CASTELLÓN. La Unió de Llauradors i Ramaders denuncia la presencia, todavía, de naranjas del hemisferio sur en algunos supermercados europeos. Sin ir más lejos, su secretario general, Carles Peris, ha comprobado la venta de naranja de Sudáfrica y Uruguay en dos lineales de la cadena Carrefour en la ciudad de Castellón. "El producto se ve que no es de aquí. No es navel ni navelina. Parecen lane lates de Sudáfrica y valencias de Uruguay", señala Peris.
La Unió había denunciado poco antes la comercialización, en uno de los establecimientos de la cadena Dia, de naranjas que se vendían como procedentes de Sudáfrica. Posteriormente a la crítica, la compañía especificó que se trataba de "un error de etiquetado", un "caso aislado" en una única tienda de la Comunitat Valenciana. El propio Peris reconoce que puede tratarse de un error de trazabilidad, algo que se puede producir cuando se compra la naranja a granel y quien la suministra o el propio supermercado no cambia el rótulo del pallet que la almacena. De hecho, el Comité de Gestión de Cítricos ya apuntó, hace dos años por estas fechas, el mismo caso y pidió corregir estos errores.
De todas formas, el error en el etiquetado es sintomático de un perjuicio para la citricultura castellonense, autonómica y estatal, que vive una campaña "desastrosa", con pérdidas "exageradas", apunta Peris. Y es que los precios han caído "más de un 23% en el campo", señala.
Y a ello ha contribuido especialmente la llegada de naranja de Sudáfrica. Así, aunque desde el 1 de diciembre los cítricos sudafricanos no tienen permitida la entrada en la Unión Europea con aranceles reducidos, la venta a día de hoy en los supermercados demuestra "que las empresas los aguantan más de un mes en la cámara", aunque la fruta que finalmente llega al consumidor es de una calidad más que cuestionable. Y todo, con productos locales de primera calidad.
Por todo ello, y aunque ayer martes comenzó oficialmente la retirada de las 50.000 toneladas de naranja que ha programado el Gobierno, esto "ha llegado muy tarde. Ya han acabado las variedades que más volumen tienen", especialmente la clemenules, y no notarán la iniciativa, lamenta Peris.
Por ello, aunque Peris espera que en su segundo tramo la campaña se reactive, ya que hay "variedades más ordenadas y tonelajes más ajustados", el perjuicio a los productores ya tiene difícil reparación. Por ello, el próximo día 21 las localidades que llevaron a cabo protestas el pasado día 18 volverán a salir a la calle para reclamar ayudas al Gobierno y la Unión Europea. "El ministro no ha estado a la altura para defender al sector estatal de cítricos", critica el secretario general de la Unió. "En una campaña tan complicada tendría que haber ido a interpelar a Bruselas" cuestiones como el tratamiento en frío o la reciprocidad de tratamientos fitosanitarios para la fruta que llega del extranjero, le recrimina Peris.