CASTELLÓ. La Unió de Llauradors reclama a la Generalitat que aproveche parte de los 450 millones de euros de entregas a cuenta que el Ministerio de Hacienda desbloqueará antes de que finalice septiembre para publicar las ayudas prometidas por el propio president Ximo Puig para contrarrestar la nefasta pasada campaña de naranja. Asimismo, también le pide las ayudas de primera instalación y planes de mejora.
El Ministerio de Hacienda desbloqueará 4.500 millones de euros a las Administraciones autonómicas (450 para la Comunitat) por la mejora de la recaudación del IRPF, el IVA y los impuestos especiales durante este año, algo que reclaman desde hace semanas los presidentes autonómicos y entre ellos Ximo Puig. Ante esto, en la organización agraria creen que se debe aprovechar esta circunstancia para que la Generalitat se ponga al día en las deudas pendientes más importantes. Así, iniciada ya la nueva campaña citrícola, las ayudas de minimis prometidas por la Conselleria de Agricultura como apoyo al sector ante los pésimos resultados de la campaña pasada y a las que se preveía destinar una cantidad de alrededor de 8 millones de euros ni siquiera se han convocado y siguen por tanto paralizadas por la Conselleria de Hisenda.
Cabe recordar que la Conselleria de Agricultura y el president de la Generalitat comunicaron al sector citrícola valenciano y a la opinión pública la concesión de esas ayudas a los citricultores afectados por la grave crisis de la pasada campaña, motivada por múltiples circunstancias, entre ellas la competencia desleal de Sudáfrica.
Y es que la campaña de cítricos 2018/2019 finalizó con un balance muy desalentador para los productores, que dejaron de ingresar 279 millones de euros en relación a la anterior, según los cálculos de la Unió. Las ayudas de minimis pretendían la continuidad de las explotaciones citrícolas a través del mantenimiento de su actividad y evitar que numerosas parcelas sean definitivamente abandonadas, con la consecuente disminución de la actividad económica y la pérdida de biodiversidad que eso comporta, además de la pérdida de puestos de trabajo en el sector.
También se encuentran pendientes de abonar las ayudas a la inversión en explotaciones agrarias, conocidas como planes de mejora, correspondientes a la convocatoria de 2017, donde muchos de sus beneficiarios han realizado las inversiones que fueron certificadas como correctas y dos años después todavía no han cobrado la ayuda que les corresponde, denuncia la Unió.
En relación a las ayudas para la primera instalación de jóvenes agricultores, si bien se ha abonado la casi totalidad del primer plazo establecido en las bases reguladoras, todavía falta que la Conselleria de Agricultura pague el segundo plazo, el 30%.
Desde la organiación agraria destacan que ambas ayudas son claves para modernizar el campo valenciano y posibilitar el necesario relevo generacional ante el envejecimiento alarmante que existe en el sector.
Ante esto, el secretario general de la Unió, Carles Peris, señala que el sector agrario valenciano "siempre se queda como el hermano pobre de los presupuestos y los primeros que sufrimos los recortes. Si ahora con el adelanto de dinero de la financiación no son capaces de pagar deudas pendientes con el campo demostrarán que no hay voluntad política de apostar por el sector más que para llenarse la boca de promesas incumplidas".