Imagen de loa acusados en el juicio. Foto: EDUARDO MANZANAVALÈNCIA. La Audiencia de Valencia juzgará de manera separada a uno de los acusados de la conocida como piezas de los zombis de Imelsa y Ciegsa dentro de la macrocausa de Taula. La decisión se ha producido después de que uno de los acusados, Francisco Javier Cañizares, pidiera cambiar de abogado ayer lunes en la primera jornada de juicio.
Un total de 26 personas se sientan en el banquillo por esta investigación, centrada en empleados de estas empresas públicas que cobraban pero no acudían a su lugar de trabajo o que realizaban labores que no correspondían a su puesto.
Entre los acusados figuran el que fuera presidente de la Diputación de Valencia y del PP de esta provincia Alfonso Rus; el ex secretario autonómico de Educación Máximo Caturla; el exgerente de Imelsa Marcos Benavent; el que fuera jefe de Gabinete de Rus, Emilio Llopis; y varios exdiputados provinciales, como el que fuera subdelegado del Gobierno en Valencia Rafael Rubio (destituido tras su supuesta implicación en otro caso, Azud).
La instructora abrió juicio por delito de pertenencia a organización criminal y delitos continuados de malversación, prevaricación administrativa y falsedad en documento oficial cometidos por funcionarios públicos.
Durante la sesión de este martes, uno de los acusados ha presentado un escrito al que ha dado lectura el tribunal. En él expresaba que la estrategia de su defensa no es la que él quería tomar y que se encuentra en una situación de indefensión, por lo que pedía un abogado de oficio al no poder permitirse económicamente otro. "Mi abogada quiere que diga que he trabajado en Imelsa y es mentira. Yo no he trabajado en Imelsa, he trabajado en el partido socialista en mantenimiento", afirmó ayer.
Ante esta situación, se han planteado varias posibilidades por parte del resto de defensas. Desde la suspensión del juicio durante unos días hasta el planteamiento de otro de los abogados de este procedimiento de ejercer temporalmente de letrado del acusado. Sin embargo, ha sido otra de las propuestas la que ha prosperado: que se forme una pieza separada para enjuiciar únicamente los hechos relacionados con esta persona.
Tal como ha recordado la Sala, es algo que ya ocurrió en otras causas como Emarsa. Y se trata de una alternativa que permite proseguir con el juicio con normalidad. "Parece evidente una manifiesta pérdida de confianza y dificultades de comunicación entre la propia letrada con su cliente por la estrategia. El momento en el que el señor Cañizares lo hace es muy tardío y podemos estar en el estado del descuido y la negligencia en un juicio que está señalado con un año de antelación", ha expresado el presidente del tribunal.
En su opinión, no puede prosperar la suspensión del juicio para se incorpore un abogado de oficio porque existe un calendario ya fijado y, si se retrasa, supondría un coste económico para las arcas públicas debido a que el tribunal no tiene disponibilidad de reunirse más días. Incluso podía provocar que las sesiones se celebraran dentro de 9 meses o un año.
Así, la Audiencia ha sostenido que no genera un problema de indefensión para el acusado la generación de una pieza separada. En ella se enjuiciarán los hechos relativos a él de manera independiente y la sentencia del juicio de los zombis no vincularía la posterior decisión sobre ella.
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