AL OTRO LADO DE LA COLINA / OPINIÓN

La barbarie otra vez

Foto: EUROPA PRESS/CONTACTO/NAAMAN OMAR
14/10/2023 - 

En los estudios polemológicos (de los conflictos) cuando se recuerda el Yom Kippur, se recuerda aquella frase de Lao Tse de que no hay mayor peligro que subestimar a tu oponente. Un pensamiento que también sirve para campañas electorales, 23J por ejemplo.

Estos días, precisamente, se acaba de cumplir el 50 aniversario del ataque de un grupo de países del mundo musulmán contra Israel en ese Día de la Expiación de 1973, con la inicial humillación de los judíos. Por lo tanto, es una fecha cargada de simbolismo. Y, precisamente, ha sido elegido este momento, consiguiendo un efecto de total sorpresa (de los principios generales para alcanzar la Victoria), para que la barbarie se haga presente otra vez en Tierra Santa, en Israel.

Porque, ya saben, lo han podido leer en estas líneas en otras ocasiones, esto no es una historia de buenos y malos, que haberlos los hay. Es la historia de dos pueblos que quieren vivir en el mismo territorio, por lo que el conflicto está servido. De una parte, está un pueblo histórico, el Hebreo, el pueblo de Abraham y hermano mayor de las religiones monoteístas Cristiana y Musulmana, el cual vive en el año 5784. Por otro lado, un pueblo que no ha tenido conciencia de nación hasta hace pocas décadas, con el fin del Mandato Británico en 1947, es el pueblo Palestino.

El primero se organiza entorno a un país, Israel, como un Estado Democrático y de Derecho, con un régimen de Libertades, que permite ser el único país de Oriente Medio, donde, por ejemplo, se celebra el día del orgullo LGTBIQ+, para los más sensibilizados con las políticas de género, pero que, ante este ataque con claros sesgos machistas, ninguna activista ha salido a manifestarse por las violaciones, torturas y asesinatos de mujeres, chicas adolescentes e, incluso, niñas. Este país hebreo tuvo su comienzo con el plan de la ONU de 1947.

El cuerpo de un ciudadano israelí muerto yace en la calle. Foto: ILIA YEFIMOVICH/DPA

El otro, tras el rechazo Árabe a la antes citada resolución de Naciones Unidas de 1947, quedó conformado en una serie de grupos y organizaciones, como Al Fatah, o la OLP, que estuvieron incluidas en los listados de grupos terroristas de los 70s, y claros peones de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y que ha terminado en constituirse en dos territorios, con dos organizaciones políticas muy distintas, en Cisjordania la Autoridad Nacional Palestina y en la Franja de Gaza gobernada por Harakat al-Muqawama al-Islamiya (HAMAS) considerado este último por la Comunidad Internacional Occidental como grupo Terrorista.

Y ha sido esta organización terrorista y su brazo armado, las Brigadas de Izz al-Din al-Qassam, los que han desatado el terror y la muerte, y más que una guerra han provocado la barbarie, le pese a quien le pese. Hemos visto imágenes de cuerpos mutilados, torturados, y violados (no hay peor ciego que el que no quiere ver). Los asesinados se cuentan por cientos, ya van por más de mil, los heridos por miles, los secuestrados por cientos, esta táctica de llevarse a población civil tras una razzia, parece estar en el ADN de la radicales islámicos, pues recuerden lo que pasaba en la Edad Media durante la reconquista, o en la costa levantina durante la Edad Moderna (de ahí viene la expresión de “hay, o no hay moros en la costa”), y en los tiempos actuales la piratería marítima o en las salvajadas del Estado Islámico o ISIS.

La respuesta de los principales países de Occidente USA, Alemania, Francia, Reino Unido o Italia, ha sido condenar sin ambages el ataque y ponerse del lado de la víctima, en cambio otros países parecen dudar, como consecuencia de gobiernos con múltiples y variadas sensibilidades, y parecen querer mostrar “generosidad” con los atacantes, poniéndose de perfil.

Respecto las organizaciones internacionales habrán podido comprobar el porqué de su ineficacia en los conflictos. Todo han sido dudas, lentitud e inacción. La UE con sus idas y venidas respecto a la paralización de las ayudas de Gaza. Mister PESC, Josep Borrell, a veces José o Pepe según le interese, prejuzgando a la víctima, Israel, en lo desproporcionado e ilegal de su posible respuesta, sorprendente. Otras como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aún admitiendo que Israel tiene “derecho a defenderse”, ¿le tienen que dar las gracias los israelíes?, pidió una respuesta “proporcionada”; a qué se refiere Stoltenberg. Basándonos en el Código del Rey Hammurabi, cuando hace casi 4000 años dictó la proporcionalidad del castigo con el delito, y teniendo en cuenta que Israel es entre cien y doscientas veces más pequeño que su contraparte musulmana o Umma, y puesto en relación con el principio de disuasión (por lo que la reacción disuasiva tiene que ser 100 o 200 veces la acción atacante), nos daría una barbaridad y absurda “respuesta proporcionada”, de muertes, heridos y … , parole, parole, parole.

Fuerzas israelíes atacan una torre en la ciudad de Gaza. Foto: EUROPA PRESS/CONTACTO/BASHAR TALEB

Como aún estamos en el inicial desarrollo de las operaciones israelíes, por cierto muy peligrosas porque HAMAS “les está esperando”, es muy difícil hacer pronósticos. Lo que está claro es que el culpable de todas las muertes que se produzcan es de los islamistas, pero no sólo de los asesinatos de israelíes, sino también de las bajas colaterales palestinas, que los judíos con la técnica Roof knocking -golpeando/llamando al techo- intentan minimizarlas, porque Egipto ha propuesto finalmente crear un corredor humanitario para evacuar civiles, cosa que HAMAS se ha negado inicialmente a ello, pues busca cobardemente esconderse detrás de la población civil Palestina usándolos de escudos humanos ¿donde están ahora los del derecho internacional que tanto señalan a Israel?.

Y por ir concluyendo, hay numerosas derivadas nacionales e internacionales al respecto. Los palestinos otra vez están siendo carne de cañón de sus hermanos de Fe musulmana, en concreto los iraníes, pues esta operación no la podían planificar y ejecutar solo HAMAS. Entre otros factores Irán ha querido sabotear el casi inminente acuerdo de paz de Israel con Arabia Saudí; a la par que internacionalmente Teherán quita el foco sobre la revuelta/represión de mujeres en su territorio, y pone firmes a su población frente al sempiterno enemigo judío (típica maniobra totalitaria).

En clave interna de Israel, Irán intenta desestabilizar al gobierno de Netanyahu, muy cuestionado últimamente; más el fallo de seguridad por parte de Israel, del Shabak y el Aman (inteligencia del interior y territorios ocupados, y la militar) que no del Mossad, que debería pasar factura en su momento, pero Netanyahu (perro viejo en política), ante esa debilidad, o por sentido de estado, o por ambas razones, ha conformado un gobierno de Emergencia Nacional con la oposición; que ejemplo y envidia, para cualquier país que tenga una emergencia por una acción contra la integridad territorial y las libertades de sus ciudadanos.

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