CASTELLÓ. La viróloga, química e inmunóloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Margarita del Val ha impartido la conferencia La inmunología de la pandemia y de la campaña de vacunación en el salón de actos de la Escuela de Doctorado y Consejo Social de la Universitat Jaume I, organizada por la Cátedra Ciutat de Castelló.
Del Val ha afirmado que las vacunas contra el SARS-CoV-2 son las más seguras de toda la historia, paradójicamente a lo que pudiera pensarse por la rapidez en su diseño y desarrollo. Normalmente se tarda bastantes años en desarrollar una vacuna eficaz, pero en esta pandemia se han juntado tres factores que han confluido para conseguir unas vacunas seguras y eficaces. Por un lado, la enorme inversión realizada por organismos públicos y entidades privadas para la investigación y desarrollo; además, la existencia de un número mayor de voluntarios para la realización de los ensayos clínicos, cinco veces más que en otras vacunas; y finalmente, la vigilancia de los ensayos después de la aplicación de la vacuna, que ha sido muy intensa y ha permitido una mayor rapidez para identificar los posibles resultados adversos.
Margarita del Val ha iniciado la conferencia explicando la importancia y el por qué se necesitan las vacunas, ya que "lo que hacen las vacunas es entrenar a nuestro sistema inmunitario, estimular nuestra inmunidad, y por eso son la solución a las infecciones y a las pandemias". Y ha destacado que el virus SARS-CoV-2 es un virus más, no es el más virulento conocido, pero "lo que ha ocurrido para su propagación es que cuando llegó no teníamos ninguna defensa inmunitaria contra él". No es el más contagioso, de hecho, la varicela es tres veces más contagiosa, o el sarampión, seis veces más. E incluso, no es el más mortífero. Por ejemplo, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), sin tratamiento, provoca la muerte al 90% de los infectados , mientras que este coronavirus sólo el 1%.
La coordinadora de la Plataforma de Investigación en Salud Global del CSIC ha destacado que el problema del SARS-CoV-2 es que es un virus silencioso. «No se transmite tanto como otros pero lo hace de una manera muy silenciosa. De tal forma que el día que tenemos la mayor cantidad de virus en la nasofaringe es de uno a tres días antes de los síntomas, si los tenemos, de forma que cuando ese primer día nos estamos pensando si ese picor de la garganta es la COVID, pues resulta que llevamos dos o tres días contagiando a todos nuestros contactos".
Del Val ha afirmado que "la capacidad que tenemos cada uno de nosotros de contagiar a los demás es más o menos la misma en todas las situaciones, incluso vacunados, aunque es un poco más baja, y la consecuencia de esto es que nos infectaremos todos, antes o después", ya que es un virus que no se podrá erradicar porque no podrá vacunar a todas las personas adultas del mundo. Por lo tanto, «lo mejor es que nos pille vacunados».
Respecto a las mutaciones del virus, Margarita del Val ha explicado que la vida es mutación, el que existan variantes es intrínseco a la vida, y que los coronavirus mutan poco, de hecho mutan diez veces menos que el virus de la gripe.
La investigadora del CSIC ha destacado también la importancia de la memoria inmunitaria, que es como la memoria normal pero del sistema inmunitario. Con dos estimulaciones, con dos dosis de la vacuna, se tiene una buena respuesta inmunitaria, y las siguientes estimulaciones serán mejoras para esta memoria ya que se generan anticuerpos con mayor rapidez y casi no se tendrán síntomas. «De entrada tendremos más fuerzas que las que tiene el enemiga» ha afirmado la viróloga. que ha concluido diciendo que «da igual que bajen los anticuerpos, tenemos los linfocitos de memoria, tenemos la memoria inmunitaria», destacando que los anticuerpos ante el virus van disminuyendo pero la inmunidad se mantiene.
La viróloga ha concluido su intervención dando datos sobre las vacunas contra la COVID-19 y la importancia de seguir desarrollando vacunas para este o futuros virus. También ha insistido en que siempre es mejor la vacunación que la infección natural, ya que mejorará la respuesta inmunitaria frente a las variantes, y que el riesgo personal para una persona no vacunada es el mismo que antes de que estuviera vacunada una gran parte de la población, ya que puede que tenga menos probabilidades, pero el mismo riesgo.