CASTELLÓ. Los socios de Caixa Rural Vila-real aprobaron en la tarde de este jueveslas cuentas anuales correspondientes al ejercicio 2022 en el transcurso de la asamblea general celebrada en el Centro Social de la entidad. Unas cuentas que han obtenido el visto bueno de los socios y que reflejan que la entidad cooperativa disparó el año pasado los beneficios hasta alcanzar los 444.000 euros aproximadamente, más de un 40% superior a los resultados registrados el ejercicio anterior.
Detrás de este crecimiento significativo se encuentra la ya conocida subida de tipos de interés por parte de las autoridades financieras durante el año pasado, con el propósito de contener una inflación derivada de la invasión de Ucrania y la crisis energética. Una política monetaria implementada por el Banco Central Europeo (BCE) que, para la entidad bancaria de Vila-real, ha supuesto una subida muy considerable de los márgenes por los ingresos de los intereses.
Así lo explicaron la nueva presidenta de la Caixa Rural, Sonia Sánchez, y el director general, Manuel Cubertorer, en el acto de presentación de resultados a los medios de comunicación, donde expusieron que el margen de ingresos por intereses bancarios ha "acelerado" su ritmo de crecimiento y ha registrado una subida de más del 65% en tan sólo un año. Concretamente, el margen entre los intereses cobrados y pagados por la entidad ascendió a 4,3 millones de euros.
A ello se suma la mejoría de los ingresos por comisiones y diferencias de cambio, que crecieron un 16,6% hasta los 1,8 millones de euros. Sin embargo, Cubertorer explicó que "se debe fundamentalmente a comisiones por prestación de servicios", la comercialización de productos, medios de pago, seguros y otros servicios asociados a los depósitos, no así a "comisiones penalizadoras". Sobre ellas, de hecho, dijo que la intención de la entidad es ir reduciéndolas con el paso del tiempo.
Estos conceptos y los dividendos por la participación de Caixa Rural en el Banco de Crédito Social Cooperativo, que ascendieron a 141.000 euros el año pasado, permitieron una subida de los ingresos de la entidad, que a su vez redujo los gastos de explotación, entre ellos los de administración, un 6,2%. No obstante, el margen bruto fue menor que el año anterior, y "el motivo fundamental es la dotación para sanear los activos irregulares", una tarea en la que se está centrando la entidad en los últimos ejercicios.
Así, el director general explicó que la Caixa Rural de Vila-real viene de "años con el cinturón apretado". "Un año más, se ha intensificado el esfuerzo de toda la organización en la gestión del activo irregular y se han reducido los activos dudosos de la inversión crediticia un 8,9%", explica el informe anual en ese sentido, lo cual ha permitido rebajar la tasa de morosidad en 0,5 puntos.
A la postre, la presidenta y el director general propusieron a la asamblea de socios que los 444.000 euros de beneficio se dediquen fundamentalmente al fondo de formación y promoción cooperativa y a reforzar las reservas y fondos propios. Durante el año pasado, hay que resaltar, la Caixa Rural cerró con 27.111 clientes, un 1,3% más que en 2021, de los cuales 12.585 son socios. Así, el capital social actual de la entidad está fijado en más de 17,1 millones de euros, con un incremento de casi el 17%.
La nueva presidenta, Sonia Sánchez, destacó en su intervención "el orgullo y la satisfacción que comporta ser el principal referente financiero" de la ciudad, donde es "la única entidad financiera que tiene su sede social en Vila-real". En ese sentido, también destacó "la gran confianza que existe en la ciudad con nuestra entidad", en relación al aumento de socios.
La presidenta de la entidad puso en valor la mejora registrada en las principales
magnitudes de las cuentas anuales de 2022. "Pese a la incertidumbre de la guerra en
Ucrania, la crisis energética y la inflación, hemos incrementado tanto las cifras de negocio
como el capital social, aumentando los márgenes en la cuenta de resultados y realizando
una buena gestión del activo irregular, mejorando la tasa de morosidad", manifestó en ese sentido.
La entidad cerró el ejercicio con un balance de 489 millones de euros, un 4,1% superior al año anterior. Por su parte, el negocio de balance minorista sigue con su tendencia alcista (+2,1%) hasta superar los 680,3 millones de euros "gracias principalmente al empuje de los recursos minoristas", que subieron casi un 4% hasta los 442 millones de euros. Sobre todo, gracias a la subida de los depósitos a la vista, que crecieron un 10%.
También los recursos de fuera de balance -especialmente patrimonio de fondos de inversión vinculados a los mercados de valores- crecieron un 3,4% hasta los 56,4 millones de euros "pese a la inestabilidad" de los mercados bursátiles debido al conflicto de Ucrania, que "ha reducido su valoración", explica la entidad en su informe.
Por otra parte, la crisis inflacionaria ha derivado en una contención de la demanda, que unida a la subida de tipos ha provocado un frenazo en el otorgamiento de créditos. "El freno del consumo de los hogares" y las inversiones empresariales "ha provocado un leve descenso del 0,6% de los créditos a minoristas". Concretamente, Caixa Rural de Vila-real cerró el año con unos créditos suscritos de 223 millones de euros.