La base de la recuperación postdana: reconstruir el capital y ayudas realistas a empresas

VALÈNCIA (EFE/Inma Martínez). La clave de la recuperación de la zona de Valencia afectada por la riada que siguió a la Dana del 29 de octubre está en reconstruir el capital perdido lo antes posible, tanto las infraestructuras básicas como las empresas, para las que es vital que las ayudas sean realistas y cubran el verdadero coste de los daños.

Por la magnitud del desastre, el coste de la reconstrucción del área afectada será muy elevado y las estimaciones de daños realizadas deben interpretarse con mucha cautela por su provisionalidad, ya que no se dispone aún de suficiente información para ser rigurosos en los cálculos, según considera el director adjunto del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (lVIE) y catedrático de Economía de la Universitat de València, Joaquín Maudos, en declaraciones a EFE.

No obstante, esas valoraciones -como los 13.300 millones de daños directos en los 87 municipios afectados por la dana en los sectores de la construcción, la industria, el transporte, la agricultura, el comercio minorista y otros servicios y actividades urbanas, según datos de la Cámara de Comercio de Valencia a 22 de noviembre- muestran la magnitud de las pérdidas y el enorme impacto en la actividad productiva.

Ayudas que cubran el verdadero coste

Maudos considera vital que las ayudas y la liquidez lleguen lo antes posible a las empresas porque el tiempo corre en contra: si hay retrasos, las empresas no pueden reiniciar su actividad y pierden clientes. En algunos casos, no podrían recuperarse y estarían abocados al cierre.

A corto plazo los sectores más afectados por las inundaciones son los que dependen de la renta de las familias, y con el gasto extraordinario que deben de hacer las afectadas, el consumo en ocio se va a resentir. Otros, en cambio, notarán un crecimiento: son los que tienen que dar servicios para recomponer la zona afectada.

A medio plazo, el experto del IVIE afirma que el objetivo debe ser que la economía retorne a donde estaba el día antes de la dana y, para ello, las ayudas tiene que ser realistas y cubrir el verdadero coste de reconstrucción y llegar pronto.

En este punto, advierte de que la experiencia de otras catástrofes no es buena, por lo que hay que evitar que se repitan los errores de desastres anteriores.

El área afectada por la Dana tiene un enorme peso en la economía valenciana. En relación a la provincia de Valencia, en los municipios inundados (sin incluir València, que tiene tres pedanías afectadas) vive el 40 % de la población, está el 36 % de sus empresas (63.182), que generan el 36 % del Valor Añadido Bruto (VAB) y el 31 % del empleo y, según el Banco de España, supone el 2 % de la economía española.

Solo los 15 municipios de la zona cero representan el 8 % del PIB y del empleo de la provincia de Valencia. Una enorme dimensión económica y un enorme impacto en la actividad productiva, certifica el reconocido economista.

El impacto ha sido muy desigual por municipios, sectores y empresas. En algunos de los municipios más afectados (zona cero), hay muchos y grandes polígonos industriales y centros logísticos. En los 15 municipios más afectados, de sus 15.750 empresas, el 39 % pertenece al sector del comercio, hostelería y transporte, el 9,2 % a la industria, el 11,4 % a la construcción y el resto a otros servicios.

Al coste de recuperación de las empresas hay que añadir el coste de reparación en infraestructuras públicas (carreteras, puentes, red de ferrocarriles, metro), instalaciones (educativas, deportivas, energéticas) o capital residencial de las familias.

Presupuesto excepcional

En opinión de Maudos, no es momento de preocuparse por el presupuesto y debemos aprender del error que se cometió a nivel internacional cuando se afrontó la gran recesión de 2008, a la que se respondió con políticas restrictivas que alargaron la crisis.

Con la pandemia de covid ocurrió justo lo contrario: la salida de la crisis se dio pronto, no nos preocupamos del déficit y con la expansión posterior se puede hacer frente al endeudamiento.

En esta ocasión de la Dana debe procederse de igual forma porque es urgente que las ayudas sean realistas y lleguen pronto, aunque eso exija ahora más déficit y endeudamiento, y es el Estado el que debe asumir una parte muy importante del coste (es algo excepcional) y del resto, responsabilizarse el Gobierno valenciano.

El director adjunto del IVIE señala a EFE que la Comunitat Valenciana parte de una pésima posición de déficit y endeudamiento atribuida a la injusta infrafinanciación sufrida desde hace demasiados años, de ahí que el grueso de las ayudas deba recaer en el Estado.