VALÈNCIA. Tras meses en vilo ante la incertidumbre de no saber qué iba a pasar con el futuro de la factoría de Ford en Almussafes, este miércoles 22 de junio se despejaban todas las incógnitas. La planta valenciana lograba adjudicarse los modelos eléctricos que la multinacional tenía pendientes de asignar. Y la industria valenciana de la automoción recuperaba el aliento. No solo los 6.000 trabajadores de la fábrica estaban pendientes de la elección, sino las más de 30.000 familias que trabajan de forma directa en un sector valenciano con una fuerte dependencia de la firma del óvalo.
Sin embargo, tras conocerse que Almussafes ha conseguido convencer a los directivos de Ford, llegaba el éxtasis. El camino no será sencillo porque la automoción se encuentra en un momento de transformación, pero la decisión supone un importante revulsivo. Y así lo destacaba la presidente del Clúster de la Automoción (AVIA), Mónica Alegre. "Es un balón de oxígeno para el conjunto de la industria valenciana, no solo para el sector del automóvil y una buena noticia para el conjunto de los valencianos", subraya.
Lo cierto es que el sector de la automoción se encuentra en un momento de transición ante la irrupción de las nuevas formas de movilidad, la caída de la demanda y la crisis mundial por la falta de semiconductores. Un cóctel al que se le ha sumado el encarecimiento de las materias primas y la energía y la invasión de Ucrania, factores que han puesto en alerta a toda una industria, que trabaja para adaptar sus capacidades tecnológicas a los nuevos retos del futuro, marcados por la descarbonización.
Y en ello lleva trabajando la industria auxiliar valenciana, que supone el 6,86 % del empleo industrial de la Comunitat con una facturación cercana a los 12.000 millones de euros, más del 18% del PIB valenciano y el 25% de las exportaciones. De hecho, esa reconversión de las compañías y la cadena de valor es lo que llevaba al Clúster a ser optimista respecto a las capacidades de Almussafes y la preparación de todo su parque de proveedores para asumir el nuevo encargo de modelos eléctricos.
En este sentido, Alegre destaca que el encargo de la producción de los modelos eléctricos en Almussafes, junto con la inversión de Volkswagen en Sagunt hacen "ser optimistas de cara a que otras multinacionales relacionadas con la nueva movilidad elijan nuestra comunidad". "Y esto es un aliciente para que trabajemos para atraer esas inversiones", insiste.
De hecho, desde hace años las empresas del sector han estado diversificándose y adatándose a la movilidad inteligente y sostenible precisamente para dar una respuesta a las nuevas demandas del mercado. Pero también para minimizar su dependencia de Ford y sufrir en menor medida los vaivenes de la factoría. Sin embargo, la fábrica sigue siendo tractora en la autonomía y más del 80% de las compañías valencianas del automóvil siguen con alguna relación directa o indirecta con ella.
Por ello, el hecho de que Almussafes haya logrado su electrificación supone un espaldarazo al trabajo realizado y sitúa a “la región como referente europeo en movilidad eléctrica y sostenible, así como en un polo de inversión tecnológico", valora la presidenta del Clúster de la Automoción.
También para el metal, la elección de Ford supone "asegurar el futuro de cientos de empresas en la Comunitat Valenciana que luchan por adaptarse a la nueva situación y trabajan incansablemente por ser más competitivas y flexibles", destaca Vicente Lafuente, presidente de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (Femeval).
No obstante, Lafuente también pide a la Administración apoyo a esa industria auxiliar. "El comportamiento permanente de ayuda de la Generalitat Valenciana durante tanto tiempo a todos los procesos innovadores de Ford para mantener Almussafes, es perfectamente compatible con el desarrollo de planes que apoyen a todo el sector auxiliar de automoción, y al conjunto del metal por extensión, que a su vez genera actividad a infinidad de pymes valencianas", señala en un comunicado.
Desde la patronal CEV, su presidente, Salvador Navarro, aseguraba que la confirmación de Ford es "una noticia muy positiva, histórica, y una garantía de futuro de la planta y de toda la industria automovilística de la Comunitat Valenciana" porque genera certidumbre entre los empleados de la fábrica valenciana. "Por lo tanto, estamos hablando de una decisión clave, muy esperada, y que llega fruto del trabajo bien hecho", subraya.
Además, José Vicente Morata, presidente de Cámara de Comercio de Valencia también valora la decisión por la importancia de retener la factoría y el empleo en el sector. Pero también para mantener el ritmo de las exportaciones. "Nos va a permitir seguir batiendo los récords históricos en los que estamos en estos momentos", señala para recalcar que la decisión es "una fuente de innovación, de atracción de talento e inversiones, tanto para la propia planta como para toda la industria de componentes".