CASTELLÓ. La Unió de Llauradors i Ramaders critica que la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica no haya pagado aún las ayudas a los sectores ganaderos más afectados por la covid-19 -unos 3,2 millones de euros-, solicitudes que se pidieron entre la última quincena de mayo y la primera de junio. Se trata de personas ganaderas que están atravesando una difícil situación durante los últimos meses como consecuencia de las continuas restricciones por el cierre total o parcial del canal Horeca.
Agricultura sí ha abonado por su parte las ayudas por la venta directa en mercados, lonjas, alhóndigas o al por menor y las de creación de canales telemáticos de venta de productos agroalimentarios, pero se trata de pocas personas beneficiarias y con cantidades muy pequeñas en relación a las de ganadería. En concreto, son poco más de 74.000 euros y 50 beneficiarios entre las dos, dando la razón a La Unió cuando en su día ya criticó los condicionantes y los plazos de las mismas.
El presupuesto de las ayudas ganaderas era de 4 millones de euros, de los que se concedieron finalmente 3,29 millones de euros, el 82% del mismo. Son un total de 561 expedientes.
De los 6,5 millones de euros para estas tres ayudas (mercados, venta telemática y ganadería) a los sectores más afectados por la pandemia, únicamente se ha concedido poco más de la mitad del presupuesto, concretamente el 51%. En este sentido, la organización reclama que se abonen de forma urgente estas ayudas ganaderas y demanda que el 49% del presupuesto no utilizado sirva para apoyar a otros sectores que se quedaron fuera del acceso a las mismas como es el de la apicultura, los toros bravos y de lidia o los de patos, entre otros; así como que se incremente la ayuda para los otros solicitantes.
Estas ayudas que en su día solicitó la organización agraria tenían la finalidad de establecer una línea de apoyo específico para las explotaciones de ovino, caprino y bovino afectadas por las medidas establecidas en el estado de alarma, concretamente, por el cierre del canal Horeca y por los mercados de venta no sedentaria. Pretendían así cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2.4 que es el de asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes.