VALÈNCIA. Quince de las más de ochenta localidades afectadas en mayor o menor grado por la Dana que asoló la provincia de Valencia en octubre padecieron daños que repercutieron sobre el 100% de sus trabajadores, a la vez que en otros 36 municipios las consecuencias golpearon a más de la mitad de la población ocupada. De entre los lugares más castigados, una docena pertenecen a la comarca de l’Horta Sud, lo que de nuevo la sitúa en el centro de la devastación de la riada.
Estas son solo algunas de las conclusiones que es posible extraer del informe elaborado por la Conselleria de Hacienda y Economía y la Universitat de València que estima de forma preliminar el impacto de la Dana en el crecimiento de la Comunitat Valenciana, y en el que además de realizarse las primeras previsiones de sus efectos directos e indirectos en el Producto Interior Bruto (PIB) autonómico, también se ofrecen análisis sobre el grado de afectación inicial en el tejido laboral de cada una de las áreas dañadas.
El documento, que clasifica en cuatro categorías a los municipios afectados en función de sus daños, determina así que las localidades cuya fuerza laboral habría sido golpeada al completo por la Dana suman casi 107.000 personas afiliadas, de las que cerca de 78.000 serían del sector servicios, más de 19.500 de la industria, unas 7.300 de la construcción y más de 2.000 estarían vinculadas a la agricultura. La mayoría de ellas, algo menos de la mitad, se concentran en cuatro localidades: Aldaia, Catarroja, Alaquàs y Paiporta.
Entre los considerados como municipios de la ‘zona cero’ de la Dana figuran también Alfafar, Benetússer, Massanassa o Picanya, además de localidades de otras comarcas valencianas como Algemesí (La Ribera Alta), donde se sitúan a casi 10.000 empleados; Chiva (La Hoya de Buñol), donde habría poco más de 7.200; y Utiel (La Plana de Utiel-Requena), que cuenta con un tejido laboral algo superior a las 4.300 personas.
Más allá del área peor parada, el informe de la Conselleria de Economía y la Universitat de València identifica a casi una veintena de poblaciones muy dañadas, con un grado de afectación en su ámbito productivo que alcanzaría el 81%. Así, y aunque el documento no precisa en concreto el número de empleados que habrían sido afectados, si se considera que en esas localidades la fuerza laboral está constituida por unas 132.000 personas, se podría estimar que en torno a 107.000 de ellas habrían resultado directa o indirectamente damnificadas. En esa situación se encontrarían Torrent, Mislata o Quart de Poblet en l’Horta Sud, Riba-roja en El Camp de Túria, o Buñol y Cheste en La Hoya de Buñol.
En el documento se especifica igualmente que las categorías de daños se han determinado con los porcentajes de afectación de los polígonos industriales como referencia, de acuerdo con los datos proporcionados por la Oficina Pateco del Consejo de Cámaras de Comercio. En aquellos municipios para los que no existía información específica, se ha aplicado un enfoque de imputación basado en otras fuentes oficiales, estadísticas espaciales y conocimiento experto. Con esta metodología, se ha resuelto que 17 poblaciones habrían sido afectadas en un 56%, de las que una decena serían de La Ribera Alta, como Carcaixent, Carlet, Castelló o Alberic. De otras comarcas, aparecen igualmente Cullera (La Ribera Baixa), Sinarcas y Camporrobles (La Plana de Utiel-Requena), o Macastre, Alborache y Yátova (La Hoya de Buñol).
Por su parte, unas 35 localidades de nueve comarcas distintas, en torno al 41% de todos los municipios considerados como golpeados por la Dana, habrían sido incluidos como dañados en menor medida, con un grado de afectación que estaría en el 25%. De este modo, y si el total de afiliados en el conjunto de estos municipios es de más de 129.000, según el porcentaje estimado habría en torno a 32.300 personas ocupadas que se habrían visto damnificadas por el temporal. Por número de afiliados, las poblaciones más relevantes que figuran en este grupo de municipios son Paterna, en l’Horta Nord; Alzira, en La Ribera Alta; Manises, en l’Horta Sud; y Sueca, en La Ribera Baixa.
De esta manera, el informe de la Conselleria y la Universitat de València considera que, en su conjunto, algo menos de 275.000 personas afiliadas habrían sido afectadas por la Dana. De ellas, la mayor parte, unas 198.000, pertenecerían al sector servicios, mientras que 49.000 serían de la industria, casi 19.500 de la construcción, y cerca de 8.300 del ámbito agrario.
En términos globales, un 14,3% del total de personas afiliadas de la autonomía valenciana habría tenido problemas directos o indirectos en el desempeño de su trabajo debido a la Dana. Por sectores, los trabajadores de la industria que se han visto perjudicados por el temporal suponen un 17% del total de la Comunitat Valenciana, el porcentaje más alto de los cuatro sectores principales. Por su parte, en la agricultura el número de empleados golpeados por la riada representaría cerca del 16% del total, a la vez que en la construcción sería del 14%, unas décimas por encima del dato que arrojan los servicios.
Por último, y con estos datos como punto de partida, el informe estima también los ritmos de recuperación de la economía valenciana hasta finales de 2026. En relación a ello, se explica que la riada tendría un impacto previsto de dos décimas sobre el crecimiento del PIB de la Comunitat en este año y también en 2025, aunque puntualiza que desde 2026 se produciría un efecto rebote.
El documento apunta que, en 2024, el crecimiento interanual pasará del 2,7% al 2,53% en el escenario esperado por la “concentración sectorial”, debido a que los municipios afectados incluyen “áreas con alta concentración industrial”. Además, se tiene en cuenta que en muchas economías el último trimestre del año tiene un peso significativo debido a la estacionalidad del consumo y la actividad económica. Por tanto, dado que este último trimestre va a verse gravemente afectado, el impacto sobre el crecimiento anual será “considerable”.