La Cámara de Comercio de Castellón abre un ciclo de conferencias en línea con una sesión con la participación de UBE, Zschimmer&Schwarz, Raminatrans y PortCastelló
CASTELLÓ. Más de 300 profesionales asistieron ayer telemáticamente a la primera jornada del ciclo Smart Business Innovación&Valores organizado por la Cámara de Comercio de Castellón, una actividad celebrada precisamente en el día en que la institución cameral cumplía sus primeros 120 años de existencia, como recordó su director gerente, Javier Valls, al presentar el evento, que contó con el patrocinio ‘premium’ de CaixaBank, así como de UBE y Zschimmer&Schwarz. Valls puso el acento en la relevancia que los negocios inteligentes y las reformas económicas y sociales tendrán en el futuro inmediato.
La primera de las seis conferencias del ciclo corrió a cargo de Soren Schou, director de Innovación Sostenible de Deloitte en Copenhague, quien habló sobre la sostenibilidad como palanca para la innovación y el crecimiento. Presentado por Enrique Vicedo, socio director de Co-enable Advisors, como “una de las figuras más reconocidas de Europa en la sostenibilidad aplicada a la estrategia de negocio”, Schou refirió los retos actuales del planeta: “baja productividad agrícola y pobreza, especialmente en el Tercer Mundo; baja calidad e inseguridad de la vivienda en muchas zonas, enfermedades contagiosas, obesidad y malos estilos de vida, alto consumo de recursos y emisiones de CO2 y finalmente, contaminación por plásticos”. Según Schou, “si todo el mundo consumiera como España, necesitaríamos dos planetas como el nuestro” para alcanzar la sostenibilidad. "Y si lo hiciera como Luxemburgo, precisaríamos ocho", apostilló.
Soren Schou (Deloitte): “en el CAMPO de la sostenibilidad hay oportunidades de negocio impresionantes, pero hay que concienciar a los directivos”.
Y es que “ningún país está trabajando en reconfigurar las relaciones humanas y con el planeta de una forma sostenible”, según se lamentó Schou, para quien es imprescindible hallar nuevas soluciones “para quienes quieren reducir su huella de carbono y para los países que quieren prosperar sin empeorar tampoco su huella de carbono”. A los empresarios que le escuchaban, les lanzó su receta de actuación: hay que buscar la intersección en las respuestas a dos preguntas: “¿cuáles son las oportunidades de mi organización para hacer del mundo un lugar mejor?” y “¿qué aspectos de la sostenibilidad son importantes para mis clientes?”. Ahí, dijo, “ocurre la magia” en la que las empresas pueden hallar el camino para una sostenibilidad compatible con la rentabilidad. Y remató: “hay oportunidades de negocio impresionantes, pero hay que concienciar a los directivos”.
A continuación, se desarrolló la segunda parte del evento, en formato de mesa redonda empresarial con la participación de Bruno de Bièvre, presidente de UBE Corporation Europe; Pedro Hernández, director general de Zschimmer & Schwarz España; Vicente Ramos, director general de Raminatrans Castellón y María José Rubio, jefa del Departamento de Sostenibilidad de PortCastelló, con Enrique Vicedo como moderador. Los participantes en la mesa desglosaron un amplísimo abanico de acciones enmarcadas en sus estrategias corporativas que Vicedo identificó como señales de un auténtico “cambio sistémico” en la economía, tanto a nivel local como global.
A juicio de De Bièvre, la sostenibilidad “no es una moda para UBE, sino una de las razones por las que sigue creciendo”. El máximo dirigente del grupo japonés en Europa detalló cómo se trabaja en el mismo para avanzar hacia el modelo de economía circular: “el modelo lineal aún es mucho más competitivo, y ese es uno de los problemas, pero poco a poco el circular se le aproximará”, auguró. Eso sí, precisó, “no podemos hacerlo solos, hay que buscar buenos socios para hacer posible un buen modelo circular”. Además, puso el acento en cómo ha avanzado la sostenibilidad entre los valores más apreciados por los inversores, que “cada vez están más interesados específicamente por este tipo de informes”. Bruno de Bièvre subrayó finalmente en que desde el mes pasado, “formamos parte junto con PortCastelló, BP y otras empresas de Castellón del grupo impulsor de la Estrategia Valenciana de Hidrógeno Verde”.
