VALÈNCIA. (EFE) La escasez de semiconductores en todo el mundo continuará durante la primera mitad de 2022 y se podría alargar, con mejoras, hasta 2023 debido al repunte de la pandemia del coronavirus y la escasez de mano de obra, después de un 2021 en el que marcó a las industrias de manera global.
Tras un 2021 en que el desajuste entre la oferta y la demanda de semiconductores impactó en varias industrias, entre ellas la tecnológica y la automotriz, la consultora IDC considera que la escasez de chips continuará, al menos, durante los seis primeros meses del año, según un informe que ha publicado.
A partir de junio la situación podría mejorar, pero la falta de chips no se recuperará por completo hasta 2023, cuando la demanda se mantendrá sólida, pero el aumento de los niveles de inventario y una posible ralentización de la economía "podrían aliviar las limitaciones" en esta área.
Por ello, IDC considera que el mercado de la automoción, uno de los más afectados por la escasez de semiconductores, no verá reflejado un progreso en la fabricación de vehículos hasta finales de 2022 y 2023 "si no hay otros impactos en la cadena de suministros".
Este mercado se ha visto perjudicado por las limitaciones de suministros en los semiconductores realizados a través de nodos de procesos maduros, aquellos de más de 16 nanómetros, debido a su menor rentabilidad.
Según la consultora, los fabricantes de semiconductores están centrando sus inversiones en las obleas que se realizan a través de procesos de vanguardia frente a otros procesos, ya que, aunque en la actualidad representan solo el 15 % del mercado global, los ingresos de este grupo suponen el 44 % del total.
Según los datos de la consultora especializada Gartner, los ingresos mundiales del mercado de los semiconductores aumentaron un 25,1 % en 2021, hasta los 509.000 millones de euros, superando por primera vez la barrera de los 500.000 millones. La consultora asegura que este aumento es consecuencia de la fuerte demanda, así como de la subida de los precios de las materias primas y los problemas de logísticos, que han impulsado el precio medio de los chips en el último año.
Unas cifras que van en concordancia con los últimos datos ofrecidos por la Asociación de la Industria de semiconductores (SIA, en inglés). En ellos, asegura que el mercado creció un 23,5 % entre noviembre de 2021 y el mismo mes de 2020, al alcanzar los 43.350 millones solo en ese mes. SIA aumenta los ingresos del mercado de los semiconductores entre enero y noviembre de 2021 hasta casi el billón de euros, "el total más alto de la industria" desde que recogen datos.
En la actualidad, el mercado de los semiconductores está formado por tres tipos de compañías: las tipo 'fabless' (aquellas que carecen de una planta de fabricación propia), las 'foundry' (compañías que se dedican solo a la fabricación para terceros) y los fabricantes de dispositivos integrados (IMD), que diseñan y producen, como es el caso de Intel o Samsung.
Para 2025, IDC prevé que las tipo 'fabless' acaparen el 49 % del mercado mundial, frente al 41 % de 2020, mientras que las 'foundry' aumentarán con una tasa de crecimiento anual compuesta del 12 % en ese periodo de cinco años.
"La capacidad de las 'foundry' seguirá creciendo en Asia y el Pacífico", pronostica la consultora, que prevé que Corea del Sur aumente su fabricación hasta acaparar el 19 % de los ingresos mundiales (frente al 16 % de 2020) y China suba hasta el 15 % (ante el 12 % del ejercicio pasado).
Por su parte, Taiwán continuará como líder de las compañías de fabricación, representando el 68 % del mercado mundial en 2025 "debido a la inversión y el éxito de la empresa TSMC y otros proveedores".
En 2020 Taiwán acaparaba el 67 % de los ingresos mundiales en el área de la fabricación, según los datos de IDC, mientras que SIA incrementa esta cifra hasta el 77 %.
Son los componentes clave en la fabricación de dispositivos electrónicos como ordenadores, teléfonos inteligentes, tablets, electrodomésticos, automóviles...