opinión

La crisis de Ucrania acentúa todavía más la volatilidad en los mercados

El escenario recuerda a lo ocurrido en Georgia en 2008, cuando Rusia intervino en apoyo de los separatistas en las regiones de Osetia del Sur y Abjasia

24/02/2022 - 

MADRID. En los últimos días hemos asistido a una escalada de tensiones en torno a la crisis ucraniana. El pasado lunes, el Vladimir Putin reconoció a las repúblicas separatistas del Dombás, enviando grupos militares a las regiones disputadas con Kiev. El escenario recuerda a lo ocurrido en Georgia en el verano de 2008, cuando Rusia intervino en apoyo de los separatistas en las regiones de Osetia del Sur y Abjasia; en aquella ocasión el gobierno georgiano respondió militarmente, pero fue rápidamente derrotado por las fuerzas rusas, lo que provocó el reconocimiento de las dos repúblicas separatistas por parte de Rusia.

La situación actual es sin duda más compleja, dado el tamaño y el papel estratégico de Ucrania para los países occidentales. Estados Unidos y el Reino Unido impulsan fuertes sanciones contra Rusia, mientras que la respuesta de la Unión Europea es más incierta. Las sanciones económicas afectarían al suministro de energía, en un momento en el que ya hay graves tensiones en los precios del petróleo y el gas. Y, mientras los diplomáticos siguen trabajando, es innegable que las tensiones sobre Ucrania representan un elemento adicional de volatilidad y riesgo a la baja para la economía y los mercados financieros.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que los mercados financieros llevan ya semanas en una situación de tensión y de aumento de la volatilidad. Ello se debe al fuerte aumento de las expectativas sobre el rumbo de las políticas monetarias de los principales bancos centrales, sobre todo de la Fed y del BCE. De hecho, la inflación siguió sorprendiendo al alza debido a una combinación de aumento de los precios de la energía, problemas en las cadenas de suministro, pero también, cada vez más, a las crecientes presiones salariales vinculadas a la fuerte caída del desempleo, que ha vuelto a situarse prácticamente en los niveles anteriores a la crisis de los Estados Unidos.

Inflación

El repunte de la inflación, unido a unas políticas monetarias menos expansivas y a las tensiones geopolíticas, pesan inevitablemente sobre las estimaciones de crecimiento. Sin embargo, estas siguen siendo -y conviene recordarlo- muy superiores a los niveles potenciales.

En EE UU, el consenso ve ahora un crecimiento del 3,7% durante 2022, mientras que las estimaciones de la Eurozona se han revisado del 4,4% al 4%, principalmente debido a la desaceleración de Alemania (del 4,5% al 3,7%). El Bundesbank declaró recientemente que la economía alemana podría contraerse en el primer trimestre de 2022, lo que llevaría a una recesión técnica, dado el descenso del PIB en el último trimestre de 2021.

Por otra parte, las estimaciones de inflación para este año siguen aumentando, alcanzando el 5% en EE UU (frente al 3% de septiembre, cuando la Fed empezó a hablar de tapering) y el 3,7% en la eurozona (frente al 1,5% de septiembre). De cara a este año, reiteramos el papel central que ejerce el proceso de normalización de los bancos centrales, y de la Fed en particular, sobre la evolución de los mercados financieros.

Filippo Casagrande es director de Soluciones de Inversión en Seguros de Generali Asset & Wealth Management

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