Foto: EDUARDO MANZANAVALÈNCIA. La reforma fiscal aprobada por el Consell que encabeza Ximo Puig a través de los Presupuestos de la Generalitat para 2023 –ahora en tramitación en Les Corts– incorpora una subida del impuesto de Patrimonio a partir del próximo año. Incremento con el cual la Comunitat Valenciana pasa a situarse como la segunda autonomía con este tributo más alto sólo por detrás de Extremadura.
Una simulación por tramos muestra una radiografía de en qué punto se encuentra cada territorio. De manera que a la Comunitat le siguen, por orden, Baleares, Cantabria, Cataluña y Aragón como aquellas con el impuesto más elevado. Murcia, aunque ocupaba hasta el momento la quinta posición, ya tenía bonificaciones y estudia la eliminación para 2023.
Patrimonio se encuentra suprimido de hecho en Madrid y Andalucía, mientras que en Galicia está bonificado al 50%. En la Comunitat, será más gravoso a partir de 2023 para los patrimonios sometidos a tributación superiores a 1,33 millones de euros –excluida la vivienda habitual–. Para esos tramos, el tipo aumentará en 0,25 puntos, de manera que el tramo de 1,33 millones pasará de un tipo del 1,62% al 1,87% y el tramo más alto alcanzará el 3,75%.
Otra novedad es que el último tramo comenzará a partir de 10 millones de euros en lugar de los 10,69 de la tarifa actual, de manera que los contribuyentes con un patrimonio comprendido entre 10 y 10,68 millones verán incrementado su tipo del 2,62% al 3,75%. La reforma afectará a 10.783 valencianos y el Consell espera recaudar con ella 25 millones de euros.
La Comunitat ocupaba hasta ahora la tercera posición en el ranking nacional. Aunque el impuesto era más gravoso que en Baleares para un patrimonio de tres millones de euros, no ocurría lo mismo para los de cinco o diez millones. Unos tramos, los más altos, que son los que a partir de 2023 se incrementan en mayor medida. Con lo cual, y unido a que el mínimo exento se sigue situando en 500.000 euros, el territorio pasa ahora al segundo lugar.
Para el abogado experto en fiscalidad Pablo Romá, la modificación de la escala de este impuesto va a determinar un incremento de la tributación, especialmente para aquellos contribuyentes a los que no les sea de aplicación el límite conjunto de la cuota del Impuesto sobre Patrimonio con la del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) como consecuencia de unos ingresos anuales elevados.
El socio director y fundador de Romá Bohorques Tax & Legal explica que es probable que los contribuyentes –a quienes pueda afectar esta modificación de la escala– intentarán planificar fiscalmente la estructura de su patrimonio así como sus ingresos anuales para evitar –aunque sea parcialmente– una subida de la tributación en el impuesto.
En cuanto a cómo replantear, en general, tributos como el de Patrimonio, Sucesiones, Transmisiones y Actos Jurídicos Documentados, considera que se debería de acometer una reforma integral enfocada, entre otros objetivos, a que no haya una desigualdad en su tributación en función de la comunidad autónoma en la que se resida.