Por su parte, Hernández ha llamado la atención contra la opinión según la cual las políticas de sostenibilidad implican un sobrecoste para las empresas: “no es cierto, no tiene por qué ser así sino al contrario, debe llevarnos a una reducción de costes y a una mejor utilización de los recursos. El director general de Zschimmer & Schwarz España ha señalado que su compañía ha alcanzado el equilibrio social y medioambiental a través de proyectos como el que le valió el Alfa de Oro en Cevisama 2017, un sistema de recuperación y valorización de las tintas serigráficas tradicionales, o el que pusieron en marcha en 2014: “cuando la cerámica inició su proceso de conversión al ‘inkjet’, veíamos que todas las tintas eran con base solvente, y nosotros nos planteamos la acuosa porque la veíamos más sostenible; empezamos, patentamos y fuimos los primeros en empezar a comercializarlo”. Pedro Hernández se felicitó porque “a veces a los clientes les cuesta pagar un poco más por un producto sostenible, pero esa mentalidad está cambiando y las generaciones que vienen por detrás están presionando en ese sentido”.
La creciente sensibilidad medioambiental de las generaciones más jóvenes impulsa las estrategias de sostenibilidad en las empresas
Por su parte, Ramos hizo hincapié en que en la logística, la sostenibilidad “no es futuro sino presente” y plantea el doble reto de aumentar la eficiencia y preservar el medio ambiente, un desafío para el que “no tenemos otra opción, como industria y como individuos”, recalcó. A la pregunta de si el mercado está preparado para este cambio de paradigma, el director general de Raminatrans Castellón respondió que actualmente “hay concienciación, y es cada vez mayor, pero por norma general el precio sigue primando”. No obstante, insistió en la irreversibilidad del proceso de cambio y se refirió a la legislación, la concienciación social y las estrategias empresariales como los tres vectores de transformación. Vicente Ramos desgranó algunos ejemplos de su ámbito de negocio: “las navieras están haciendo grandes esfuerzos, incluyendo por ejemplo la propulsión de buques con gas natural licuado, y en la carretera encontramos la apuesta por vehículos eficientes convertida en realidad con la renovación de flotas”. Asimismo, en los almacenes “incorporamos tecnologías eficientes energéticamente, y estudiamos nuevos embalajes pensados en el espacio de los productos… hace años que estamos en la logística inversa en los embalajes”. En Raminatrans, dijo, “creemos que es el momento de posicionarse y pasar a la acción, y ahí cuentan todos los detalles”. El reto, concluyó, “es enorme y exige capacidad de adaptación, pero hay que hacerle frente sin miedo y con responsabilidad, porque la transformación es imparable”.
Finalmente, Rubio habló de las estrategias de sostenibilidad como factor sine qua non para los puertos del futuro. “Desde hace muchos años la demanda social nos ha orientado hacia estas políticas”, admitió. En este sentido, la jefa del Departamento de Sostenibilidad de PortCastelló se refirió a la incorporación del “crecimiento azul” al Plan Estratégico de la Autoridad Portuaria: “nuestra misión pasa por impulsar la transición azul con apoyo en la inversión privada y la innovación tecnológica en los temas del mar, favoreciendo un desarrollo basado en los recursos que ofrece el propio medio marino”. El Puerto de Castellón aspira a “ser reconocido como líder” en este ámbito, un camino en el que se apoya en la creciente sensibilidad social: “los hábitos de consumo cambian constantemente y nos llevan a apuestas como la economía circular, con generaciones más jóvenes que son las más comprometidas con la ecología y el medio ambiente y los retos del cambio climático, la brecha social y la disrupción tecnológica”. Según explicó María José Rubio, “incentivamos la sostenibilidad con cláusulas específicas en todos los concursos del Puerto y contamos con incentivos a los concesionarios de hasta un 15% de las tasas si cumplen con las especificaciones ambientales y reinvierten al año siguiente”. Estas subvenciones, señaló, supusieron “más de 500.000 euros el pasado año”, y son sólo un ejemplo de las numerosas medidas aplicadas por PortCastelló en los últimos años.