejor situado en la tabla que el que visitó Castalia en la primera vuelta. Aquel equipo que se enfrentó a los orelluts en el primer partido de 2021 acudía al templo albinegro con un solo punto de ventaja sobre los puestos de descenso. Hoy está a mitad de tabla y su distancia respecto a esas posiciones es de diez puntos.

La clave de este cambio ha sido la mejoría defensiva mostrada tras la llegada al banquillo de Luis Miguel Ramis. El tarraconense, que tomó el relevo de Fran Fernández en la jornada 14, centró su trabajo en resguardar la portería y los resultados no tardaron en llegar. De hecho, el equipo albinegro ya lo padeció al perder en Liga por 0-1 en el único tiro a puerta de los canarios. Tres días después, también cayó ante este mismo conjunto en Copa del Rey, por 0-2.

El buen nivel defensivo del Tenerife ha tenido continuidad tras el ecuador de la competición. Y es que el equipo chicharrero cuenta con los mejores números de la segunda vuelta, con nueve goles encajados en 14 partidos. Este registro le ha permitido sacar un rendimiento muy alto a los pocos goles que ha marcado (11).   

El Castellón ha seguido una pauta idéntica tras la llegada de Juan Carlos Garrido. El valenciano ha aplicado la misma medicina reforzando el trabajo defensivo de un equipo que cometía errores de grueso calibre en casi todos los partidos, con nefastas consecuencias en el marcador.

Un hueso duro de roer

Tras el relevo en el banquillo, el conjunto orellut ha pasado a ser un dolor de cabeza para los rivales, pese a tener muy poco la pelota y aparecer en contadas ocasiones en las proximidades del área rival, en un modelo que ya mostró en toda su amplitud el Tenerife cuando visitó al Castellón de Óscar Cano.

Esta propuesta de juego ha cambiado para bien la situación clasificatoria del equipo de la Plana, que ha dado un impulso fuerte a sus opciones de permanencia gracias a sus buenos números defensivos.

Este domingo se medirán dos estilos de fútbol similares en un encuentro vital para la suerte del Castellón en su lucha por seguir un año más en Segunda División.